lunes, 13 de noviembre de 2023

PINTURA CATEDRAL BARROCO DEL NORTE Y SUR DE ITALIA (XVI- XVII)





 









(VISITA) PINTURA EN LA CATEDRAL. BARROCO ITALIANO DEL XVI Y EL XVII, ya vimos la escuela napolitana , ahora la zona sur, por virreinato español:  Nápoles, Sicilia,  Cerdeña,  otras escuelas italianas,  casi cinco escuelas,  una primera boloñesa -romana, por la ciudad, con Florencia en medio,  pero desvinculada; Bolonia la segunda ciudad de los estados pontificios y Roma por el foco papal,  otra escuela el foco florentino por los Médicis,  la tercera escuela que, englobaría otras dos,  el foco de Génova mucha pintura en la Catedral y muy intenso por la República controlada por los banqueros y navegantes vinculada a Sevilla;  MARTIRIO DE SANTA ÁGUEDA (1620) (atribuido a  Alexandro Tiarini, escuela de Bolonia ) , Ludovico Carracci es referencia para el resto de los pintores y otro pintor como Guido Reni  y otros como  Poncetti  y Empoli, influyeron en Murillo y Juan Valdés Leal , influyó su temática,  sobre todo Inmaculadas,  no existe catálogo en la Catedral de la pintura italiana, el estudioso Japón Franco hizo un catálogo de Sevilla y su provincia, pero no específicamente de la catedral,  la importancia de estas obras de la catedral hacen que se estén  recuperando (limpiando y presentadas en todo su esplendor) , el martirio de Santa Águeda tiene influencia de Caravaggio,  pintor lombardo,  pero influye en todas las escuelas,  reúne todos los conceptos del Concilio de Trento,  el concilio recogió en sus actas cómo hay que representar a las imágenes sagradas,  imagen fiel de la naturaleza,  el naturalismo en Italia,  barroco en el resto, pinturas de  medio cuerpo,  entre la bondad y la crudeza y  fealdad de lo personajes,  entrada de la luz, en esta escena ya le habían cortado los pechos, había sufrido  muchos tormentos, curación milagrosa por San Pedro,  tratamiento de los ropajes,  cabeza del sayón en claroscuro, para dar realismo a la escena,  Santa Águeda muy devocionada , la LIBERACION DE SAN PEDRO POR EL ANGEL medio cuerpo, centra la imagen San Pedro,  busca con la mirada,  que la introduce en primer plano, en el segundo, aparece la anatomía, casi divina,  del ángel ; San Pedro representa la divinidad y los sayones representan la humanidad ; pero San Pedro también es humano,  iconografía muy frecuente, estos cuadros están expuestos a luz natural,  mucha suerte por no tener luz artificial MARÍA MAGDALENA (1623)  Artemisa Gesntileschi , se le compra al virrey de Nápoles, el tercer Duque de Alcalá de los Gazules,  Fernando Afán Enríquez de Ribera y Téllez-Girón, los compra para la Casa de Pilatos,  había estado de virrey pero tiene muchas deudas,  formó su colección de pinturas para la Casa de Pilatos y el Palacio de las Dueñas,  la pintora Artemisa Gentileschi fue la responsable de la selección de las obras, pero la colección fue subastada y la Catedral se quedó con esta pieza,  es de mucha influencia del caravaggismo contra reformista,  diferencia con la Magdalena de El Greco aquí cara hinchada de llorar, es un reflejo de cómo debía de actuar ante la penitencia, los protestantes anularon este factor de la penitencia,  no sirve para la salvación,  en el Museo de Bellas Artes de Sevilla hay cuadro de Lucas Cranach donde expresan el fenómeno contrario,  porque la penitencia en el mundo protestante no le daba valor, este cuadro es un folleto de la penitencia y sufrimiento por los pecados,  Artemisa Gentileschi la primera mujer admitida en una escuela de diseño,  ahora academias,  los pintores no querían,  les interesaba el sistema gremial,  tener “esclavos” por  comida y jergón,  la primera en España en 1735, pero en Italia ya hubo una academia en el siglo XV,  hubo un cambio de mentalidad en ese momento de una mujer y trabajo intelectual y no trabajo manual,  Artemisa entró en 1612 en un taller fue violada y entró en la escuela de