Jarro funerario y timiaterio para ungüentos
el carro restaurado
NOTAS: (EXP) LA JOYA: VIDA Y ETERNIDAD EN
TARTESO VISITA
GUIADA / guía Jorge Cotallo
Blazquez, miembro de la Asociación Cultural Arqueo Huelva / nos habla de los escarabeos ( con
origen en los escarabajos egipcios), nos pregunta si sabemos que lo está al
lado son huesos de corvina (elemento
antropofágico y mágico) , vemos algunos amuletos egipcios, había un banquete previo al sellado de la tumba, se depositaba
el ajuar, con la peculiaridad de los vasos conoiformes ( de tres en tres) ; bandeja con inscripciones importantes del sol y la
luna ; cuchillos de hierro y marfil ; [el detalle de las manos colgando
es para destacar que las manos aguantaban los aguamaniles] INHUMACIONES TUMBA 14 : las piezas de marfil son
del mismo hipopótamos, hebilla
con bolitas de oro, TUMBAS 24 CREMACIONES ; la Tumba 17 ( la tumba del vcarro), indica que
este objeto se usó en vida; los tapacubos pueden ser panteras o pueden ser
linces, con arreos de bronce, la madera original es de nogal ( pero la réplica
se hizo en roble) ; el acanalado se investigó y es vertical, similitud con los
carros asirios, (paralelos ) , la sociedad Arqueo Huelva fue futo del proyecto
de creación del carro, todavía quedan tumbas por excavar, la ciudad que tiene
más cerámica griega después de Grecia es Huelva ¿?; existe otra tumba de cierta
importancia en el Parque Moret, también en La Orden-Seminario hay ídolos y “lloras”
(casas del campo) ; el muro que se ve en
San Pedro es un muro almohade, debajo debe estar el muro fenicio ; se ha constatado
de la existencia de dos puertos , la “ciudad” de Huelva se estima que tenía 35 hectáreas
, desde esos puertos hasta el cabezo de la Joya y la orden Seminario
EXPOSICIÓN LA
JOYA: VIDA Y ETERNIDAD EN TARTESO / Patrocina Fundación Atlantic Copper
RESUMEN : la necrópolis de La Joya , con cerca de 30 tumbas
excavadas, pero todavía sin terminar, demuestra que la sociedad existente en
esa época del bronce, mantenía relación con pueblos orientalizantes, dado los
ritos funerarios que aquí se han comprobado, existen tres zonas , se comprueba
que hay una zona de más prestigio ( sepulturas principescas) y los ajuares encontrados son más importantes,
en varias hay testimonios de banquetes funerarios y lo que ha supuesto un gran
avance, la existencia de un carro que indica la importancia de su propietario y
que dicho carro era de uso habitual; nos hablaron de una extensión de la ciudad
de 35 hectáreas, en estos enterramientos también son interesantes ( además de
los ajuares) los elementos de preparación de los cuerpos (purificación) y los rituales para relacionar el alma de las
personas fallecidas con los dioses; es
de destacar una arqueta de marfil y las piezas recuperadas de bronce ( sus
esquinas) que relaciona esas arquetas con el mundo egipcio
TUMBAS Y RITOS la conformación de una sepultura es
un proceso complejo, resultado de prácticas rituales normalizadas, pero
diferenciadas que reflejan las creencias sobre la vida y la muerte de las
sociedades del pasado; interpretar esos ritos y su significado es una de las
tareas fundamentales, aunque no siempre es sencilla, de la arqueología
funeraria; las tumbas de La Joya presentan
una gran variedad pero siguen patrones recurrentes que permiten desentrañar los
rituales funerarios del periodo orientalizante , el estudio de sus
estructuras, ajuares, y restos antropológicos y paleo biológicos nos acerca a
la sociedad , la religión y la mentalidad de la Huelva tartésica,
parte del registro arqueológico se relaciona con su papel social de los
individuos en vida, su riqueza y su prestigio ; otra parte
con la preparación del cuerpo para su tránsito al más allá y con los
propios ritos funerarios en los que convivieron la cremación y la inhumación
; finalmente algunos vestigios responden a la ceremonia conmemorativa realizada
durante el sepelio e incluso tiempo después; este episodio histórico y cultural
es conocido como cultura tartésica, término derivado de Tartessos, el nombre con
el que los griegos designaron esta remota región de Occidente, situada en los
confines del mundo conocido, la ciudad de Huelva jugó un papel protagonista en
el mapa de Tartessos gracias a la importancia de su puerto estratégicamente
situado para el comercio de los metales; la llegada de los fenicios a las
costas de la península Ibérica e impulsó una serie de transformaciones
