martes, 13 de febrero de 2024

CAPILLAS DE LA CATEDRAL : CAPILLAS DE ALABASTRO

 

Capilla de la Encarnación 


Capilla de la Inmaculada 


Capilla de san Gregorio 


Capilla de la Virgen de la Estrella 


Trascoro 





1. CAPILLA DE LA ENCARNACIÓN Cronología: 1515-1519 Autores: Juan Gil de Hontañón DATOS HISTÓRICOS. El 16 de julio de 1515 mandó el Cabildo “que se derruequen las paredes del coro e que se fagan las capillas que stavan de la manera que solía star e mejores sy se pudiere”. Del conjunto de cuatro capillas que rodea el coro, las dos del lado de la epístola (Inmaculada y Encarnación) son de estilo gótico, diseñadas y ejecutadas bajo la dirección del cántabro Hontañón antes de 1519. Para éstas se comisiona en 1516 al aparejador Gonzalo de Rozas para que provea de piedra, librándose al año siguiente varios pagos por la compra de alabastro procedente de Tortosa. En 1518 se insta a Rozas para que realice un último pedido que sirva para su remate. El maestro Gil de Hontañón desempeña el cargo de maestro mayor entre 1513 y 1519. Compagina esta labor con la dirección de la catedral nueva de Salamanca, lo que genera recelos en los canónigos, que en más de una ocasión le amenazan con retirarle el salario si no reside permanentemente en Sevilla. PATRONATO. La identidad de los patronos que dotaron la capilla de la Encarnación, el caballero veinticuatro Juan Serón Olarte y su esposa doña Antonia de Verástegui, vecinos en la collación de la Magdalena, de la que el esposo era también Jurado ante el cabildo civil, ha sido siempre notoria gracias a la inscripción que recorre su reja. Fue este miembro del consistorio sevillano, de antepasados vascos, un destacado comprador de plata y oro con América, vinculado a una notable familia que debió facilitarle su ascenso social. Así, el padre de su esposa, un hidalgo y rico jurado de Sevilla llamado Pedro López de Verástegui, fue sobrino de un canónigo de la catedral que había adquirido tiempo atrás la capilla que nos ocupa. Nos encontramos, de este modo, ante un matrimonio integrante de aquella antigua élite social, ligada tanto al comercio americano como al gobierno de la ciudad y a las altas esferas eclesiásticas, que tantos testimonios legaría de su privilegiada existencia mediante la dotación de sus recintos funerarios. Fue el 7 de diciembre de 1635 cuando el cabildo metropolitano, ante “la mucha devoción por la santa iglesia catedral” manifestada por Juan Serón, adjudicó a los esposos esta capilla por la considerable suma de dos mil ducados de plata de doble . En el concierto se alude al emplazamiento como “la capilla de los alabastros que es del Santo Cristo de la columna y ahora ha de ser de la Encarnación de Nuestro Señor”. Quedó entonces el matrimonio obligado a sufragar una bóveda de enterramiento, así como a proveer una reja que fuera similar a la que cercaba el paredaño altar de la Inmaculada. Debía esta pieza ser de su mismo tamaño y vuelo y tener sus “balaustres torneados”, pudiendo poner en ella “sus nombres y armas de los dos, marido y mujer”. Ambos se comprometieron, asimismo, a encargar un retablo que debía ser de escultura, “con comunicación y parecer de los señores mayordomo y contador de fábrica” DOTACIÓN ARTÍSTICA. Arquitectura: El estilo de Hontañón es deudor del gótico isabelino practicado por el bretón Juan Guas, con quien se forma en Segovia. Curiosamente en esta capilla es donde aparece por primera vez el tema decorativo de los grutescos en la arquitectura sevillana. Se trata de varios medallones y roleos que figuran en la plementería de las bóvedas góticas, que nos hablan de una evolución del artista hacia el primer renacimiento. Retablos y esculturas: En el frente exterior derecho de la capilla se sitúa sobre hornacina la Virgen de Génova, antaño propiedad de una hermandad de ligures con sede en la ermita de san Sebastián. Es obra del siglo XIV, realizada en alabastro, próxima al estilo de Nino Pisano. En cuanto a las esculturas del retablo interior, cuya arquitectura se debe al ensamblador Martín Moreno, diversos historiadores destacaron su calidad, singularmente la de sus imágenes principales, trabajadas “con inteligencia del arte” a decir de Ceán Bermúdez. Y también llamaron la atención sobre su carácter montañesino, siendo en ocasiones su imaginería atribuida a la gubia del maestro alcalaíno. Sería el profesor Hernández Díaz quien las vinculara por afinidades estilísticas al quehacer de Francisco de Ocampo. El contrato de estas imágenes, datado el 23 de julio de 1637, permite refrendar dicha autoría, así como acrecentar el relativamente reducido catálogo de obras conservadas y seguras del maestro. Para componer la escena resulta evidente que Ocampo se inspiró en la conocida estampa abierta por Cornelis Cort en 1571 sobre la Anunciación con los Profetas que Federico Zuccaro pintó para la iglesia de la Annunziata de Roma. Repiten las esculturas de Ocampo fielmente la disposición y los ademanes de las imágenes del original italiano, siendo más que probable que el grabado de Cort figurase en la extensísima colección de estampas que poseyó su tío Andrés y que heredaría en gran parte Francisco. En la parte superior remata un Dios Padre y en el banco cinco santos, san Juan Bautista y san Juan Evangelista en los laterales y san Antonio de Padua, san Francisco y santo Domingo de Guzmán en el grupo central. El estofado que enriquece las telas del grupo escultórico central, el cromatismo de las alas del arcángel, y la labor de policromía y dorado del retablo y de sus imágenes son obras de Baltasar Quintero. Pintura: No tiene. Artes Suntuarias: Reja de hierro de 1636, obra del Juan de Palacios con policromía de Baltasar Quintero. Frontal de altar de azulejería plana pintada, realizado en 1909 en los talleres de Manuel Ramos con diseño de José Gestoso. RETABLO, MARTÍN MORENO, FRANCISCO DE OCAMPO Y BALTASAR QUINTERO, 1637-1638. SAN GABRIEL, FRANCISCO