diseño,  asume el lenguaje de Caravaggio , no era la única mujer que alcanzaría prestigio, aquí es muy  importante los valores de cambio el tratamiento de los ropajes, veracidad,  tratamiento lumínico,  distorsión teatral,  es influye en Zurbarán y en Juan Valdés Leal, predominio de los tonos ocres, se le tapó la voluptuosidad,  el acento de las anatomías de los pintores del XVII, se vuelven realistas,  esta pintura es de un género propio,  el arrepentimiento,  Bolonia donde se formaban los pintores;  MUERTE DE LOS INOCENTES (1650) de Jacobo Fardella, escuela fiorentina,   afición al desnudo desde la pintura medieval y posteriores, hasta el rococó, estudio de la anatomía, muchos desnudos, no hay ningún vestido, estudio de los niños muertos (color más claro, por asociarse a la muerte)  policromía explícita de  blancura, estado del movimiento mujer retira a un hombre que le quiere quitar a su hijo,  la figura central del hombre y su brazo izquierdo,  escuela fiorentina promueven el desnudo y la expresión del movimiento,  los santos inocentes metidos con calzador en los hechos bíblicos, estaba en las historias precedentes, sin veracidad historicista, en el caso cristiano, el  historiador Fabio Josefo recoge bien la vida de Herodes, pero no cita a los Santos Inocentes,  el evangelista Mateo cuenta que los Reyes que los Reyes visitan a Herodes,  con la condición que después los podría acompañar a visitar a sus países, pero los Reyes se escapan,  los Santos Inocentes es la venganza del rey Herodes,  devoción muy habitual en orfanatos , en Saint Chapelle , capilla para guardar reliquias, hay una de ellas con un santo inocente entero;  familia Bucareli hicieron negocios con América,  alcanzan virreinato pero no pierden relación con Sevilla,  otra familia los Féderici  se unen con los Bucareli ; los flamencos sí se unieron a familias de Sevilla,  los canónigos del XVII de Sevilla era una diócesis muy grande,  con intereses en América,  traen obra de Italia,  Federici Cano,  canónigo, le pide a Murillo que le ponga su cara en un San Isidoro o en un San Leandro,  una de las obras de la cara del canónigo Federici,  este cuadro inspiró a Murillo para el cuadro de la Caridad donde Moisés está sacando agua de las piedras ; GEDEÓN Y LOS MADIANITAS gana con 300 soldados a un ejército de 130.000;  DEGOLLACIÓN DE SAN JUAN  [capilla de San Francisco] de (1658)  de Valerio Castelo , su maestro fue Strozzi ; Valerio Castello calidad del dibujo,  movimiento de Salomé,  Herodías critica el matrimonio con Herodes , queda embaucado por el baile de Salomé, está dispuesto a concederle lo que quiera, hasta medio reino, pero le pide la cabeza del Bautista,  los protagonistas son muy velazqueños,  recuerdan al Marte de Velázquez,  equilibrio corporal,  en la gestación controlan bien el juego lumínico, ventana y paisaje Velázquez lo aprovecha bien Herrera el viejo y Roelas introducen el caravaggismo , él maestro de Roelas fue Herrera el viejo,  también, indirectamente,  lo fue de Velázquez, Velázquez aprendió el naturalismo de Herrera el viejo,  familias genovesas Los Pinelo,  tienen iconografías paganas, vienen escultores genoveses con sus materiales, después vienen los pintores,  las escenas oscilan en el dibujo armoniosos en el XVI; producción pictórica genovesa es escasa;  Gregorio Ferrari y Valerio Castelo de la Casa o Academia Piola la escuela formación por Gregorio Ferrari y Piola y Magnasco; la ASUNCIÓN DE LA VIRGEN  1700 [capilla de la Asunción ] versión de Gregorio Ferrari , copia de un cuadro anterior,  el protagonismo que los apóstoles,  pretendían llevar a la Virgen al lecho y muere,. una vez muerta pudiera ascender a los cielos, aquí se recoge el momento de la resurrección,  apóstoles mirando hacia abajo y otros hacia arriba,  grupo formando diagonal y recuerda al Greco,  esta última en la capilla de la Asunción y la anterior en la capilla de San Francisco