decisivas para las poblaciones asentadas en lo que hoy conocemos como Andalucía;
en este contexto nacen los primeros núcleos
urbanos que en torno a sus territorios más cercanos se consolidaron como
pequeños estados o centros de poder siguiendo el patrón que se extendía por
todo el Mediterráneo mientras se produjeron profundos cambios sociales e
ideológicos
(1) LA JOYAESPACIO ORGANIZADO la importancia de La Joya no solo estriba en
la riqueza de sus ajuares, la necrópolis está organizada en 3 zonas
correspondientes a distintos sectores sociales constituye por tanto una
verdadera microcosmos de la Huelva tartésica y un testimonio excepcional para
conocer la estructura social de las ciudades oriental, el sector a)
y la parte más alta del cabezo el sector a se sitúan las tumbas más fastuosas
de estructuras más grandes y de más ricos ajuares incluidas las tumbas
principescas; en esta zona conviven cremación e inhumación y corresponde a los
sectores más destacados de la sociedad junto a estas áreas en el sector b)
se han documentado varias sepulturas de inhumación desprovistas de ajuar se
trata de una zona a un poco estudiada pendiente de análisis más detallado que
permiten interpretar mejor su función y el estatus de sus ocupantes las
excavaciones más recientes han sacado a la luz un tercer espacio c)
funerario en la parte baja del cabezo compuesto exclusivamente por tumbas de
cremación aunque de menor tamaño y riqueza estas tumbas contienen objetos
suntuarios lo que sugiere que también pertenecían a individuos con cierto rango
dentro de la comunidad todas estas tumbas corresponderían a grupos sociales de
condición aristocrática, la potestad de enterrarse en el espacio sagrado de la
necrópolis era un privilegio restringido a unos pocos
(2) PREPARANDO EL CUERPO EL CUERPO existen evidencias en sepulturas
prehistóricas que testimonian ritos de preparación del cadáver para su
tránsito al más allá sin embargo en la edad de hierro con el auge de la
aristocracia orientalizante cuando estos rituales alcanzan su máximo esplendor
reflejando prácticas que los fenicios y otras poblaciones semitas
realizaban desde tiempos remotos, muchos
de los objetos depositados en las tumbas de esta época y en La Joya en
particular pueden vincularse a estas ceremonias purificadoras y embalsamatorias
formando en algunos casos conjuntos específicos claramente identificables el
cuerpo debía someterse a un lavado ritual una costumbre profundamente arraigada
en la tradición semita para los personajes más destacados este proceso se
llevaría a cabo con vajilla metálica compuesta por una palanganero o aguamanil
con asas y un jarro de diferentes formatos elementos recurrentes en numerosas
tumbas artísticas especialmente en la joyería estos recipientes a menudo
decorados con motivos religiosos y mitológicos no solo se usaban en ceremonias
de purificación en vida sino que también adquirieron un valor simbólico y
representativo de la realeza tartésica los vasos de alabastro hallados en las
tumbas como la 9 o la 17 habían contenido sustancias aromáticas como
bálsamos ungüentos empleados para perfumar el cuerpo también se han
encontrado aunque en menor cantidad en las tumbas de la zona baja de la
necrópolis los huevos de avestruz y las paletas cosméticas pueden
estar relacionadas con esta fase preparatoria del cadáver los primeros suelen
contener pigmentos mientras que las paletas que utilizaban en tareas de
maquillaje y embellecimiento del rostro en algunas tumbas junto a los difuntos
sus sets lustrales y de belleza se han identificado vestigios de tejidos No
obstante las condiciones de conservación no permiten determinar si corresponden
a vestimenta o a sudarios empleados para cubrir el cuerpo tras la purificación
el propósito de estos rituales era dignificar al fallecido y facilitar su
acceso a la morada de los dioses familiares junto a sus antepasados, aunque
muchas de estas ceremonias tienen ecos en la tradición semita oriental la
disposición de los objetos en las tumbas o su relación con los difuntos
presentan diferencias significativas con respecto a las necrópolis fenicias
como la de Ayamonte situada muy cerca de La Joya
(3) ANTES DE PARTIR las sociedades que creen en la
vida después de la muerte suelen concebir que el papel social de los difuntos
se prolonga en el más allá en los numerosos en los nuevos escenarios imaginados
que surgen tras fallecimiento por ello la inclusión de los símbolos visibles de
