Inmaculada (Herrera el viejo) Capilla callejera
Inmaculada (Herrera el viejo)
Inmaculada (Herrera el viejo)
Alegoría de la Inmaculada (Luis de Vargas)
Alegoría de la Inmaculada (Luis de Vargas) Capilla
Inmaculada con Miguel del Cid ( Pacheco)
Inmaculada con Miguel del Cid ( Pacheco
Ceremonias con presidencia de la Inmaculada
Inmaculada (Martínez Montañés)
Inmaculada ( Zurbarán)
Inmaculada (Murillo)
Martes 28-10-25 (VISITA) PINTURA SEVILLANA /UNA
APROXIMACION ICONOGRAFICA BLOQUE I TEMATICA RELIGIOSA / SEVILLA Y EL CULTO A LA INMACULADA / MARIA
:TOTA PULCHRA. CATEDRAL / INMACULADA de
1616 (Herrera el Viejo), de principios del XVII, se es muy sensible sobre la evangelización, el
discurso de María debe de ser homogéneo, Virgen Inmaculada de Herrera al Viejo de 1616;
desde convento de Regina, dominico, colegio para religiosos, Bernardo de Molina contrario al dogma
de la Inmaculada Concepción, había ramas
de la Iglesia contrarias; para que las Escrituras
aparece la patrística primero, padres de la Iglesia, no se habla para nada de ser engendrada por el
Espíritu Santo y a la vez se mantenga virgen, luego será incorporando a la praxis, hay un
sermón en el convento de Regina contrario y las órdenes se ponen a la defensiva,
Herrera el Viejo, fue maestro de Alonso Cano y de Roelas apunta a
la pintura naturalista, se lo encarga el
gremio de gorreros y sederos, esté en
una capilla callejera, había muchas, sobre todo, en Antequera, se daba misa arriba
y se sacralizada el espacio público; la mayoría de la población se ponen a
favor de la Inmaculada la Tota Pulchra, simbología
se incluye: palmera, pozo, huertos concluso, extraída de las letanías lauretanas,
esta aparece con manto blanco , el
manto blanco es por una visión que tuvo la beata de Beatriz de Silva
aparece en el Cantar de los Cantares, es
una iconografía europea del siglo XVI para que la Virgen no tenga pecado
original, los padres tampoco debieron de
tener el pecado, por lo tanto no le debe
de afectar la concupiscencia, luego
Santa Ana y San Joaquín deben de ser vírgenes, según el Árbol de Jesé siglo XI o en el encuentro que se da a las Puertas de
Jerusalén con abrazo y beso, pero siempre sin fecundación y hay quien también
mete en este episodio a los padres de Santa Ana, después se llega a la Ascensión, subida o Descenso
a la tierra, la Trinidad nos ofrece a la
Virgen como redentora es el empeño en hacer a la Virgen un ser divino, el tema de la Inmaculada es para como
corredentora porque las religiones tenían un ente femenino: fecundidad,
fertilidad y la astronomía, las venus prehistóricas de caderas hinchadas y
pechos hinchados, era muy importante la visión femenina, primera cristianización y evangelización, la siguiente es para ir hasta el siglo XIII, PÚLPITO y capillas de La Virgen de la
Granada hermanos de la Sacramental del Sagrario, impulsaron el voto de sangre derramada, hasta
la última gota de sangre en defender la Inmaculada Concepción ; de la Hermandad
Sacramental eran la mayoría de los canónigos de la Catedral, reciben apoyo de los
jesuitas y más tarde los franciscanos, San Buenaventura era contrario al dogma, hay
un capítulo de San Buenaventura y San Agustín donde media Santo Tomás de Aquino,
los franciscanos estaban en contra de la
Inmaculada, pero su mensaje se fue convirtiendo en inmaculadista, en las misas del Patio de los Naranjos
participaban las asociaciones benéficas de niños y de viudas, tenían sitio y lugares reservados delante del
púlpito, el sermón no solo intervenía el predicador y también entraba en la
participación del público y los representantes de los grupos, era muy escenográfico, San Vicente Ferrer , claramente
antisemita, decía que quien mataba a un judío subía un escalón al cielo, en el siglo XIX las tumbas se sacan del
interior de la catedral y después se vuelven a meter en la Catedral; el púlpito es un capítulo brillante de la
historia de Sevilla [ veo una pantalla con la expresión el Evangelio de
madera , en referencia al Retablo Mayor , me parece muy potente ese slogan
]; las nuevas ampliaciones son inspiradas por Luis de Vargas , es el que monta su equipo con el Hernán Ruiz
y otros, Luis de Vargas está en
Florencia y se inspira, colaboró con Miguel Ángel, después volvió a Florencia, el “CUADRO DE
ADÁN Y EVA” de 1561, se representa a
