martes, 29 de noviembre de 2022
jueves, 24 de noviembre de 2022
550 EX ORATIONE PREDICARE CONVENTO MADRE DE DIOS
DO171) Jueves 30-9-21 LA CIUDAD CONVENTUAL-II (1) (Luis
Hernández Moliní) ASOCIACION DE AMIGOS DEL MUSEO ARQUEOLOGICO DE SEVILLA / VIDEO / CONVENTO DE MADRE DE DIOS convento de monjas dominicas, la rama femenina de los dominicos que se
inicia como beaterio en 1475 en la calle Zaragoza muy cerca de la Puerta
Triana, una zona bastante afectable por
inundaciones, hay una inundación importante en 1495 que les afecta y en 1496 se
trasladan aquí, gracias a la reina Isabel
La Católica' que les dona unas casas que había aquí que habían sido de
conversos, que habían sido procesados por la Inquisición, se
las habían incautado y aquí es donde establecen; su convento era el limitado en
la manzana, limitada por la Calle San
José, la calle Federico Rubio y la calle
Madre de Dios que lógicamente toma nombre del convento; los edificios que todavía permanecen del
convento o que permanecen son del siglo XVI,
cuando se reedifica todo lo que es la parte de la iglesia que como vemos
aquí va paralela en San José , está la cabecera de la iglesia, del altar mayor, a los pies los dos coros: el coro alto y el coro bajo, el claustro principal que ya hoy día
no pertenece al convento, como ahora
comentaremos, en las distintas
dependencias, hay dos entradas, una directa aquí en el compás y otra por aquí
en la iglesia, esta portada que vemos aquí es de Juan de Oviedo en la
que está representado arriba, el relieve
de la virgen cuando le están entregando el rosario a Santo Domingo de Guzmán
, no olvidemos que era el fundador de la Orden Dominica, ante la presencia de Dios Padre y, vemos el escudo
de Castilla y León y los lógicos laterales , los escudos de la orden
dominica, bien pues durante la
desamortización de Mendizábal, el convento no se ve afectado, en 1837 pero si
se va a ver afectado por la revolución La Gloriosa de 1868 que expulsa a Isabel
II que expulsa a Los Borbones, en esa revolución expulsa a las monjas del
convento, las monjas se trasladan,
provisionalmente, a San Clemente y
cuando vuelven, diez años después, en
1877 pues ven que han perdido una parte importante del convento, toda la parte suroeste que le ha sido
incautada y que ya no volverán a tener,
por eso hoy día el convento está más reducido, esta parte una vez que los revolucionarios
del 68 se la quitan se funda aquí la Escuela Libre de Medicina impulsada
por Federico Rubio que por eso se llama esta calle Federico Rubio, va a pasar a ser Facultad de Medicina en 1917
y estará y como Facultad de Medicina hasta que en el año 1957 se construya el
Hospital Macarena, el Universitario ; también a partir de 1945 va a compartir
con la Escuelas de Comercio que va a estar aquí hasta 1968 cuando se construya
la Facultad de Empresariales, en Ramón y
Cajal y también aquí pues va a estar la Escuela de Graduados Sociales que es la
última que ha estado hasta el año 2008,
la universidad lo ha transformado en la zona está alrededor del claustro, del
antiguo claustro principal del convento,
en lo que hoy día es el CICUS que es una organización de actividades
culturales de la universidad; por último
decir que en este convento pues hay varios personajes como veremos ahora que
están enterrados, la viuda de
Hernán Cortés Juana de Zúñiga, las dos hijas de ella está también
enterrada, Bárbara de Santo Domingo la famosa hija del campanero de la
Giralda, está enterrada aquí también una
hija de Murillo, aquí vemos a la izquierda el que actualmente funciona como claustro
principal que era el patio pequeño pero después de perder el claustro
principal en 1868 este ha pasado a funcionar ya digo claustro principal del
convento y a la derecha el coro bajo que se encuentra a los pies de la
iglesia, cuya sillería y cuyo artesonado de madera son de
principios del siglo XVII y que lo más destacable en él es esta Virgen con
El Niño que lo preside de Mercadante de Bretaña el escultor de las
portadas del Bautismo y del Nacimiento de la Catedral que dan a la
Avenida; es una imagen de final del
siglo XV pero que se encuentra muy restaurada
