Martes 7-3-23 (VISITA) ESCULTURA CATEDRAL. MARIANA ESPAÑOLA -I /
ATRIUM / Guía Emilio Rubio / VIRGEN DE LOS
OLMOS (1986) (Hornacina en la
Giralda) [ la de los desayunos en el Cuco, se llama Isabel] Escuela Nacional , dos periodos, del 1400 al 1650,
otro periodo de 1650 hasta el presente;
Emilio pasará un dossier con las
tipologías resumen de iconografías; VIRGEN DE LOS OLMOS (1400) (Capilla de San
Antonio) escuela francesa, parisina, naturaleza, rostro, ropajes, pero últimamente vinculado a Burgos, autores extranjeros de la Catedral de León,
pero se realiza en España, se ubica aquí
en este lugar en 1992, estuvo en una hornacina
en el exterior, en 1791 estuvo en el Corral
de los Olmos antes en 1729, hasta
1791 estuvo en un lateral de la Catedral, estuvo muy dañada por la intemperie, la
retiraron en 1986 se estudia y se hace una ficha para la Magna Hispalense, tuvo mucha devoción, estuvo en el Corral de los Olmos (ocupaba
desde la fuente hasta la portada del Palacio Arzobispal) hasta el siglo XX todo
ese espacio se reorganiza para la exposición del 29, se oxigena el espacio del ámbito de la
Catedral; había construcciones apoyadas
en la Catedral y el Alcázar; la imagen estaba en el dintel del Palacio Arzobispal,
rodeada de exvotos por curaciones y
ayudas a la propia ciudad; aquí en la
capilla de San Antonio se le puso un capitel de castañuela para su exposición ; talla con mucha
naturalidad, impropia a mitad del
siglo XV, imagen mutilada se le cortó la
corona para que entrara en una hornacina, estuvo afectada por la iconoclastia de
algunos periodos; mantiene una azucena; protagonista para la Redención, el cister y la Baja Edad Media, rasgos primitivos,. llevados a la Baja Edad Media ; dedos de peine
, hay otras figuras como en el Convento del Carmen que son del 1300; luego es medieval, es de alabastro, de sus rasgos a pesar de los naturalismos ; VIRGEN DEL PILAR (1500) Capilla de los Aragoneses capilla de los Pinelo ( por eso las piñas)
origen genovés, Francisco y su hermano
Pedro, casa de Jerónimo Pinelo, hay otra casa que es el hotel que impulsó
Carlos Herrera; la Casa de los Pinelo
fue una compensación de El Corte Inglés por el derribo del Palacio de los
Sánchez Dalp, en la Plaza Nueva; Francisco
Pinelo apoyó a Colón, amigo del Papa
, favoreció el viaje; antes fue la Capilla de los Aragoneses; talla de Pedro Millán ( existen obras suyas
en el Hermitage y en el Albert Museum) talla
de barro, policromada, trabaja el barro por su formación en Sevilla, se inspira en Mercadante de Bretaña, de la
escuela borgoñona, escuela flamenca pura
y dura, tendente al realismo
exhala el estilo del norte de Europa, el
barro en Sevilla es abundante y de calidad, por las orillas del Guadalquivir;
Pedro Millán es el que marca los
prototipos y el patrón; es Roque de Valduque
marca el modelo, engancha con Juan
Bautista Vázquez pero antes está Pedro Millán , talla desubicada por
este altar barroco y vitrina; grupo de
la melancolía de la pasión como adelanto de lo que harían en las
escuelas europeas, Niño Jesús muy
interesante por su estilo medio bajo medieval, por los mechones del pelo rubio, los ojos
entornados de la Virgen, estas características las sublima Martínez Montañés
; por policromía dorada con elementos de inspiración vegetal, la virgen sostiene
la bola del mundo, símbolo de salvadora del mundo; Virgen del Pilar para los aragoneses lo