la Inmaculada Concepción, es una
expresión muy culta; Pacheco lo llamaba
Adán y Eva pero era la Inmaculada con túnica ; lo confirma Ortiz de Zúñiga
; la genealogía de Cristo los personajes llevan la mano atada, la Inmaculada no
, Pérez de ( ) , pierna en escorzo (la
gamba) Eva nos mete en el pecado original y nos mete en el momento de la muerte,
todos los personajes estaban atados al árbol pero la Virgen no estaba atada, era a la tierra, alegoría de la tierra ventaja de la bella in
situ; INMACULADA
de Pacheco (con Miguel del Cid en la base) ,la forma definitiva de
expresarse; primero ● Árbol de Jesse, la
segunda ● Tota Pulchra, la tercera ● novia
del Cantar de los Cantares, libro del
apocalipsis, mujer vestida de sol, coronada
de estrellas, luna de los pies evidencia
el triunfo sobre los musulmanes, por la batalla de Lepanto, túnica roja Pacheco habla de una túnica blanca,
abajo están los elementos de palmeras (fertilidad),
agua (fertilidad) , ciprés (paraíso eterno), verdor (el huerto cerrado), paraíso de la
Virgen viene del paraíso, antes aparecía el pozo, las rosas, los lirios, es una interpretación de la Tota Pulchra que
era una relación de símbolos, en los
laterales ; la imagen que aparece descendiendo a la tierra, Murillo la pone ascendiendo; Miguel del Cid aspecto pictórico
conjunto de caras retratos de niños pequeños, está cerca del Herrera el viejo, Francisco Pacheco pudo proponer a Velázquez
para pintar la base del cuadro, fue
alumno aventajado de Pacheco; se presenta a Miguel Cid y a los paisajes puede
que lo pintara Diego Velázquez, Miguel del Cid impulsa que las hermandades sean
Inmaculadistas y sus famosas coplas en contra de los que se oponen a la
Inmaculada; INMACULADA Y LAS ARQUITECTURAS EFÍMERAS muy importante en Santa
María la Blanca y en la Caridad para instituir la fiesta de la Inmaculada, el
nuevo el 8 de diciembre de 1671, presidida por la Inmaculada , el milagro de Empel,
el lago se quedó helado y las tropas pudieron escapar, el Papa Alejandro VII hace un breve para no
predicar contra la Inmaculada, importancia
de la reinauguración de las iglesias, las devociones de la Inmaculada solo para los reinos
hispánicos y no para el resto de la Iglesia católica; el azul solo se usa En España hasta en 1851
que se da el dogma; INMACULADA (escultura de Martínez Montañés) 1627, de la Inmaculada de Martínez Montañés,
importante por la humanización de la Virgen, los griegos hacen un canon eligiendo los mejor
de la cara, de cuerpo, Martínez Montañés
introduce elementos humanos como la humildad, Inmaculada mira para abajo, la Asunción mira
para arriba, Inmaculada humildad y humanización, Martínez Montañés hace trabajos para San
Isidoro del Campo, ayudado por Ocampo, Martínez Montañez decía que haría la
imagen más grande de toda España, en cuanto a importancia; los ALTARES eran
el Netflix del aquellos años , había músicos, efectos especiales, escenografías, telones, era el primer entretenimiento del pueblo [abundante
pelo, me dice la rubia “juvenil” de Martínez Montañés] INMACULADA de
Pedro de Raxis, Tota Pulcra, La virgen
y su evolución plástica, primera representación ● sentada, después ● de pie, después ● avanza, después ● el niño, más tarde le da una un
protagonismo a la Virgen, la Virgen
de ser un personaje secundario tarda mucho tiempo en ser protagonista , la
orden del Císter todavía Bernard Claval ni está la divinidad con Inmaculada de
finales del XVI , ángeles que portan escudos defendiéndose de los
demonios que habían hecho una interpretación, en el bautismo se da un exorcismo; la secuencia cronológica es que la
Virgen de Luis de Vargas es de 1561, la
de Pacheco de 1616, de Pedro Raxis de
1625, de Zurbarán en 1630 y Murillo en 1662, los demonios de siete cabezas: el León, en la Serpiente , obra para el convento Madre
de Dios, elementos de la Letanía Lauretana:
puerta, casa, torre, coronada, sol y luna; INMACULADA de Zurbarán 1630 , se vuelve de Llerena
y los dominicos le proponen hacer 22 cuadros de El convento de San Pablo, en la
casa grande, de los dominicos; Vázquez de Leca y Bernardo del Toro polemizan
con Bernardo de Molina; Zurbarán no quiere ser examinado, Zurbarán aunque el
maestro propuesto es Herrera el Viejo (era su examinador) y la Catedral se
encarga cuadros y los conventos de los de las colonias y le hacen muchos
