sábado, 8 de diciembre de 2018

Excursión Sierra de Huelva ( El Horno)














































EXC) Sábado 8-12-18 CRONICA SERRANA FINCA EL HORNO  vamos a cumplir con el mandato de nuestro Félix para apañar castañas en la finca de su amigo Pepe Domínguez,  recogemos a la abuela en su casa,  se había compuesto con mucha profusión de atenciones en la peluquería de Zacarías; hacemos un viaje muy bueno,  aprovecho para leer la novela napolitana; Félix nos esperaba en el aparcamiento de Mercadona, me llama la atención lo poco permisivo que es con un conductor que tiene la “L” y frena bruscamente para girar ; la finca El Horno (RRPP)  tiene 6 Has , su nombre le viene de un horno de cal que hay  en la entrada, nos esperaban Pepe Domínguez Pérez  y su amigo Miguel, el mecánico; primero nos enseña la huerta : impresionante mata de cidra ( cerca de 30 metros cuadrados ) con algunas frutas de más de 10 kilos ,  nos enseña orgulloso sus portentosos nogales, también los “pereros” (que no manzanos) con los autóctonos joaquinos y rufinos ; vemos los maillos (pereros silvestres) , me enseña cómo hacer los injertos [un palito de un árbol bueno con dos o tres yemas, se introduce entre la corteza y la sabia bruta del patrón del árbol silvestre , me dice que  si fuera médico sería como un implante ] ; me enseña las plantas de ricino , con hojas grandes muy vistosas , el nombre viene de “garrapata” en latín, efectivamente, parece una garrapata hinchada [el jueves vimos como Juan Lucas le quitaba una al perro Sombra]; Pepe Domínguez me aclara que el sistema reticular de las raíces suele tener tres veces la proyección de la copa ], esta semilla de ricino al caer al suelo como tiene características venenosas , expulsa a los topillos,   me dio cinco o seis semillas para que  las plantara , me dijo que las semillas son una caja negra con información muy valiosa sobre todo lo que necesita la planta para crecer ; estuvimos viendo en una valla de separación unas esponjas vegetales,  el proceso de preparación supone: quitar la piel, quitar las pipas, lavar con agua y lejía “ no sirve para los tíos que tenemos mucho pelo , pero sí para las mujeres que les quita grasa” ( Pepe me dio una para que la convirtiera en esponja de baño para Ana); entramos en el cortijo ( arreglado por fuera y “sin tocar” por dentro, conserva el suelo de pizarra, tierra o losetas de barro, las dependencias están intactas como hace 100 o 200 años ; en la cuadra ( con muchos recuerdos de la casa de la calle Ricos de Alosno) tiene  un sistema básico de almazara de aceituna, con prensa por capachos y batidora eléctrica [los restos del alpechín estaban en la huerta para comida del ganado]; en el comedor con la chimenea ( bastante destartalado con los aperos agrícolas) me enseñaron la cantarera ( una hornacina donde poner el cántaro del agua , Félix recordaba que en  la finca La Sarna , donde él se crio, había una madera sobra la que volcar el cántaro y esa madera estaba muy desgastada; el resto de la casa de labor tenia las dependencias habituales , con las paredes de piedra, el suelo de losetas de barro ( ya cuarteadas) y el doblao; Pepe me explicó que quiere mantener la estructura original de la casa, por eso no le da más altura  y, por dentro, quiere adecentar las dependencias ¡¡¡ganarían muchísimo, porque la casa es una bendición de arquitectura rural serrana ¡!!! ; salimos a dar un paseo por la finca y conocer los árboles y el horno; paramos junto a un madroño, ya hecho árbol, dic Pepe que hace unos meses era una autentica bola roja; en las sesiones teóricas para el apaño  de aceituna , me explica Pepe que en condiciones normales el erizo de la castaña se queda arriba y la castaña cae sola ; los almendros plantados a lo largo del camino , pensando en que florecerían al unísono , resulta que florecen cada uno cuando quiere,  en plan anárquico, me dice que será por la naturaleza anarquista del dueño ; vemos unos imponentes pinsapos ( me explica que  el truco de que prosperen en esta Sierra y no sólo en Grazalema es que  los riega en verano) ; un abeto rojo;  el cedro