su estatus la sepultura junto al cadáver adquiere una importancia fundamental
los objetos de adorno personal directamente asociados a la riqueza y
el rango social cobran especial relevancia en los ajuares funerarios de
todas las épocas estos elementos se depositan junto a otros marcadores de
estatus, género o rol dentro
de la Comunidad de acuerdo con sus creencias y tradiciones al mismo tiempo
durante las ceremonias funerarias estas piezas subrayan su significado
simbólico al estar vinculadas al cuerpo durante su traslado y exhibición los
ajuares de La Joya reflejan estas creencias incorporando una variada gama de
objetos de lujo que no solo evidencia el alto estatus de los individuos
enterrados sino también algunas de las funciones que desempeñaron en su
comunidad las joyas de oro y plata aunque poco frecuentes indican la presencia
de mujeres de elevado rango como se observa en la tumba 9 una sepultura
doble; las fíbulas son
extraordinariamente escasas con apenas un ejemplar documentado lo que
representa una particularidad de la necrópolis en contraste los broches de
cinturón son mucho más numerosos y variados trabajados en bronce plata y hierro
con distintas tipologías que enriquecen el conjunto del yacimiento y le dan
diversidad las armas otro indicador de estatus son poco frecuentes en las joyas
siguiendo la tendencia general de las tumbas tartésica se han hallado
ejemplares de hierro y en excavaciones más recientes también de bronce que
podrían representar de forma simbólica y residual el estatus guerrero de las
élites del bronce final también documentadas en el antiguo depósito de
la ría muchos de estos objetos presentes presentan decoraciones figurativas
de carácter mitológico o religioso lo que sugiere un especial proximidad de
estos personajes con el mundo de lo sagrado estas imágenes evocan el carácter
sacro de las monarquías tartésica y su estrecha vinculación con el ámbito
divino y lo sobrenatural
(4) PREPARANDO EL ALMA en la necrópolis de La Joya
están documentados los dos principales ritos de tratamiento del cadáver para su
tránsito al más allá la inhumación y la cremación no parece
existir una relación directa entre la elección de estos dos fórmulas y la
extracción social de los difuntos ni tampoco que respondan a distintos orígenes
culturales ya que ambas prácticas se aplican a conjuntos funerarios con
características muy diversas en las sepulturas más destacadas como las tumbas
17 y 18 se practicó la inhumación sin embargo también hay enterramientos
de gran envergadura como las tumbas 12 y 16 que cuentan con notables ajuares y
en los que se siguió el rito de la cremación la cremación es mayoritaria en
las sepulturas de la zona baja excavadas en 1990 y 9 y 2 1019 las cuales parecen
corresponder a individuos de rango inferior respecto a los enterrados en la
parte más elevada del cabezo Por otro lado en la llamada zona b)
predominan las inhumaciones sin ajuar situadas en proximidad a las tumbas más
ricas estas sepulturas de la zona b están escasamente estudiadas y plantean
interrogantes interpretativos que constituyen un desafío para futuras
investigaciones las tumbas de inhumación mejor conservadas muestran a
los difuntos en decúbito lateral con las extremidades ligeramente flexionadas y
el ajuar funerario dispuesto alrededor del cuerpo algunos objetos como
los broches de cinturón no se encontraban colocados sobre el difunto sino junto
a él como ocurre en la tumba 14 reconstruida en esta sala la cremación presenta
dos modalidades en la mayoría de los casos los restos óseos se depositaban en
una urna cerámica o excepcionalmente en una de bronce como en la tumba 1 más raramente
los restos de la cremación se dejaban in situ en el fondo de la fosa sobre los
cuales se disponía el ajuar y se realizaban las ceremonias fúnebres este es
el caso de la tumba 24 también reconstruida en esta exposición para proteger el
alma del difunto en su viaje al más allá algunas tumbas incorporaban
amuletos o escarabajos con inscripciones mágicas o religiosas No obstante
esta costumbre es más frecuente la tradición fenicia propiamente dicha el uso
simultáneo de la inhumación y la cremación es común en los espacios funerarios
asociados a la cultura tartésica de Andalucía occidental aunque en cada
territorio presenta particularidades propias
(5) EL ULTIMO ADIOS en las tumbas de La Joyas se han hallado
objetos que deben asociarse a las últimas ceremonias realizadas durante los
sepelios una vez que los cadáveres fueron incinerados o inhumados junto a su