importante es el pilar donde se aparece la Virgen al apóstol Santiago, es de estilo eleoúsa, acaricia los pies del niño, mobiliario del Corpus Christi imágenes
de Roque Valduque, periodo de 1500 pero
ya Juan Bautista Vázquez hace el retablo mayor de la Cartuja, nace en un pueblo de Toledo, pero sus inicios son en Ávila, ya en Sevilla se encuentra con Morell, Juan Girálte , Hernán Ruiz II y Juan Marín; arquitectos, fundidores, pintores, la segunda mitad del siglo XVI se formó con Berruguete
que estuvo en Roma con Miguel Ángel; en la segunda etapa romana coincide con Juan
Bautista Vázquez aparece citado como grabador, como los grandes del Renacimiento, Durero, estaba muy bien considerado el artista
polifacético que pintara, esculpiera o grabara el artista del
Renacimiento, ya no es gremial, sino
multidisciplinar Juan Bautista Vázquez estuvo en Roma tiene una réplica
de la piedad de Miguel Ángel, Juan
Bautista Vázquez hace ; EL FACISTOL Y LA
MADONNA DEL FACISTOL 1560 (Coro
) , el primer proyecto es el facistol , el segundo proyecto será el campanario
de la Catedral con sus esculturas (bustos) el tercer proyecto es el tenebrario,
este equipo trabaja fuera de la
Catedral de Sevilla, para los jesuitas en la iglesia de la Anunciación ;
el facistol representa el cuatrivium helenístico: geometría, matemática, astronomía y música ; parte baja, zona de
metal y taraceas de madera; el facistol
es muy italiano de Jacobo de la Concha y Donatello , perspectiva
de la arquitectura, Juan Bautista
Vázquez realiza el diseño del Giraldillo , el equipo realiza el Monumento a
la Semana Santa, la Madonna del facistol
es de estilo eloúsa (1560) muy miguelangelesco,
cabezas pequeñitas, el niño tiene una cruz;
Virgen tiene una manzana , el triunfo
sobre el pecado original; el equipo también le trabaja a los jesuitas en la
iglesia de la Anunciación, reclamaron a Juan
Bautista Vázquez se hacía una micromagnitud modelo sevillano; Martínez Montañés bebe de Juan
Bautista Vázquez: facistol el templete fue reformado por Aníbal González, Juan Bautista Vázquez deja la imagen de
El Cristo de Burgos; Juan Bautista
Vázquez maestro de Jerónimo Hernández autor de vírgenes como matronas
romanas, modelo de Miguel Ángel, autor clásico Lisipo; Jerónimo Hernández junto con otros autores de
Ávila monta taller en Sevilla, influencia de los abulenses; triada: facistol, tenebrario y campanario y el túmulo de Felipe II,
pero ya sin Juan Bautista Vázquez; niño con postura forzada, como la sibila de la Capilla Sixtina; VIRGEN DE LA
ASUNCIÓN (1593) (capilla de la Asunción) relieve Virgen de la
Asunción, capilla de la Asunción, con San Ildefonso, familia de origen de Alanís; Francisco de la Puebla, en el XVII tradición de recoger a los mecenas,
notoriedad por los enterramientos, muy
importantes las pinturas de esta capilla Virgen con cabellos rubios, sin niño cara ladeada, influencia de Juan Bautista Vázquez, autor puede ser Gaspar Muñoz Delgado
rodeada de letanías lauretanas, reja
original de 1568 capilla de los alabarderos vinculada a las pinturas, reja original, idea de Pedro Delgado y realizada por Hernán
Ruiz II, capillas de alabastro de la catedral
, con ciertos diseños de Diego de Riaño modelo de esta reja para la Catedral, sirvió para los enterramientos privados; VIRGEN LA CIEGUECITA ( ) Capilla de la Inmaculada; La Cieguecita,
Capilla de Francisco Gutiérrez Molina jurado, era representante