en el siglo XVIII; bien pasamos a
la iglesia del convento de Madre de Dios, iglesia de cajón o lo que es lo mismo,
de una sola nave rectangular, son dos
muros de ladrillo y tapial, con sus
correspondientes cubiertas, la iglesia
es de 1572 en la reedificación que se
hace en el siglo XVI incluso se ha llegado a especular con la posibilidad de
que fuera trazas de Hernán Ruiz II que no olvidemos que fue el que pone
de moda en Sevilla este tipo de solución, en lo que fue la iglesia del Hospital
de las Cinco Llagas, hoy Parlamento de
Andalucía, solución que van a copiar
casi sistemáticamente la gran mayoría de conventos sevillanos, por lo menos los
conventos femeninos, es una solución barata, rápida de construir y ya digo que
la que se aplica aquí también en Madre de Dios,
vemos el retablo mayor el retablo mayor actual de Fernando de
Barahona de 1704 que sustituye uno anterior de Jerónimo Hernández de
1573, esto también es muy frecuente en
las clausuras sevillanas, normalmente
los primitivos retablos renacentistas son sustituidos después por retablos
barrocos, bien por incendios, por accidente o simplemente porque gusta más esta
estética barroca, en este caso de
principios del siglo XVII con estas columnas salomónicas que articulan las
calles laterales, aquí vemos en el centro el relieve de la cena arriba
la Virgen Del Rosario, no olvidemos la importancia que tiene el rosario para la
orden dominica, aquí tenemos a San Pablo
y San Andrés y arriba Santo Domingo y San Vicente Ferrer, estas pinturas laterales del
presbiterio serían de Lucas Valdés,
aproximadamente sobre 1700 y aquí vemos el arco triunfal de
acceso al presbiterio, presidido por el escudo de la orden dominica; lo más
destacable del templo, pues lógicamente las cubiertas aquí vemos la cubierta
ochavada que aquí casi no se ve pues está muy oscurecida, ahora en restauración, precisamente,
de tipo mudéjar de 1.564, de Fernando Ramírez, Alonso Ruiz y Alonso Castillo, es una con cubierta, ya digo, de ocho paños y que tiene estas
características por estructuras de estrellas mudéjar, vemos por ejemplo una
estrella mudéjar con las distintas ramas y los centros, con los hilos, etcétera; también tienen la nave una cubierta de
artesonado de madera en este caso de 5 paños que también se está
restaurando y todo hay que tener en cuenta que durante el siglo XVI todavía va
a haber muchas iglesias con cubiertas de madera, a partir del siglo XVII vamos a pasar a las
cubiertas de fábrica, normalmente son bóvedas de cañón, son cúpula, están
construidas con ladrillos que permiten esas decoraciones de yesería que se van
a poner de moda en el XVII pero que aquí ya vemos incluso simulada en este arco
en la decoración posterior que se le aplica,
el patronato ¿quién paga esto?,
pues esto lo paga la viuda de Hernán Cortés, Juana de Zúñiga y su
hija Catalina Cortés que además había casado muy bien, porque había
casado con el segundo Duque de Alcalá, el dueño de la Casa Pilatos y
ellas pagan el patronato de esta iglesia, claro lo pagan para posicionarse en
la mejor, en el mejor sitio o lo que lo
mismo, justo delante del Altar
Mayor, con estas esculturas que
se encuentran hoy en día en el Convento de la Cartuja que se las hace Diego
Pesquera aquí tenían ellos un enterramiento con estas esculturas ya digo de
la madre de la hija, esto era muy frecuente en la época y también es muy
frecuente que pasado el tiempo por las monjas quiten las esculturas de aquí y
las lleven a los laterales del presbiterio y de hecho pues vemos que después
pues son trasladadas a los laterales por Juan de Oviedo y Miguel Adán
que hacen estos arcosolios (sepulcros), arcos de medio punto que vemos
aquí, aquí vemos otra donde actualmente están los sepulcros de ambas ya digo
realizados por Juan de Oviedo y Miguel Adán, mientras que estos anteriores hoy
están en la Cartuja, pasaron por Casa
Pilatos, etcétera; otras cosas muy características de los
conventos femeninos en Sevilla, al menos,
es el que en los laterales de la nave de estos muros pues donde se ahora
dan estas arcos donde se van incrustando los retablos de madera, pues aparezcan normalmente enfrentados, uno a cada lado los retablos de los Santos