ajuar la mayoría de estos objetos son vasos cerámicos relacionados con la
ingesta de alimentos y bebidas lo que permite interpretarlos como vestigios
de los banquetes funerarios celebrados antes de cerrar deliberadamente
los sepulcros; las excavaciones más recientes han afirmado de manera
contundente la existencia de estos banquetes en la tumba 28 por ejemplo además
de recipientes cerámicos se localizaron restos de animales sacrificados y
consumidos durante el ágape una vez sellado el lóculo en otros sepulcros de la
zona baja se han identificado conjuntos similares los registros de los primeros
campañas de excavación también evidencian estas prácticas colectivas en tumbas
como las 9 las 12 y las 16 platos y cuencos aparecen apilados sobre los restos
funerarios junto con vestigios de alimentos la revisión del registro sugiere
que estos elementos fueron depositados cuando los fosas estaban cerradas
posiblemente sobre tablas sones de madera y que una vez conducida la ceremonia
la tumba se sellaba de manera definitiva las vajillas halladas en estas tumbas
muestran patrones recurrentes platos y cuencos de engobe rojo fenicio cerámicas
a mano tanto toscas como finas y copas decoradas probablemente destinadas al
consumo de vino los restos de animales identificados incluyen ovinos caprinos y
cerdos la cantidad de vajilla acumulada no solo refleja la riqueza del difunto
sino también la importancia de su redes clientelares o familiares quienes
participarían en esta ceremonia de despedida reforzando así su
prestigio y poder los banquetes o ceremonias convivía les eran una tradición
arraigada en las aristocracias antiguas además de su dimensión religiosa al
dar cabida a los dioses cumplían una función social clave fortaleciendo la
cohesión del grupo su incorporación a los funerales tartésico se explica por la
entrada estrecha relaciones de esta cultura con las tradiciones del
Mediterráneo oriental donde estos rituales estaban presentes desde la edad del
bronce
TUMBA 14 la tumba 14 que aquí se recrea con sus
piezas originales es una de las inhumaciones mejor conservadas de la necrópolis
corresponde a un individuo adulto depositado en decúbito lateral en el fondo
de la fosa su ajuar incluye un vaso de bronce de perfil escalonado único en su
género una paleta y un peine decorado ambos de marfil y pequeños objetos de
adorno sin embargo lo más destacado es el magnífico broche de cinturón de
oro y plata hallado junto al cadáver decorado con un diseño calado típicamente
fenicio el cinto se guarnecía con clavitos de plata dorada llama la
atención la ausencia de cerámica dentro de la fosa aunque en su exterior se
recuperaron fragmentos de recipientes que podían haber pertenecido a un
banquete funerario similar al de otras sepulturas de La Joya este tipo de
tumbas refleja la existencia de individuos de rango intermedio dentro de
las comunidades orientalizante aportando valiosa información sobre la
complejidad social de la huelga tartésica
ARISTOCRATAS TUMBAS PRINCIPESCAS las tumbas más
destacadas de la necrópolis de La Joya reflejan el fenómeno de las sepulturas
principescas característico de la edad del hierro en Europa pero al mismo
tiempo presentan rasgos únicos derivados de su relación con el mundo orientalizante
y de su ubicación en los confines del Mediterráneo que en aquel tiempo
representaban los límites del mundo civilizado las tumbas principescas son
grandes sepulturas que acogieron a los individuos más prominentes de sus
comunidades personajes que acumulan grandes dosis de riqueza prestigio y
poder y que a veces se revistieron con atributos sagrados inspirados en
las monarquías orientales los objetos de lujo muchos de ellos importados
forman parte esencial de sus ajuares no solo como reflejo de su riqueza sino
también como testimonio de las relaciones privilegiadas que mantenían con
los agentes coloniales la posesión de carros, por su parte evidencia su posición
de liderazgo y su acceso a costosos bienes de prestigio las tumbas 17 y 18
de La Joya reúnen todos esos elementos y figuran entre los sepulcros más
extraordinarios de la cultura tartésica subrayando el papel fundamental de
Huelva en el panorama político y económico de la península Ibérica durante el
periodo orientalizante, ambas tumbas presentaban conjuntos rituales similares
aunque en distinto estado de conservación en su interior la vajilla de
bronce aparece dispuesta en sept estandarizados con parejas de jarros y