civil de la collación y doña Jerónima Zamudio, su mujer; los dorados de Francisco Pacheco
también hace los dorados a Juan Martínez Montañés estaba delicado por la
muerte de Juan de Mesa, los comitentes
le ponen un juicio por no cumplir con el contrato, tuvo otros pleitos, la abadesa de San Clemente,
con mucho poder, lo excomulgó, a pesar de llamarlo el “Dios de la madera”
pero se disculpa diciendo que esta Virgen será la mejor; talla de San Juan Bautista y de Gregorio Papa y
otras figuras; dorado por Baltasar
Quintero también por Pacheco , la Virgen y sus ropajes fueron
enriquecidos en el XVIII; iconografía de la Inmaculada se simplifica con
Juan Martínez Montañés, antes descenso
de los cielos muy rodeada de símbolos, Martínez Montañés quita adornos, este modelo se impuso para el resto de los
tiempos; 1517 voto de la Hermandad del Silencio,
con una espada para defender el dogma de la Inmaculada; imagen tiene aditamentos de cera y escayola, es curioso que haya llegado a tanta devoción, a pesar de ser una capilla particular; tarifas de Martínez Montañés eran muy elevadas,
el equipo era muy competente de
doradores y carpinteros; procesión de 1917 con niños disfrazados de los
protagonistas de la Inmaculada, como Manuel
Cid o Vázquez de Leca , milagro de Empel se conserva en Zamora, en 1662 bula para que se pueda rendir culto en
los territorios hispánicos y en 1718 se hace extensivo a todo el territorio del
mundo; en la Inmaculada la Virgen tiene
15 años, en la Asunción tiene bastante
más edad modelo muestra vergüenza y está abrumada; es clave este aspecto; VIRGEN DE LA
ENCARNACION (capilla de Juan Serón Olarte) jurado, representante civil de la collación de la
Magdalena, caballero 24, capilla de al
lado, comercio y fundición, Virgen de la Encarnación aparecen los
evangelistas y otros santos como San Antonio, ropajes y cabelleras, obra de Francisco de Ocampo uno de los
autores con origen en el taller de Martínez Montañés, Ocampo bebe de Martínez Montañés que es el
gran innovador, Virgen estática rostros
anchos , mentones pronunciados, ojos
cerrados entornados, influencia de Montañés;
ángel con él mechón muy característico, los mechones, las cejas, la boca pequeña, son claves de Martínez Montañés, policromía de Baltasar Quintero
característica de Ocampo, estrabismo de
las pupilas, evolución de la devoción mariana;
Pedro de Mena es una VIRGEN DOLOROSA, (vitrinas de la exposición de la catedral) polícromo.
último representante de las vírgenes gloriosas, imágenes con cara gloriosa y
por detrás, se tallaba una Virgen dolorosa, después ya se hicieron distintas; las
vírgenes gloriosas y dolorosas por separado; las vírgenes dolorosas las introdujeron los
servitas, nuevas iconografías marianas
la Macarena del XVII y Las Cigarreras del XVII,
más calidad en Las Cigarreras, iconografía
con lágrimas no originales, rostros muy
alargados, policromías más realismo con Pedro
de Mena
FICHAS ATRIUM
Virgen de Los
Olmos. Cronología: H. 1400. Autores: Anónimo. Se encuentra en la
capilla de San Antonio, primera del lado del Evangelio comenzando desde los
pies del templo. La advocación de la imagen hace referencia al antiguo Corral
de los Olmos, recinto frontero a la mezquita-catedral que tenía varios
ejemplares de esta especie arbórea en su perímetro, y donde estuvieron
instalados, desde mediados del siglo XIV, los cabildos eclesiástico y civil.