Juanes, ocurre aquí en Madre de Dios,
aquí vemos a la izquierda restauración Juan Evangelista y a la
derecha el dedicado a Juan Bautista,
incluso se llega a afirmar la distinta procedencia de ambos, no nos
olvidemos que San Juan Evangelista viene de una familia modesta, es el hijo del pastor Zebedeo, de una forma
pues tenía más simpatía por las monjas de origen más modesto, mientras que San Juan Bautista era el hijo
del sacerdote Zacarías, de un hombre
importante y con un estatus y que por lo tanto aquellas monjas que venían de
alta cuna se encontraban más identificadas con él y de alguna forma pues se
generaban como una serie de bandos que cada una intentaban apoyar más o tener
más fervor por el santo correspondiente a su estatus social, y por eso es por
lo que se comenta pues esta presencia no tan características siempre o casi
siempre, los retablos de órdenes femeninas en este caso los retablos son de Miguel
Adán de 1580, pues simplemente como característica y el del evangelista que
está aquí escribiendo su apocalipsis, en su destierro, en la isla de Patmos, el
bautista lo que nos representa el bautismo de Cristo, obviamente pues aquí en el del evangelista
podemos el frontal de altar se ve un poquito estos azulejos tan curiosos
que normalmente son difíciles de ver que son de Cristóbal de Augusta que
representan los cuatro jinetes del Apocalipsis; Cristóbal de Augusta no
lo olvidemos había realizado eso esos famosos azulejos del Palacio Gótico del
Alcázar y aquí vemos por ejemplo la ramera apocalíptica o al Ángel encadenando
a Satanás que aparecen aquí abajo
martes, 22 de noviembre de 2022
ARTES DECORATIVAS DE LA CATEDRAL : ORNAMENTOS SAGRADOS , TEJIDOS Y BORDADOS - 1
FICHA TECNICA DE
ATRIUM
Planeta y faldón de dalmática de terno de difuntos. Cronología: segunda mitad del siglo
XVIII. Autores: Anónimo sevillano. Diseño atribuido a Cayetano de Acosta.
Existen en la colección catedralicia tres ternos de difuntos realizados en el
siglo XVIII. El más interesante es éste que reproducimos, del que se conservan
la casulla, dos dalmáticas, cuatro planetas, seis capillos (de otras tantas
capas, desaparecidas), estolón, parches y puñetas de albas. La casulla lleva
forma de guitarra, ha sido restaurada pasándose toda la decoración bordada a un
raso negro cuando en origen fue de terciopelo. La ornamentación de las piezas
es enteramente barroca, grandes rocallas ascienden entrelazadas mezclándose con
flores menudas en fuerte contraste. La composición, llena de movimiento, no ha
podido sustraerse al esquema simétrico marcado por el eje vertical. Al borde
corre sencilla lacería de estilo gótico-mudéjar. La dalmática tiene también
rocallas siguiendo las líneas de los jabastros y de los faldones. La planeta,
cuya hoja dorsal se prolonga bastante, lleva siete hileras de motivos enlazados
que ascienden desde la punta; unas se perfilan con rocallas y otras con
caprichosas formas florales. Los capillos que se conservan están realizados en
terciopelo, de forma cuadrangular y escotadura convencional en la zona alta; en
todos se repite la misma composición: un medallón circular acoge imágenes en
media figura rodeado de una leyenda y ésta, a su vez, de una corona formada por
rocallas de las que salen ramilletes. Un capillo presenta a Cristo con la cruz
a cuestas y el cirineo, con la leyenda CRUCEN BATULAMSSIS; otro, Cristo
amarrado a la columna, con la leyenda ECCE HOMO. Cuatro capillos llevan efigies
de profetas con sus respectivas leyendas: PROFETA ZACARIAS, PROFETA EZEQUIEL,
PROFETA JEREMIAS, PROFETA DANIEL. Se ha buscado el realismo en las actitudes y
en la expresión de los rostros. Las piezas complementarias de este terno llevan
una decoración de rocallas y flores acomodadas al espacio correspondiente. La
técnica combina puntos planos con otros de relieve destacándose los puntos
enjavado, oro tendido, canutillo de oro, hojuelas, lentejuelas y matizado de
sedas. Por su singular barroquismo es fechable en la segunda mitad del siglo
XVIII, pudiendo deberse al patronazgo del arzobispo Delgado y Venegas.