2. CAPILLA DE LA INMACULADA Cronología: 1515-1519 Autores: Juan Gil de Hontañón DATOS HISTÓRICOS. Su ejecución responde al mismo contrato citado en la gemela capilla de la Encarnación. Añadimos ahora que las partidas de alabastro fueron en total tres, advirtiendo por parte del Cabildo al aparejador Rozas repetidamente que ajustase en lo posible los pedidos de material, que a buen seguro debían resultar muy costosos en Sevilla, por lo lejano de su origen. PATRONATO. Esta fundación del jurado Francisco Gutiérrez de Molina estaba dedicada a san Juan Bautista, pasando luego a la advocación de la Inmaculada, por lo que se llamó "Inmaculada de Molina"; hoy se le denomina de la "Inmaculada Chica". Su primer patrono fue el bachiller Gonzalo Gabriel, que la dedicó a los arcángeles Miguel y Gabriel y al Bautista. El 14 de febrero de 1628 la viuda del jurado Francisco Gutiérrez, Gerónima de Zamudio, contrata con Martínez Montañés un retablo e imaginería para su capilla de enterramiento. Ese mismo año se formaliza contrato para la policromía y el dorado con Baltasar Quintero y Francisco Pacheco. Los retratos de los patrocinadores, así como sus santos patronos, san Francisco y san Jerónimo, figuran en el retablo. DOTACIÓN ARTÍSTICA: Arquitectura: Su estilo se corresponde con el de su gemela, (capilla de la Encarnación, epígrafe 1), siguiendo exterior e interiormente el diseño de Hontañón. Comparando dichas capillas con las coetáneas del mismo autor en la catedral nueva de Salamanca puede comprobarse el paralelismo e incluso la identidad de estilo, especialmente en los elementos constructivos, como el pequeño friso ornamentado con hojarasca entrelazada con niños y animales de diferente composición que remata el conjunto. Retablos y esculturas: El retablo de Montañés, realizado entre 1628 y 1631, alberga una Inmaculada en su centro y a los santos Gregorio y Juan el Bautista a los lados. Sobre éstos aparecen bustos en relieve de san José y san Joaquín. En los laterales del ático aparecen otros dos relieves con los bustos de san Jerónimo y san Francisco, santos que evocan a los patronos de la capilla. La talla central, citada desde antiguo como la cieguecita, se reconoce como pieza magistral de la escuela española, siguiendo el criterio de su propio artífice, que la consideraba la “primera cosa hecha en España”. La actual policromía de los estofados de la imagen central data de 1779, mientras que el resto son originales de 1631. Pintura: En 1631 concluye Pacheco los retratos de los patronos situados en el banco. Aparecen de busto y en actitud orante y muestran el talento del autor para este género, concentrándose en la personalidad y minimizando todo lo externo. Artes Suntuarias: Juan de Palacios y Baltasar Quintero realizan la reja hacia 1635 siguiendo el diseño de la que cierra la capilla de la Estrella, obra de Hernán Ruiz de 1568. El frontal de altar de azulejería plana pintada fue realizado en 1908 por Manuel Amores con diseño de José Gestoso. F