Dentro del corral la imagen estaba situada sobre la puerta de acceso a la sala
de reuniones del cabildo eclesiástico, en cuya fachada había además numerosos
exvotos alusivos a los milagros que se atribuían a la intercesión de esta
imagen. Según Pablo Espinosa de los Monteros en 1629 fue trasladada a la
entrada del corral y, cuando derribaron el recinto en 1791, quedó instalada en
el nicho del frente oriental de la Giralda, bajo el primer balcón, donde
permaneció hasta 1987. Quizás en uno de estos cambios de emplazamiento, y para
acoplarla al hueco arquitectónico, le fue seccionada la parte superior de su
corona de piedras talladas. La imagen está esculpida en alabastro, con notable
calidad en composición y terminación de detalles. Presenta características
propias del estilo gótico internacional, con silueta en forma de rombo, rasgo
que la vincula con las obras de influencia francesa, donde predomina la
verticalidad y un diseño de paños con amplios plegados. La expresión de la
Virgen en relación con el Niño obedece a las tendencias naturalistas de las
imágenes realizadas en las escuelas francesas desde mediados del XIV hasta bien
avanzado el siglo XV, y si bien la bibliografía tradicional la ha vinculado con
algún anónimo escultor de la escuela parisina, en los últimos años varios autores
han sugerido que puede tratarse de una obra realizada en los talleres
escultóricos activos en las catedrales de León o Burgos, razón que nos mueve a
incluirla en el grupo de imágenes marianas de escuela nacional. El Niño, vivo y
atrevido, acorta las distancias con su madre agarrándola de la toca con un
gesto infantil, de conseguido realismo. La Virgen tiene pómulos y mejillas
redondeadas y un característico hoyuelo en el mentón, propio de las obras de
transición entre los siglos XIV y XV. En la actualidad cuenta con una réplica
realizada en 1987 por el escultor Juan Luis Coto que se ubica en el nicho de la
Giralda donde estuvo emplazada desde 1791.
Virgen del
Pilar. Cronología: h. 1500. Autores: Pedro Millán. Ubicada en la
capilla homónima localizada en la cabecera de la nave del Evangelio, junto al
acceso interior de la Giralda, recinto en un principio donado por el cabildo
eclesiástico a la comunidad de aragoneses residentes en la ciudad y más tarde
adquirido como enterramiento particular de la familia Pinelo, cuyo presencia en
Sevilla se documenta desde 1473 en la figura de Francisco Pinelo, comerciante
de origen genovés vinculado con la banca y el comercio internacional con países
de Europa, África y, a partir de finales del XV, América, amigo del papa
Inocencio VIII, también genovés, y de Cristóbal Colón, que ostentó diversos
cargos públicos en de la ciudad y llegó a convertirse en uno de los más ricos e
influyentes personajes de la Sevilla de fines del XV. Fue la devoción a la
Virgen del Pilar una de las características que identificó a los aragoneses
residentes en el barrio de la Mar, uno de los sectores de la antigua collación
de Santa María o Catedral. La titular de esta advocación, realizada en barro
cocido y policromado, presenta unos rasgos que la vinculan a la imagen que
recibe culto en Zaragoza, más aquí muestra una composición ligeramente
distinta, apoyada en un pilar que justifica su nombre. La Virgen está
representada con empaque señorial y un dejo de tristeza en su rostro, que,
según Hernández Díaz, corresponde a la variante iconográfica llamada melancolía
de la Pasión. En su brazo izquierdo porta al Niño, imagen singular por los
llamativos mechones rubios que le caen por la frente, que sostiene la esfera
terráquea con la mano izquierda y bendice con la diestra, con carácter deífico.
La obra es excepcional desde el punto de vista artístico, destacando el dominio
del modelado y la cuidada policromía sobre fondo dorado oscuro, que le aporta
una particular elegancia. Está firmada en la peana bajo los quebradizos
pliegues por Pedro Millán (Po Milla). Se fija su cronología en 1500, en
atención a su naturalismo en ropajes y expresividad. La imagen tuvo notable
repercusión en el rango de influencia de la archidiócesis sevillana, motivo por
el que se le atribuyen a Millán una larga serie de efigies similares. El autor,
de origen incierto, se considera el último eslabón del gótico borgoñón antes de
la irrupción del renacimiento en Sevilla. Su formación se vincula a la estancia
de Mercadante de Bretaña en Sevilla, con quien presenta claros paralelismos. Su
obra, muy estimada por los especialistas, se localiza en museos de Sevilla, San
Petersburgo y Londres.