del Líbano  de una porte imponente, lo plantó cuando tenía 40 años y en sólo 31 años ha tomado proporciones gigantescas; en la base del cedro, cagan los pájaros y nacen orilleras (tipo de laurel), y laureles normales que tienen una “aceituna” que no se come ; hay plantas de alhucemas para darle un cierto empaque al cercado ; Pepe Domínguez me da una lección de etnografía de la Sierra : el funcionamiento del horno de cal, es un cilindro de unos cinco metros de diámetro, con una parte baja destinada a la leña gorda y madera, una intermedia de piedras de carbonato cálcico , colocadas en hiladas de piedra, cada vez más desplazadas hacia el centro,  en forma de falsa bóveda, el horno debe mantenerse activo durante tres días, en combustión lenta ( ese calor suelta el agua del carbonato cálcico y forma la cal viva [ en este caso la cal negra, se utilizaba para la argamasa hasta la llegada del cemento ], hay que desmontar el horno cuando todavía está caliente ( me río con el dicho “estas mas caliente que las alpargatas de un calero” , Pepe me dice que una de las cosas pendientes en poner el horno visitable  ) ; vemos el cedro llorón (siempre “pelaino” de hojas ) ; lo bonito de las coníferas es que le salgan las ramas desde el suelo (no cortarle las ramas bajas) y formen un verdadero cono; vemos el lentisco de la familia del pistacho ( su resina se utilizaba para la limpieza de los dientes , en el Asia Central estuvo prohibida su comercialización, bajo castigo de pena de muerte ); en mi absoluta ignorancia como vi a Miguel , el mecánico, postrado y removiendo la tierra debajo el castaño, me monté la película que  estaba buscando trufas ¡¡¡por Dios u propio!!!;  nos ponemos a la tarea de apañar castañas (RRPP)  dotados de unas horquillas para remover las hojas caídas ( la abuela se instaló en su sillón con sol y era feliz recordando sus periodos infantiles en Huéneja ); no hay que recoger las de “culo arrugao” ( muy vacías) ; mientras apañábamos hablábamos de si la sociedad española está madura o necesita completar su “instrucción” y una de las sentencias de Pepe fue que si al inquisidor Torquemada le hubieran dado ordenadores y el explosivo T4 …¡¡otro gallo nos hubiera cantado ¡! ; los métodos para conseguir quitar la piel a las castañas son dos : por un lado, echarlas en el momento antes que  empiecen a hervir y dos, con una rajita trasversal incompleta, agua hirviendo dos minutos, retirar rápido y echarlas en una cacerola caliente ( este segundo método es para conseguir hacer crema de castañas ); nuestro rendimiento castañero era muy bajo , Pepe y yo concluimos que la gente joven que quieran un Iphone deben  venir a apañar castañas y darse cuenta que solo al cabo de muchos meses ¡¡quizás años ¡! podrían juntar los 1500 euros para un iphone de última generación, llegamos a reunir medio cubo, menos mal que Pepe nos complementó con la de Miguel y otras ya tenía apañadas ; vimos cerca de la casa un tronco de castaño cortado, era de una rama de un castaño imponente,  se había resquebrajado y se había llevado medio madroño con el impacto ; Pepe  nos regaló además del “extra” de castañas, una bolsa enorme de nueces y una botella de aceite de primera prensada ( en una aceitera muy aparente que Félix fue  a buscar según ritual de entrega de aceite a los amigos ]; me sentí algo avergonzado por el trato tan esplendido y atento que nos había dado Pepe  Domínguez, encima no tuvimos el detalle de traerle nada , cuando Mami le propuso mandarle una caja de gambas ( por aquello de ser  nosotros de Huelva) dijo que  no le gustaba pelarlas , entonces me ofrecí a hacer de pelador experimentado; la verdad es que  yo pensaba que  la experiencia era coger algunos kilos de castañas de una finca de un amigo de Félix y que en ningún caso me imaginaba que iba a estar el amigo y menos que iba ser tan extraordinaria persona (RRPP  



                          Félix tiene a bien llevarnos
A la finca de su amigo
El Horno es un paraíso
Aprendemos
Pepe Domínguez, lo digo 

Castañas y nueces da
Junto con prensado aceite
Cidra, esponja vegetal
Todo es de mucho deleite