 

R3. CAPILLA DE SAN GREGORIO Cronología: 1519-1533 Autores: Juan Gil de Hontañón y Diego de Riaño DATOS HISTÓRICOS. Con respecto a las capillas de alabastro de la nave de san Pedro (san Gregorio y Virgen de la Estrella) se establecen dos fases constructivas. La primera se debe a Juan Gil de Hontañón, que finaliza los exteriores, mientras que Diego de Riaño, entre 1529 y 1533, remata los interiores, ya en estilo plateresco. Riaño busca materiales, y cree encontrarlos, en las canteras de Torre del Campo, en Jaén, pero al comisionado Baltasar del Río, obispo de Scalas, no le convenció el informe y pidió se importara de Tortosa, como ya se había hecho para las capillas del frente de la epístola. Incapaz de encontrar Riaño mano de obra local que ejecutase sus diseños manda buscar escultores a Granada, Salamanca, Valladolid y Segovia. Así atrae a Nicolás de León, que realiza el conjunto de mártires de los intradoses de acceso. En ese mismo año de 1531 encalla en Rota un barco cargado de alabastro con destino a estas capillas. El aparejador Martín de Gainza se encarga de recuperar buena parte de la carga del pecio. Los naufragios, entonces muy frecuentes, se solían investigar, recompensando la recuperación con un porcentaje. En 1533 aún quedaban pendientes de ejecución parte de las decoraciones. PATRONATO. En junio de 1533 el canónigo Herrera solicitó al Cabildo que le fuese entregada una de las capillas de alabastro, a cambio de una renta de 5.000 maravedís, de la dotación de una capellanía y de la realización de una reja, retablo y ornamentos pertinentes. La petición fue estudiada en la sesión del 12 de julio e informada negativamente. Más tarde la capilla, bajo patronato del Cabildo, se advocó a san Gregorio, patrón de los músicos y de los niños de coro, que se encomendaban aquí al santo antes de cada liturgia. DOTACIÓN ARTÍSTICA: Arquitectura: Riaño aporta naturaleza clásica al diseño goticista de Hontañón. Los balaustres y el grutesco interior se contraponen al gótico exterior, hablando el nuevo idioma del renacimiento, ya practicado por Riaño al menos desde 1526 en el Ayuntamiento. De gran interés es la presencia de las trompas aveneradas, ensayo que luego continúa en las sacristías de los Cálices y Mayor. Retablos y esculturas: En el intradós del arco de acceso se sitúan las imágenes, obra de Nicolás de León, de las santas Eulalia, Margarita, Casilda, Catalina de Alejandría y Bárbara. Al exterior, en los baquetones, se insertan en pequeñas hornacinas los apóstoles Felipe, Santiago el Mayor, Judas Tadeo, Pablo y Tomás. Todo este conjunto se debe a Nicolás de León a partir de 1531.La capilla carece de retablo. En una hornacina central se sitúa la imagen del titular, san Gregorio, obra de Manuel García de Santiago de 1767. Pintura: No tiene. Artes Suntuarias: La reja fue ejecuta por Marcos de la Cruz en 1650 a imitación de la que cierra la vecina capilla de la Estrella, notable diseño de Hernán Ruiz II de 1568. Su labor adolece de la maestría.