Virgen del
Facistol. Cronología: h. 1560 Autores: Juan Bautista
Vázquez. Se ubica en el remate del facistol catedralicio, en el centro del
coro. Coincidiendo con la inauguración del monumento de la Semana Santa el
cabildo decidió hacer un nuevo atril para el coro, en cuyo diseño puso de
manifiesto el arquitecto Hernán Ruiz II su originalidad para idear muebles
litúrgicos. A Juan Marín se le encargan las decoraciones embutidas en dicho
mueble (fundidas en bronce por Bartolomé Morel) y a Vázquez la realización de
las figuras que van en el templete que culmina el conjunto, a saber, los cuatro
evangelistas, el crucifijo y la Virgen con el Niño que nos ocupa. Esta
bellísima imagen, de 35 cm. de altura, está estrechamente ligada a la Virgen de
las Fiebres que el propia Vázquez realiza para la parroquia de la Magdalena y a
la Virgen de la Piña de la iglesia lebrijana de la Oliva. Hernández Díaz apunta
“el bello juego compositivo de la mitad superior de la imagen, que se abre
teniendo por extremos las manos de la señora y la cruz que porta el niño, de
gran interés en la evolución escultórica sevillana”. Según Alfredo Morales la
imagen recuerda en su rostro al Giraldillo, cuyo diseño también puede
atribuirse al mismo autor. Las noticias de los libros de fábrica de la catedral
referentes a este facistol nos dicen que a Vázquez se le paga por las
esculturas, a Marín por los modelos en cera para los relieves de bronce y a
Morel por la labor de fundición. Este mismo equipo, más el arquitecto Hernán
Ruiz II y el escultor Juan de Giralte, elaboran y ejecutan por estos años los
proyectos del campanario de la Giralda y del tenebrario, máximos exponentes del
arte renacentista de la segunda mitad del siglo XVI en Sevilla.
Virgen de la
Asunción. Cronología: h. 1594. Autores: Anónimo,
policromía de Alonso Vázquez. Se encuentra en el altar homónimo, junto a la
Puerta de los Palos. Esta capilla es fundada por el jurado Juan Cristóbal de la
Puebla y su esposa en 1523 para enteramiento propio y de sus descendientes, si
bien las obras de arte que lo adornan son de finales del XVI. Sabemos, gracias
a la investigación de López Martínez, que las pinturas se contratan con Alonso
Vázquez en 1594. En el centro se dispone un relieve de la Asunción y dos efigies
pintadas de San Ildefonso y San Diego de Alcalá. Con respecto a la autoría del
relieve se ha venido repitiendo su proximidad a los modelos de Bautista
Vázquez, si bien la cronología del contrato no apoya esta teoría, pues Vázquez
fallece en 1588. Nos atrevemos aquí a vincularla con la producción de Núñez
Delgado, por similitudes con la Inmaculada que este autor realiza para la
parroquia sevillana de San Andrés.
Inmaculada.
Cronología: 1631. Autores: Juan Martínez Montañés. La iconografía de la
Inmaculada en la producción final de Montañés se libera de todos los símbolos
propios de esta temática desde tiempos medievales, estando rodeada sólo de
ángeles, a veces sobre una media luna y otras aplastando la cabeza de una
serpiente como símbolo de la victoria sobre el pecado original. La España
mística del XVI ejemplarizó su propia versión, siendo Montañés quien, asumiendo
este nuevo concepto, creó los más logrados modelos del asunto. La talla que nos
ocupa presenta a la Virgen como una adolescente en actitud de descender del
cielo a la tierra. La imagen aparece de pie sobre una base compuesta por tres
cabezas de querubines y media luna, ataviada con vestido blanco y manto verde y
azul que se decoran mediante rico estofado con incisiones y decoración floral.