encargos, montó una factoría, cabeza Murillo 1662 más dinamismo el montaje
rompimiento de los colores anaranjados por influencia de los flamencos, con
pigmentos nuevos, azul casi negro, teatralidad, Virgen descendiendo trascendencia divina, como un trozo de cielo abierto todavía se
sigue un manto azul, Beatriz de Silva y los
concepcionistas se quedan con el discurso de Blanco; icono inconformistas de
saber haber sido poco Inmaculadistas ; INMACULADA de Murillo , Sala Capitular, cúpula Hernán Ruiz II, los programas temáticos son diseñados por el
tío de Pacheco el pintor, los textos son
la sala Juan Vázquez; aquí se reunían
los “consejeros” de la empresa más grande de Sevilla: su lema promover coro y altar, contribución de los canónigos Murillo 1662, desaparece el paisaje, los ángeles sostienen los elementos simbólicos,
Murillo hizo 23 inmaculadas, esta está pintada
sobre tabla, humanización de la Virgen, carece de las estrellas, vestido de sol, más sutil Virgen gesto de adelantar una pie; gesto
de mirada hacia abajo, esta obra ha sido
referente del arte español, de la religiosidad de España; Louvre compra a los
descendientes de Sultz en 1852, es una Inmaculada muy cotizada, la devuelven en 1940, Franco le hace una
compensación y Franco insiste en ser una identidad de España, Murillo consigue hacer muchas imágenes de
devoción “vera imagen” (como la de San Fernando), para expandir el culto a la
Inmaculada, es un flotador al que se
agarra a Sevilla, por la crisis de la peste de 1649, tras la peste el sevillano
hace el esfuerzo común, es la gasolina y la chispa, culmina Santa María la Blanca
el azul efímero, Inmaculada de los Venerables
FICHAS ATRIUM
SEVILLA Y EL CULTO A LA INMACULADA La Inmaculada es, posiblemente, la iconografía mariana de contenido más complejo. Para representar su condición de mujer sin mancha (exenta de pecado original) se insistía en el papel esencial de la Virgen en la genealogía de Cristo. Para ello se empleó en primer lugar el árbol de Jesé, temática que en manuscritos aparece ya en el siglo XI y que presenta gran desarrollo en la estatuaria de las catedrales góticas francesas, y en segundo lugar la escena del casto encuentro entre san Joaquín y santa Ana ante la Puerta Dorada de Jerusalén. Aludiendo al mismo asunto encontramos la Santa Ana Triple (santa Ana, la Virgen y el Niño Jesús) e incluso una escena de más oculto simbolismo como es la caza del unicornio (utilizada por san Isidoro). La codificación desarrollada en la pintura sevillana de la primera mitad del XVII y que se repite con pocas variantes desde entonces la identifica con la enigmática "mujer vestida del sol" del Apocalipsis. Incluye la "corona de doce estrellas", su enemistad con un "gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás” y la luna a los pies. Que pise la luna suele interpretarse como alusión al enfrentamiento entre cristianismo e islam, dado que este se identifica con la luna creciente. Además de esos elementos, se determinó su representación como una mujer joven con túnica blanca (símbolo de pureza) y manto azul (aludiendo a la eternidad); aunque los colores usados con anterioridad al XVII son tradicionalmente el azul y el rojo. En otra versión, denominada Tota Pulchra, aparece rodeada de símbolos alegóricos como el pozo, la torre, el huerto cerrado y el resto de las advocaciones de las letanías, soliendo identificarse con la figura bíblica de la "novia" del Cantar de los Cantares. También suele incluirse la flor de lirio como emblema de pureza. LA INMACULADA EN LA CATEDRAL De entre los numerosos ejemplos que existen en la catedral en los más variados soportes, nos limitaremos aquí a mencionar sólo los de carácter pictórico, comenzando por la “Alegoría de la Inmaculada Concepción”, obra firmada por Luis de Vargas en 1561 (fig. 1). Esta pintura copia la iconografía y composición de la que con el mismo título ejecuta Vasari en 1540 para la iglesia de los Santos Apóstoles de Florencia. No era ésta la forma habitual de representar el tema en Sevilla, donde pocos alcanzarían a comprender lo que veían, sino más bien la de los círculos intelectuales toscanos. Prueba de ello es que hasta el propio Pacheco la refiere como “Adán y Eva”, y Ortiz de Zúñiga como “Generación temporal de Cristo”, lo que en ambos casos