FICHAS ATRIUM

Martirio de Santa Águeda. Cronología: H. 1620-30. Autores: Alexandro Tiarini (Atribución). Pintor de escuela boloñesa nacido en 1577, Tiarini fue encaminado a la pintura por la célebre retratista Lavinia Fontana (pintora oficial de la corte del papa Clemente VIII) que le llevó al taller de su padre Prospero Fontana. En 1597, a la muerte de su maestro, pasó por breve tiempo al estudio de Bartolomeo Cesi y entre 1599 y 1606 el joven artista está documentado en Florencia, donde conoció la obra de los maestros toscanos de fines del siglo XVI, permaneciendo durante estos siete años en el taller de Passignano y abierto a las sugerencias de artistas como Poccetti o Empoli, ya plenamente dirigidos por el camino del naturalismo. A su regreso a Bolonia, colabora con Ludovico Carracci en los frescos del claustro de san Michele in Bosco (1613) y comienza por esos años una actividad independiente de la que han llegado hasta nosotros numerosas obras, entre las que destaca el Ecce Homo de la pinacoteca de Bolonia, la Santa Francesca Romana de la iglesia de san Michele in Bosco o la Muerte de la Virgen de la misma pinacoteca. En la obra de Tiarini aflora junto a su indudable naturalismo un cierto interés por lo patético, conseguido a través de efectos luminosos y cambiantes, que descubren en el artista el intencionado dramatismo de la pintura de la contrarreforma. Tiarini trabaja más tarde en Piacenza y Cremona, y en su último período boloñés, al que pertenecen obras como la Educación de la Virgen, en Santa María de Servi o la Judith de Padua, no deja de apreciarse un consciente aprovechamiento del estilo de Guido Reni. Conserva la catedral dos buenas pinturas italianas de escuela boloñesa, ubicadas en el muro alto de la antigua contaduría (actual sala de exposición del tesoro catedralicio), que representan el Martirio de santa Águeda y La Liberación de san Pedro, piezas muy cercanas al estilo de Tiarini. La obra que nos ocupa recoge la segunda parte del suplicio de santa Águeda, cuando es atacada con antorchas de fuego y arrojada sobre carbones ardientes. La mujer y sus verdugos están captados en primer plano y de medio cuerpo, siendo sus figuras concepciones estéticas opuestas: rudeza, crueldad y fealdad en los sayones y dulzura, misticismo y belleza en la santa. Todos los personajes sin embargo gozan de un tratamiento similar de calidad en sus vestiduras, siendo las de santa Águeda especialmente lujosas

Magdalena. Cronología: H. 1622. Autores: Artemisia Gentileschi. Pintora romana que empezó a trabajar para el artista Agostino Tassi, con el objetivo de aprender perspectiva ante la imposibilidad de formarse en las escuelas de pintura que prohibían la entrada a las mujeres. Será en 1612 cuando Artemisia sufra un violación que marcará su trayectoria de por vida. La aprendiz fue víctima de su maestro cuando contaba apenas con 19 años de edad. La pintora denunció el caso ante el Tribunal Papal que puso en duda su historia sometiéndola a tortura para comprobar si decía la verdad. El juicio, del que se conservan las actas, finalizó con la expulsión de Tassi de los territorios pontificios al comprobarse no sólo la agresión, sino también que el artista había intentado asesinar a su esposa, además de cometer otros delitos. En 1614 Artemisia ya vive en Florencia junto a su familia dedicándose a la pintura, una profesión que la llevará a otras ciudades europeas como Londres o Nápoles, donde vivirá sus últimos años. La terrible experiencia de juventud se plasmó en obras como como Judith y Holofernes, donde se autorretrata en la figura femenina que decapita con saña a un Holofernes cuyo rostro se asocia con el de Agostino Tassi. Artemisia será una artista de reconocido prestigio en la Europa del momento trabajando para reyes y príncipes. Tras su muerte su figura cayó en el olvido hasta que en 1916 el historiador del arte Roberto Longhi en un ensayo titulado Gentileschi, padre e hija describía a la artista como creadora notable y conocedora de las más complejas técnicas en el campo de la pintura. En la obra que comentamos aparece María Magdalena elegantemente vestida, sentada con la mano izquierda sobre el muslo, se nota por sus ojos, rojos e hinchados, que ha llorado mucho. Esta imagen es muy poderosa en la descripción emotiva que hace de un momento de la vida de la santa. Como atributo distintivo vemos el ungüentario de plata, signo de la pecadora que unta perfume en los pies del Señor y después los enjuga con sus largos cabellos. El arrepentimiento y la penitencia de María Magdalena se convierten durante la contrarreforma en una de las iconografías más frecuentes, pues es un rasgo diferenciador del catolicismo con respecto a la corriente protestante, que enfrenta el arrepentimiento de manera distinta, sin encontrar remedio en la penitencia. Artemisia hizo varias versiones de la misma obra, siendo esta de Sevilla, creemos, la primera de la serie, conservándose otra muy similar en el Museo Soumaya, en Ciudad de México. El III duque de Alcalá de los Gazules, Fernando Afán Enríquez de Ribera y Téllez-Girón, de origen sevillano, conoció a la pintora durante su estancia en Roma como “embajador de obediencia” de Urbino VIII, entre 1625 y 1626. La pintora asesoró al duque en la adquisición de numerosas obras de arte. Antes de regresar a Nápoles como virrey, Fernando había comprado en Roma un buen lote de piezas para decorar su residencia de Sevilla, la casa de Pilatos. Es posible que adquiriese entonces la Magdalena. Cuando en 1630 Artemisia Gentileschi se había trasladado a Nápoles, contó con el apoyo del virrey. Al fallecer el III duque de Alcalá en 1637 gran parte de su colección artística se vendió en almoneda para pagar deudas. El conjunto se dispersó y la soberbia Magdalena llegó a la catedral de Sevilla procedente de la casa de Pilatos.