Capas de imaginería para la Inmaculada.
Cronología: finales del siglo XVI. Autores: Anónimo sevillano, En la Catedral
ha pervivido la tradición de que en las grandes ceremonias y procesiones del
Corpus y la Inmaculada las dignidades deben ir revestidos con capas de
imaginería, por lo que todo canónigo o dignidad que ingresa en el Cabildo debe
aportar la suya, resultando por ello que las series son desiguales. Se
conservan tres series del siglo XVI: las gotizantes (18 capas), realizadas en
los primeros años de la centuria, siguiendo para la imaginería modelos del
pintor Alejo Fernández; las platerescas (11 capas) que tienen como principal
novedad la introducción del balaustre como elemento de soporte; las
renacentistas (6 capas) que se corresponden con las reproducidas en la fotografía
de la izquierda, todas de época de Felipe II, donde el balaustre es sustituido
por la columna de fuste liso, se mantiene el arco de medio punto o rebajado y
se extienden los fondos tapizados de oro. Es interesante apuntar que buena
parte de la imaginería de este conjunto de capas se toma directamente de la
obra de Jorge Fernández en el Retablo Mayor, apareciendo también imágenes
tomadas de las portadas ejecutas en barro por Lorenzo Mercadante y de las
series de vidrieras ejecutadas por Enrique Alemán y Arnao de Vergara. Muchos de
estos bordados se presentan hoy sobre tejidos de época posterior
Gremial para la Inmaculada. Cronología: 1836. Autores: Anónimo
sevillano. En este siglo los ornamentos sagrados van a conocer su decadencia
debido a varias causas: las exigencias sociales se inclinan más a un cierto
pragmatismo sobre lo fastuoso, hay un descenso de espiritualidad y de prácticas
piadosas, pérdida de bienes y privilegios de la iglesia, invasión francesa y
desamortizaciones, desequilibrio político y social, inestabilidad de la
producción artística, especialmente las artes decorativas. El gremial que
reproducimos presenta en la zona preferente la imagen de la Virgen con túnica y
manto; dos ángeles le colocan la corona mientras otros le sostienen y abundantes
nubes cierran el espacio. Es una pieza singular por su virtuosa factura y por
reunir diversas técnicas de bordado en una sola pieza. Todas las piezas de este
juego, especialmente realizado para los cultos de la Inmaculada, que incluye
una casulla, capa del Deán, cinco capas de canónigos, cuatro dalmáticas,
estolón, juego de parces y puñetas, frontal, dosel y gremial, están realizados
en raso azul con rico bordado de oro, buscando la plasticidad utilizando
distintos resaltos.
Zapatos de la Virgen de los Reyes. Cronología: h. 1275. Autores: Anónimo
hispanomudéjar. La imaginería vestida ha tenido siempre gran importancia en el
ceremonial litúrgico de la iglesia sevillana. De la época medieval se conservan
los zapatos de la imagen venerada como Virgen de los Reyes, imagen que, según
la tradición, data de la entrada de Fernando III en la ciudad. Gestoso los
describe con todo detalle situándolos dentro del siglo XIII. Se lamenta de que
los antiguos historiadores sevillanos los recordaran solamente como que son de
cuero con flores de lis y unas letras lombardas que dicen amor. Están
realizadas con fina piel blanca para su mejor adaptación al pie. Miden 25
centímetros de largo siendo la suela de forma muy puntiaguda estrechándose
hacia el talón. La pala se decora con el tema de la flor de lis, de piel
cobriza, que se ha embutido en la piel blanca constituyente de los zapatos; en
torno a ellas van estrellas de ocho puntas y la palabra AMOR. En la zona
posterior el tema central es una cruz con cuatro palomas y estrellas; arquitos,
almenillas, circulillos y aves son elementos secundarios. Cintillas trenzadas
se suman a los bordes. La flor de lis ha suscitado la idea de que los zapatos
podían ser labor francesa pues la imagen de la Virgen de los Reyes fue un regalo
que el rey francés, San Luis, hizo a su primo Fernando III el Santo. Sin
embargo, la técnica es obra hispano-mudéjar, de estilo taraceado o incrustado.