La cabeza se nos muestra levemente inclinada hacia la derecha y en dirección
diagonal respecto al cuerpo. Si nos centramos en el rostro advertimos un leve
arqueamiento de las cejas y los labios cerrados esbozando una incipiente
sonrisa, características que proporcionan un gesto sereno de acusada influencia
clásica. La cabellera, dispuesta en amplios mechones, sirve de enmarcamiento al
rostro y cae generosa por la espalda. Las manos, separadas del cuerpo y
desplazadas hacia la izquierda, se encuentran en actitud orante, unidas
únicamente por las yemas de los dedos. La policromía del conjunto, en tonos
mates, fue ejecutada por Francisco Pacheco, si bien en 1779 se enriquece con
adornos de rocalla en el manto y la túnica. La obra ha sido restaurada y
modificada en varias ocasiones, siendo especialmente agresivas, por una parte,
la colocación de una aureola en la parte posterior fijada mediante tornillos, y
por otra, la adaptación de una placa metálica fijada a la base para la sujeción
de la imagen en las contadas salidas procesionales que ha presidido. También se
advierten añadidos de cera en los párpados y las manos para corregir pérdidas
de policromía y rellenos de escayola para cerrar aberturas de la madera o
reconstruir los pliegues del manto. En cuanto a su historia material es
interesante precisar que la imagen responde a un encargo de los patronos de la
capilla de la Inmaculada, una de las cuatro denominadas de los alabastros, que
rodean el coro por sus frentes norte y sur. Los comitentes, Francisco Gutiérrez
de Molina y Gerónima de Zamudio, cuyos retratos pintados por pacheco aparecen
en los laterales del banco del retablo, concibieron en principio una capilla
dedicada a San Juan Bautista, pero la intensidad del movimiento mariano que por
esos años se vivía en Sevilla les movió a modificar el proyecto original. Fue
Gerónima quien encarga la obra al escultor en 1928, un año después de la muerte
de su esposo. El trabajo no se entregó en su fecha, lo que originó un proceso
judicial no resuelto hasta 1631. Las razones que se esgrimen por parte del
artista para justificar el retraso hablan de una enfermedad física, si bien
otros autores mencionan la severa depresión que sufrió el alcalaíno a
consecuencia de la muerte de su discípulo y amigo Juan de Mesa. Desde su estreno
la imagen no se ha movido de su ubicación salvo rarísimas excepciones, por
ejemplo cuando procesionó en 1917 para conmemorar el III Centenario del voto
inmaculadista o más recientemente en la efemérides del nacimiento del artista,
exponiéndose en el museo de Bellas Artes. Desde su estreno está unánimemente
considerada por la crítica especializada como una de las cimas del arte español
de todos los tiempos.