La matanza de los incocentes. Cronología: H. 1650. Autores: Jacobo Fardella. Lienzo barroco de gran formato (2,49 x 3,90 mt.), realizado por el pintor de escuela florentina Jacopo Fardella en 1650, según la atribución de la historiadora Borea. La escena, plena de personajes recogidos en primer plano y a gran tamaño, describe la cruda lucha sostenida entre las madres de los niños y los soldados de Herodes. El autor dispone un buen número de figuras desnudas, tanto adultas como sobre todo de niños, lo que le permite presentar un amplio muestrario de anatomías, algunas en complicados escorzos, que resuelve de una forma destacable. Esta afición al desnudo es propia de toda la escuela barroca italiana, aunque destaca en este género las aportaciones del foco florentino. Las mujeres intentan proteger a sus hijos y a la vez se defienden o atacan a sus asesinos, produciéndose posturas verdaderamente logradas y llenas de movimiento. Digna de mención es la diferenciación que logra el pintor entre los cuerpos que aún están vivos y los de los niños fallecidos, gracias a la aplicación de una gama cromática de acentuado realismo. Al fondo de la matanza se recoge la silueta del palacio del rey Herodes, transcurriendo los acontecimientos en un día en el que unas oscuras nubes se disponen a tapar el sol en alusión a la tragedia que se está desarrollando. Según el relato del capítulo 2 de Mateo (que luego completan y amplían los evangelios apócrifos, la Leyenda Dorada y el teatro religioso de los autos sacramentales), Herodes, furioso por el engaño de los Reyes Magos que, advertidos por un ángel, en lugar de acudir a informar al rey sobre su visita a Belén regresan a sus países por mar, ordena la matanza de todos los niños de hasta dos años de edad para tener la seguridad de que el futuro rey de los judíos no escapa con vida. La veracidad de este suceso se pone en tela de juicio porque sólo se menciona en uno de los cuatro evangelios canónicos, dudas que se agravan por el silencio de las fuentes romanas, especialmente por no ser ni siquiera nombrado por el historiador judío Flavio Josefo, que relata la vida de Herodes hasta en sus menores detalles. Su culto se desarrolló muy tempranamente, al principio en Palestina, en cuya basílica de Belén había una capilla dedicada a los Santos Inocentes a partir del 414 en Francia, a donde llegan las reliquias de varios de estos niños traídas desde Oriente por san Casiano, concretamente a la abadía de san Víctor en Marsella. Dicha abadía cedió una parte de las reliquias a otra gran abadía provenzal, la de Saint Maximin. El cementerio de los Inocentes de París, célebre por su Danza Macabra, tenía una iglesia aledaña a la cual el rey Luis XI ofreció «un Inocente entero en un gran relicario de cristal». Las representaciones de los Santos Inocentes en Italia se multiplicaron a partir del siglo XV a causa de la fundación de muchos orfelinatos que se advocaban de los Santos Inocentes.