El arte del cuero y de la piel, en todos sus oficios, tuvo gran importancia en
la industria sevillana de la época medieval pero singular auge tuvieron los
chapineros o fabricantes de calzado que completaban la labor de los alfayates
en el arte de la indumentaria. La explicación que puede darse al tema de las
flores de lis, símbolo real francés, es que quiso hacerse honor al origen de la
imagen y no parece probable fueran realizados estos zapatos en el país vecino.
Ningún bordado catedralicio de los siglos XIV o XV ha llegado hasta nuestros
días, si acaso alguno importado, si bien sabemos que en aquellas centurias la
ciudad de Sevilla fue una de las más importantes productoras textiles de toda
Europa, llegando a contabilizarse hasta 3000 telares en la ciudad, de entre los
que destacaba el obrador de la Catedral como uno de los principales. Las
influencias más importantes en cuanto a confección de materiales vienen de
Italia, y en origen, de Oriente, mientras que para la temática se utilizan
sobre todo esquemas compositivos flamencos, tanto para figuras aisladas como
para la representación de escenas de varios personajes, siendo especialmente
llamativo la generalización de modelos derivados de las obra de Jan van Eyck,
que eran interpretados en los cartones por los llamados “iluminadores”,
responsables de los diseños tanto de tejidos como de decoración de libros. Cada
parte del cuerpo o de la indumentaria se realiza con una técnica de bordado
diferente, lo que llevará a un alto grado de especialización a los talleres
principales, capaces de superar en matices a la pintura o la escultura. El
bordado era ejecutado por brosladores, que trabajaban fundamentalmente el hilo
metálico, centrándose en fondos y enmarcamientos; bordadores de seda o
asentadores de imágenes, que trabajaban fundamentalmente en la indumentaria de
las figuras; bordadores de las carnaciones, que representaban con seda las
partes del cuerpo según tratados de anatomía; maestros rostreros, que
individualizaban cada imagen con distintas expresiones y maestros casulleros,
encargados del montaje final de las piezas. En este momento, en las principales
cortes civiles o religiosas, el elemento de mayor prestigio para su propietario
son los tejidos historiados, que ya entonces, y especialmente durante los
siglos XVI y XVII, formaran parte del equipaje o guardarropa de las principales
cortes europeas, que dignificaban sus ceremonias en un suntuoso espacio
decorado a base de tejidos. El poder entonces de una familia tiene en su
colección de tejidos un indicativo muy concreto
Paños de andas del Corpus Christi. Cronología: segunda mitad del siglo
XVIII. Autores: Anónimo sevillano. Forma parte de un juego de cuatro faldones
de la carroza del día del Corpus. Constituyen un conjunto de excepcional valor.
Sobre tisú de plata se ha desarrollado una exuberante decoración barroca con
grandes cartelas de rocallas en cascada de trazo asimétrico, contorneadas de
cinta mixtilinea que ascienden interrumpiendo la línea de la frontalera. En el
interior se presentan pasajes bíblicos y en la zona superior la Giralda
flanqueada por los jarrones de azucenas. En los ángulos y doseleras nuevos
grupos de rocallas articuladas en juegos convencionales. La técnica ha logrado
altos relieves con hilo de oro y diversos puntos técnicos acercándose a la
técnica del repujado de metales. Se conservan también las piezas de asiento de
la custodia, con bordado similar al de los faldones.
Casulla. Cronología: segunda mitad del siglo XVIII.
Autores: Anónimo sevillano. Han desaparecido las divisiones clásicas y la
decoración invade todo el espacio, lográndose una gran riqueza plástica. La
especial configuración no ha evitado el eje central sobre el que se incrustaban
edículos con imágenes religiosas. En la parte posterior (reproducida a la
izquierda) aparecen las figuras de San José, San Pedro y Santiago Apóstol,
todas de cuerpo entero y con sus respectivos atributos, que se cobijan en
hornacinas a modo de fingidas ventanas, a través de las cuales se adivina un
paisaje de perspectiva profunda con elementos campestres y arquitectónicos.