aguamaniles braceros que llegaron a convertirse en auténticos símbolos de poder
junto a ellos destacan objetos de extraordinario lujo como las arquetas de marfil
o los alabastros de la tumba 17 y el huevo de avestruz o el colgante
de ámbar de oro en la tumba 18 especialmente significativo es el timiaterio
de la tumba 17 timiaterio una pieza que revela el carácter sagrado del
individuo allí enterrado ya que la quema de sustancias aromáticas era una
prerrogativa reservada a dioses y Reyes pero los hay algo más imponentes de
estas tumbas son sin duda los lujosos carros ricamente ornamentados con
elementos de bronce entre ellos sobresale el de la tumba 17 cuyas partes
metálicas se encontraron íntegramente in situ un hecho insólito en la
tecnología de la península ibérica de todos los tiempos por su singularidad
este carro adquiere un protagonismo especial en la exposición
UNA SEPULTURA PRINCIPESCA EXCEPCIONAL LA TUMBA 17 la
tumba 17 es la mejor conservada de la necrópolis de La Joya y uno de los
ejemplos más representativos de las tumbas principescas de la cultura
orientalizante requirió la excavación de una gran fosa de 4,30 por 2,25 m que
al ser descubierta cuando tenía un abundante lujoso a jugar los restos óseos se
encontraban en muy mal estado pero todo indica que el rito empleado fue la
inhumación el cuerpo se había depositado acompañado de un extraordinario
conjunto ritual de bronces y objetos personales en el extremo norte en cambio
lo se documentaron los restos de una gran cantidad de vasos cerámicos
testigos de un gran banquete funerario el conjunto ritual de bronce incluye
un jarrón brasero y un timaterio o quema perfumes todos decorados
con el mismo motivo vegetal lo que da una idea de un mismo set ceremonial junto
a ello se hallaron dos soportes de carrete especialmente llamativo en el
teatrillo de gran tamaño y doble cazo de tumba orientalizante es extremadamente
raro se usa en la quema de sustancias aromáticas y refuerza el carácter sagrado
del individuo enterrado más próximos al cuerpo se encontraron un espejo de
bronce y marfil así como un broche de cinturón símbolos de
estatus y refinamiento personal junto a la pared oriental de la tumba aparecía
otro grupo de objetos que subrayan la riqueza del difunto una extraordinaria arqueta
de marfil que en la sala dos vasos de alabastro estos recién
recipientes de distinto tamaño contenían huertos y bálsamos aromáticos muy
probablemente procedían de los alabastros se mezclaban ya que los ataja atalajes
del carro también se hallaron algunos objetos de hierro aunque la presencia
de este metal son largos cuchillos y enigmático instrumento cortante
posiblemente de uso ceremonial; la mitad norte de la tumba estaba ocupada por
un carro del que solo se conservan sus partes metálicas entre sus restos
se halló un notable cantidad de dos ánforas fenicias situadas junto a
las ruedas y una treintena de vasos relacionados con la vajilla de mesa
clara evidencia de un banquete final esta reconstrucción a escala real
basada en la documentación arqueológica ofrece una visión detallada de la tumba
17 tal como fue excavada fielmente el estado en que se encontraban los objetos
muy deteriorados por las condiciones del suelo la presión sedimentaria
acumulada durante los elementos arqueológicos en la recreación se han incluido
algunas de las herramientas utilizadas por los arqueólogos hace medio siglo
muchas empleadas de manera habitual en la excavación moderna
EL CARRO DE LA TUMBA 17 durante la excavación de la tumba el 17 se
recuperó uno de los elementos más emblemáticos de la necrópolis un carro
ligero de dos ruedas con todos sus arreos este vehículo de prestigio
es un hallazgo prácticamente único en la arqueología peninsular a la parte
delantera o tiro corresponden las cuatro pasadas riendas que se unían al
yugo ; la lanza estaba reforzada con piezas de bronce tanto en su
extremo distal como en la zona cercana a la caja protegida por bandas decoradas
con bullones repujados imitando roblones las ruedas proceden los componentes
más célebres del carro los tapacubos en forma de leones con las fauces
abiertas estilo oriental estas piezas son hoy verdaderos iconos de la Huelva
tartésica artística y no solo tenían un propósito decorativo sino también
simbólico proteger el ocupante del carro y enfatizar su condición aristocrática
casi sobrenatural el mayor volumen de hallazgos corresponde a la caja