La degollación del Bautista. Cronología: H. 1650. Autores: Valerio Castello. Valerio Castello (1624–1659) fue un pintor del siglo XVII, miembro destacado de la escuela barroca genovesa. Fue el hijo más joven de Bernardo Castello, que murió cuando Valerio tenía apenas seis años. Quedó bajo la tutela de su hermano mayor Torquato, que lo encaminó hacia el estudio de las letras. Sin embargo, mostró desde joven inclinación hacia la pintura. Pasó unos años como aprendiz con Domenico Fiasella. Viajó y pudo conocer el trabajo de Camillo Procaccini en Milán y el de Correggio y Parmigianino. en Bolonia. Pronto tuvo diversos encargos, tanto cuadros como frescos. En sus pocos años de vida logró tener una enorme influencia en la pintura genovesa contribuyendo a la formación de pintores como Domenico Piola, con el cual trabajó al fresco la iglesia de santa Maria in Passione de Génova. Tuvo también como discípulos a Bartolomeo Biscaino, Giovanni Paolo Cervetto y Stefano Magnasco. La república de Génova era una rica oligarquía donde los principales puestos de gobierno estaban ocupados por poderosos banqueros. En el Renacimiento, Génova no se había convertido en un importante centro productor de obras de arte, como si lo fueron Florencia, Ferrara, Roma, Rímini o Venecia. Pero en el siglo XVII sí tuvo una escuela original de pintura, llamada genovesa, que se desarrolló a partir de contactos con artistas flamencos gracias a las estancias de Rubens (1621-1622 y 1626-1627) y de Van Dyck (1621-1627). El mejor pintor de esta escuela fue Bernardo Strozzi, llamado il Cappuccino, de gran importancia también para la escuela veneciana. Otro integrante del grupo genovés fue Giovanni Castiglione, llamado il Grecchetto, que retomó un género iniciado por Sinibaldo Scorza sobre pinturas de animales y naturalezas muertas, ahora bajo la influencia flamenca y veneciana. Domenico Fiasella y Gioacchino Assereto se unieron a los seguidores de Caravaggio, mientras que Valerio Castello fue más ecléctico. Los pintores Domenico Piola y Gregorio de Ferrari (del que también tenemos una obra en la catedral de Sevilla) trabajaron juntos en los programas decorativos al fresco de varias iglesias y palacios de Génova. La obra que comentamos pertenece a los últimos años de actividad del artista. La escena se resuelve con una dinámica composición protagonizada por figuras que se mueven entre zonas de luz y sombra, efecto que refuerza el dramatismo del tema. Destaca en el conjunto el bello dibujo que presenta la figura de Salomé. Durante muchos años la obra permaneció expuesta en la Sacristía Mayor, y allí la conoció Gestoso y otros historiadores, pero en la actualidad se encuentra en la pared frontal de la capilla de San Francisco, a baja altura, lo que facilita su apreciación.

Asunción. Cronología: H. 1700. Autores: Gregorio Ferrari. Ferrari nació en Porto Maurizio (Liguria). Marchó a Génova a estudiar leyes pero en lugar de eso se convirtió en un destacado pintor de la escuela local. Fue aprendiz con Domenico Fiasella desde 1664 a 1669; en este periodo se deja influenciar por el estilo de Giovanni Andrea de Ferrari y Giovanni Battista Casone. Ayudó a Fiasella en la pintura de Santa Clara rechazando a los sarracenos (1667) para la iglesia parroquial en Montoggio. Viajó a Parma y residió en la ciudad entre 1669 y 1673, donde trabajó en frescos de quadratura. Finalmente se unió a su suegro, Domenico Piola en el prolífico estudio conocido como Casa Piola. Ambos trabajaron en la decoración de la basílica de la Santissima Annunziata del Vastato. Donde manifiestan sus influencias de Cortona, Correggio y Giovanni Benedetto Castiglione. Su Muerte de Santa Escolástica en San Stéfano de Génova está considerada su obra maestra. Uno de sus alumnos fue Francesco Costa. Entre los hijos que tuvieron Gregorio y su esposa, Margherita Piola, estuvo el pintor Lorenzo de Ferrari. Destacó singularmente en la ejecución de grandes frescos, en los que mezcla los ecos de Correggio con las figuraciones creadas por escultores coetáneos como Puget o Parodi. Además, supo crear un estilo propio de gran originalidad y ligereza, con el que influiría en los mejores pintores de la posterior tradición rococó. De esta Asunción existe otra versión que se estima anterior, conservada en Madrid. Nuestra obra está fechada sobre el año 1700 y preside el retablo de la capilla de la Asunción. Esta pintura, que tuvo una antigua atribución a Carlo Maratta, es pieza característica de Gregorio Ferrari, pudiéndose considerar como réplica del modelo original del artista hasta hace poco conservado en la iglesia de san Francisco el Grande, y en la actualidad en el museo del Prado. En Génova se desarrolló una escuela barroca caracterizada por el ya citado contacto con la escuela flamenca, fruto del asiento en la ciudad de una nutrida una colonia de mercaderes de esta procedencia; son pintores genoveses Bernardo Strozzi (1581-1644), Giovanni Benedetto Castiglione (activo hasta 1664), Gregorio de Ferrari (1647 - 1726) y, ya en el rococó del siglo XVIII, Alessandro Magnasco, apodado el Lissandrino (1667–1749).