Cada hornacina presenta un perfil distinto como también es distinta la
decoración que las bordea, que tiene un carácter preciosista por influencia de
la orfebrería. El campo de la casulla se cubre con finas rocallas en forma de C
y S, engarzadas entre sí por vegetales de concepción caprichosa. El trazado de
esta rica decoración responde a un barroco depurado y de gran refinamiento,
propio ya del movimiento rococó. La técnica colabora en aumentar las calidades
del cincelado con labor de oro llano utilizando hilillo metálico con mecha
oscura contratando con los motivos bordados de laminillas brillantes. Los
fondos y figuras están bordados con sedas. El bordado en general presenta
valores escultóricos de gran belleza.
Capa de imaginería ara el Corpus Christi. Cronología: primera mitad del siglo
XVIII. Autores: Anónimo sevillano. El inicio del siglo XVIII coincide con la
llegada de la dinastía borbónica y la toma de importantes medidas para rehacer
la producción industrial de tejidos tras el largo periodo de la Guerra de
Sucesión. Muchas de estas medidas consistirán en tomar bajo protección real
determinadas manufacturas. Papel importante tendrán también, ya en la segunda
mitad de la centuria, las Sociedades Económicas, que dirigieron sus esfuerzos
al aspecto docente y formativo del artesano con el objetivo de obtener
productos de calidad estética y técnica para prestigio del arte textil. En
Sevilla se aprecia un influjo de las sedas procedentes de Lyon, con diseños
espontáneos y dispersos, a los que se sumaran las aportaciones del extremo
oriente, conocidas entonces como chinescas y, ya a finales de siglo, los
menudos elementos de rocalla procedentes de Francia. También tendrá importancia
en esta centuria la consolidación en Sevilla del arte de la pasamanería, que
incluye cintería, galonería, cordonería y borlajes, conservándose en la
catedral una excelente muestra de este tipo de piezas, que enriquecían los
bordados tradicionales. La pieza que presentamos es la única conservada de su
serie, si bien estimamos que formó parte de un terno de varias obras. Los
edículos que contienen las imágenes están formados por un pabellón cupulado del
que salen farpas a modo de doselera y hacia los lados, simulando cortinajes
recogidos que se cierran con bellas rocallas. Se conservan los puntos góticos
del fondo y el pavimento solado creando perspectiva. Las imágenes presentan a
San Pablo y San Pedro, San Isidoro y San Leandro, Santas Justa y Rufina; la
indumentaria, magníficamente realizada con puntos matizados y adornos de
bordados en oro, alcanza gran preciosismo y riqueza por sus adornos. La traveta
lleva la Virgen coronada con el Niño en brazos rodeados de resplandores y
rocallas. En el capillo, San Francisco recibiendo los estigmas; el santo,
poseído por el éxtasis, se encuentra en arrobo místico con la visión de Cristo
crucificado en forma de serafín con alas luminosas como antorchas. En el suelo
calavera e instrumentos penitenciales. Constituye el conjunto una pieza
excepcional de exquisito barroquismo.
Encaje inferior de alba. Cronología: segunda mitad del siglo
XVIII. Autores: Anónimo sevillano. Los encajes auténticos que se conservan en
la catedral de Sevilla son escasos, como ocurre en la mayoría de catedrales, ya
que son labores sumamente delicadas que no resisten la acción del tiempo, el
lavado y el uso continuado. En su mayor parte son modelos de estilo barroco
tardío, realizados por la técnica de bolillos. Estimamos que todo el conjunto
conservado es de factura sevillana, realizados en los conventos de religiosas
de clausura. Reproducen encajes extranjeros como una recreación hispana pues se
combinan puntos auténticamente belgas o flamencos con otros de carácter
español. En el siglo XVIII en Sevilla se realizan todo tipo de encajes. Este
que reproducimos presenta grandes motivos florales formando un escudete que
alberga una dama elegantemente ataviada, sentada en una viga tirada por
ángeles, portando un cáliz con la Sagrada Forma.