Anunciación
(Capilla de la Encarnación). Cronología: 1637. Autores: Atribuido a Francisco
de Ocampo. Se encuentra en la capilla de la Encarnación, una de las cuatro que
integran el conjunto llamado de los alabastros. La identidad de los patronos
que dotaron este recinto, el caballero veinticuatro Juan Serón Olarte y su
esposa doña Antonia de Verástegui, ha sido siempre conocida gracias a la
inscripción que recorre su reja. Fue este ilustre vecino de Sevilla, de origen
vasco y avecindado en la collación de la Magdalena, de la que era también
Jurado ante el cabildo civil, un destacado comerciante de metales preciosos. El
7 de diciembre de 1635 es cuando el cabildo eclesiástico adjudicó esta capilla
por la considerable suma de dos mil ducados de plata. En el concierto se alude
al emplazamiento como “la capilla de los alabastros que es del santo cristo de
la columna y ahora ha de ser de la Encarnación de Nuestro Señor”. En cuanto a
las esculturas del conjunto diversos historiadores destacaron su calidad,
singularmente la de sus imágenes principales, trabajadas “con inteligencia del
arte” a decir de Ceán Bermúdez. Y también llamaron la atención sobre su
carácter montañesino, siendo en ocasiones su imaginería atribuida a la gubia
del maestro alcalaíno. Sería el profesor Hernández Díaz quien las vinculara por
afinidades estilísticas al quehacer de Francisco de Ocampo. El contrato de
estas imágenes, datado el 23 de julio de 1637, permite refrendar dicha autoría,
así como acrecentar el relativamente reducido catálogo de obras conservadas y
seguras del maestro. Se incluye este conjunto entre sus últimas creaciones, pues
fallecería en 1639, poco tiempo después de haberlas ejecutado. Hacía entonces
más de cuarenta años que este escultor de origen jiennense había llegado a
Sevilla para aprender el oficio junto a su afamado tío, Andrés de Ocampo. Bajo
estos condicionantes comenzaría el artista a trabajar en su obrador, teniendo
que materializar en la obra que nos ocupa un asunto, el de la Encarnación de
Jesucristo, del que no conocemos paralelos en su producción conservada. Para
componer la escena resulta evidente que Ocampo se inspiró en la conocida
estampa abierta por Cornelis Cort en 1571 sobre la Anunciación con los Profetas
que Federico Zuccaro pintó para la iglesia de la Annunziata de Roma. Repiten
las esculturas de Ocampo fielmente la disposición y los ademanes de las
imágenes del original italiano, siendo más que probable que el grabado de Cort
figurase en la extensísima colección de estampas que poseyó su tío Andrés y que
heredaría en gran parte Francisco. Con la serena y recogida actitud de la
Virgen contrasta la mayor expresividad de San Gabriel en su anuncio del mensaje
divino. Sus rostros de clásico perfil resultan de gran belleza y muestran
rasgos propios de Ocampo como la anchura facial, de mentón pronunciado, siendo
especialmente reveladores sus ojos, de párpados entornados y pupilas que acusan
una leve asimetría. Por otra parte, se advierte en ellas claramente el influjo
de Montañés en el tratamiento del cabello, denotando igualmente dicha
influencia en los ropajes, tallados a base de gruesos pliegues que caen
verticalmente. Recoge la Virgen su manto con uno de sus brazos, generando un
claro acento diagonal y pliegues de rica plasticidad, que dinamizan su figura y
potencian el juego de volúmenes y efectos de claroscuro. Es de resaltar también
el hermoso estofado que enriquece las telas de ambas figuras, así como el
vistoso cromatismo de las alas del arcángel. De esta labor de policromía y
dorado, no sólo del retablo y de sus imágenes, sino también de la reja de la
capilla, sabemos que se encargó el notable artista Baltasar Quintero.
Dolorosa.
Cronología: h. 1680. Autor: Atribuida a Pedro de Mena. Se encuentra en la
capilla de los Dolores, en la nave de la Epístola, espacio que sirve de acceso
a la sacristía de los Cálices, dentro de una hornacina cerrada por cristal que
preside el banco del retablo principal. La imagen, que no llega a medir un
metro, se cree que llega a la catedral mediante donación de la condesa de
Valdeinfantes realizada en el siglo XIX. Las características que se aprecian en
el rostro y las manos la sitúan como obra cercana a la estética del escultor
granadino Pedro de Mena y Medrano, fallecido en 1688. Se trataría, de
confirmarse esta autoría, de una obra muy singular dentro de su producción,
pues son escasas las imágenes de este artista concebidas para ser vestidas con
telas naturales. Pedro de Mena, formado junto a su padre Alonso, se especializó
en temas pasionistas e imágenes dolorosas de la Virgen, muy demandadas entonces
por las órdenes religiosas. Los rostros de sus imágenes presentan un acusado
alargamiento y gran patetismo en su expresión, que se acentúa más si cabe por
el realismo de sus excelentes policromías.