manifiesta un desconocimiento sobre el significado final del cuadro. El mensaje iconográfico parte del árbol del pecado original que vemos en el centro de la tabla, de cuyas raíces surgen Adán y Eva, como primeros transgresores de la ley divina. En las ramas encontramos a varios profetas que, al igual que los primeros padres, tienen una o las dos manos atadas al tronco, por su sujeción al pecado original. La Virgen está sostenida en el aire, simbolizando la virtud y la gracia de la que no tiene pecado. En segundo lugar traemos la “Inmaculada con Miguel del Cid”, obra de Francisco Pacheco de 1616. En Sevilla hay constancia de la celebración de la Concepción de María desde el XIV y de su octava a partir del XVI. Aquí se produce además entre 1610 y 1620 uno de los episodios más conocidos de este debate teológico, cuando toda la ciudad queda conmocionada por un sermón contrario al dogma del dominico Domingo Molina, que genera una encendida defensa expresada por escrito y desde el púlpito por las restantes órdenes, alentadas por los canónigos Vázquez de Leca y Bernardo del Toro. Miguel del Cid, muy próximo a éstos, redactó la copla “Todo el mundo en general”, que terminó convirtiéndose en un himno concepcionista cantado en fiestas y procesiones. En 1617 una comisión enviada a Roma consiguió de Paulo V un breve propicio a la tesis, celebrado con alborozo pese a la reiterada oposición de los dominicos. En 1661 Alejandro VII publicó otro breve que instituyó su festividad el 8 de diciembre. Entre 1616 y 1624 Pacheco pintó seis lienzos con el tema, incluyendo en tres de ellos a los protagonistas de la lucha concepcionista. El que nos ocupa fue donado a la capilla de la Granada de la catedral por Juan de Ochoa Basterra en 1648. En tercer lugar citamos la “Inmaculada” pintada en 1616 por Herrera el Viejo en el muro exterior del patio de los Naranjos (fig. 3), encargo del gremio de sederos y gorreros que así se posicionaba en el debate que agitaba a la sociedad. Interesa sobre todo en esta obra el paisaje que se desarrolla en el tercio inferior, donde incluye elementos alusivos a las letanías que luego serán muy imitados por los pintores de la siguiente generación. En cuarto lugar traemos la “Inmaculada” atribuida a Pedro de Raxis, de hacia 1625, actualmente expuesta en la Sacristía Mayor. La pintura se ajusta a la versión de la Tota Pulchra, presentando en torno a la figura de la Virgen ocho tondos que contienen símbolos de las letanías (el resto de las obras mencionadas los incluye de forma más sutil en el paisaje inferior). Destaca también la presencia de la Trinidad en el tercio superior, desde donde contemplan con gozo la llegada de la Virgen a los cielos momentos antes de ser coronada por dos ángeles mancebos. Gran repercusión tuvo en la escuela sevillana la obra que comentamos en quinto lugar, la “Inmaculada” realizada en 1630 por Zurbarán para presidir la capilla de San Pedro (fig. 5). El autor utilizó el color rosado para la túnica de la Virgen, ya que hasta 1649 no aparece el “Arte de la Pintura” de Pacheco, donde se plasma de manera definitiva el canon estético del tema. Pacheco lo toma de Beatriz de Silva, fundadora de las concepcionistas franciscanas, que en 1615 había tenido una visión de la Virgen vestida de blanco y azul que se divulga a partir de su proceso de beatificación en 1644. Por último citamos la “Inmaculada” pintada por Murillo en 1662 para la Sala Capitular de la Catedral (fig. 6). Realizada sobre tabla, está situada a la altura de los óculos que dan luz a la estancia. La anatomía, recogida y concentrada, aparece envuelta por un fondo de nubes de tonalidades dispares entre las que se mueven grupos de ángeles que portan los símbolos de las letanías, siendo esta forma de presentarlos la mayor aportación del sevillano a la temática. El autor introduce también otras novedades como el vigoroso dinamismo y sentido ascensional que rompe el estatismo predominante en obras anteriores, pudiendo haber tomado la idea de la que Ribera pintó para las agustinas descalzas de Salamanca. Otras aportaciones son la ausencia de estrellas sobre su cabeza y la humildad de su gesto, rasgos que en ambos casos la humanizan vinculándola con las obras que del tema talló Martínez Montañés.






No hay comentarios:
Publicar un comentario