ricamente ornamentada con placas metálicas bandas calada rosetas y otros
aditamentos en estas piezas permiten imaginar el impacto visual del vehículo
cuando sus bronces resplandecían al sol junto al carro se depositaron todos los
elementos de parte ecuestre pero no a los caballos la estructura del carro
incorporaba casi 15 kg de bronce entre elementos funcionales y decorativos el
análisis de sus componentes metálicos ha revelado signos de uso prolongado y
algunas reparaciones lo que descarta que se tratara de un carro funerario
fabricado exclusivamente para el entrenamiento por el contrario debió ser
vehículo ceremonial largamente utilizado en vida un símbolo tangible de poder y
la preeminencia de su propietario la decoración del carro refleja una clara
influencia oriental sin embargo el vehículo incorpora elementos funcionales
que apuntan a conexiones con Europa central estas influencias de orígenes
diversos ponen de manifiesto la complejidad de las redes culturales que
confluyeron en la Huelva tartésica y el cosmopolitismo que alcanzó la ciudad en
el periodo orientalizante
LA CONSTRUCCIÓN DEL CARRO la construcción del carro hallado en la tumba
17 de la necrópolis tartésica de La Joya, en Huelva, permite visualizar una aproximación a su
aspecto original, incluyendo signos de uso y reparaciones; gracias a una rigurosa investigación,
combinada con métodos de arqueología experimental, la recreación de este vehículo de prestigio
contribuye a comprender, tanto su
funcionamiento, como el contexto cultural en el que se utilizó; un equipo interdisciplinario de arqueólogos e
ingenieros, historiadores y artesanos ha participado en su construcción, concretando
tanto su uso práctico, como su significado simbólico; la disposición de las piezas metálicas en la
tumba fue clave para reconstruir su diseño, a pesar de la pérdida de la mayoría
de los materiales orgánicos como la madera y los tejidos, se identificó la utilización de madera de
nogal, valorada por su resistencia y estabilidad; para suplir los elementos desaparecidos, se
recurrió a comparaciones con otros hallazgos de la misma etapa, en lo que se documenta en un uso extendido de
materiales como cuero, lana y fibras vegetales, comunes en la vida cotidiana de entonces; el carro habría sido tirado por una pareja de
caballos y sobre él un personaje de la élite recorrería con orgullo la antigua Onoba
hace unos 2700 años.
DE LA TUMBA 18
de la tumba 18 proceden los restos metálicos que corresponden a un segundo
carro aunque se conserva en muy mal estado, se han identificado algunas partes
que coinciden con los complementos de bronce del carro de la tumba 17 como las
guarniciones horizontales y las placas escalada sin embargo también se han
encontrado elementos distintivos como los grandes planchas de bronce y hierro
con roblones la situación de estos fragmentos en el terreno sugiere que
formaban un rectángulo cuyas dimensiones y disposición coinciden con las de la
caja del carro de la tumba 17 lo que refuerza esta interpretación este carro de
mayor tamaño que su homólogo habría contado con una fundamentación más
elaborada las placas caladas verticales presentan el mismo motivo de las
palmeras de cuenco fenicias pero en versión mayor además incorporaba unas
bandas caladas horizontales que exhiben una sucesión de aspas y palmetas
creando un efecto plástico y decorativo de gran impacto en la caja del carro se
situaba un pesado elemento central de hierro bronce y madera lo que sugiere una
estructura compleja de mayor sofisticación desafortunadamente no se conservan
restos de las ruedas el yugo ni del timón ya que esta fosa sufrió una gran
destrucción y los objetos se encontraron muy cerca de la superficie del terreno
a pesar de sus diferencias la similitud entre este carro y la del 17 indica que
ambos se construyeron siguiendo patrones y modelos estandarizados aunque el
de la tumba 18 se distingue por un mayor riqueza decorativa y el uso del hierro
lo que lo hace aún más monumental en cualquier caso se trata de vehículos de
gran originalidad sin parangones iguales en Europa ni en el Mediterráneo de
su época aunque claramente relacionada con ambas esferas culturales el hallazgo
de este carro más ornamentado y complejo refuerza la excepcionalidad de las
recópolis de La Joyay permite plantear continuidad dinástica de sus élites
aristocráticas que habrían mantenido los principios ideológicos de la monarquía
oriental a lo largo de varias generaciones