 

 4. CAPILLA DE LA VIRGEN DE LA ESTRELLA Cronología: 1515-1533 Autores: Juan Gil de Hontañón y Diego de Riaño DATOS HISTÓRICOS. Nos remitimos a lo expresado en el epígrafe 3, dedicado a la capilla de san Gregorio, pues su historia constructiva corre paralela a aquella. PATRONATO. En la reja una inscripción aclara que la capilla fue fundación de Rodrigo Franco de 1556 dedicada a la Virgen de la Estrella. En 1706 el interior fue enriquecido por donación de Fernando J. de Montemayor. DOTACIÓN ARTÍSTICA: Arquitectura: Gemela a la de San Gregorio, su exterior corresponde a la obra de Hontañón anterior a 1519 y su interior al tándem formado por el montañés Riaño y el francés Nicolás de León. Cuando muere el primero en 1534, el segundo continúa trabajando hasta 1541. Con respecto a ciertos elementos estructurales y decorativos del interior de las capillas hay que señalar su semejanza con otras obras de Riaño. Así, los querubines y ménsulas que ocupan el friso son repetición de los que figuran en el dintel de las puertas del apeadero y antecabildo del Ayuntamiento sevillano. De igual forma, los esquemas compositivos de las credencias y alacenas que se abren en los muros de ambas capillas son similares a los que configuran las ventanas del citado apeadero. También los querubines y florones que decoran la plementería de las bóvedas coinciden con los empleados en las bóvedas de los espacios citados de las Casas Capitulares. Retablos y esculturas: En el intradós del arco se sitúan las imágenes de las santas Úrsula, Águeda, Lucía, Justa, Rufina y María Magdalena. Al exterior, en los baquetones se insertan en pequeñas hornacinas los apóstoles Andrés, Bartolomé, Santiago el Menor, Pedro y Juan Evangelista. Todo este conjunto se debe a Nicolás de León, realizado a partir de 1531, fecha y autor que también sirven para la imagen titular, si bien la policromía de ésta se renueva en el último tercio del siglo XVIII. Consta que el retablo se le encarga a Jerónimo Franco (talla) y José López (dorado) en 1695, pero su ornamentación rocalla sugiere una renovación realizada a finales del XVIII, que también abarcó la mesa de altar. Se compone de banco, cuerpo y ático. La gran hornacina central está flanqueada por estípites decorados con espejos mientras que en las calles laterales aparecen sendas cartelas con relieves que representan la Asunción de la Virgen y el Anuncio a la ciudad de Jericó. Otras figuras de pequeño tamaño se distribuyen por el resto del retablo. Pintura: No tiene. Artes Suntuarias: Actuación conjunta de Hernán Ruiz y Cosme de Sorribas es el diseño de la reja, ejecutado por Pedro Delgado. La obra, fechada en 1568, presenta abundantes labores de chapa de hierro, siendo las más destacadas las figuras de la Templanza y la Prudencia, sobre el medio punto de la puerta, que remiten a la obra de Miguel Ángel, y los dos ángeles del coronamiento.

 

5. TRASCORO Cronología: 1619 - 1635 Autores: Miguel de Zumárraga y Pedro Sánchez Falconete DATOS HISTÓRICOS. La historia del trascoro se inicia en 1515 cuando el Cabildo decide reconstruir las capillas que rodeaban el coro. Primero se harán las ya estudiadas llamadas de los alabastros, comenzadas en gótico y acabadas en estilo renacentista. En 1519 se encarga traer para el trascoro materiales de Génova, que finalmente no llegan. En 1533 se retoma el proyecto encargando un diseño al maestro mayor desde 1528, Diego de Riaño, que por entonces remataba las capillas de los alabastros del lado del evangelio. El diseño del cántabro no convence a los capitulares y el proyecto vuelve a pararse. Hacia 1564 se encarga a Antón Pérez restaurar la pintura de la Virgen de Los Remedios que preside la estancia, aunque no se constata que se realizara más que el enmarcamiento de dicho cuadro. Sobre esta obra intervendrá después el también pintor Juan de Salcedo, que culmina su intervención en 1596. En 1619 se encarga a Miguel de Zumárraga un nuevo diseño, enriquecido con las aportaciones de Juan de Oviedo, Diego López Bueno y Juan Martínez Montañés. En 1621 se dan cabida a aportaciones de Vermondo Resta y poco más tarde se procede a derribar la tribuna que cerraba el espacio y a dejar sólo su pared de fondo. En 1631 se encarga a Pedro Sánchez Falconete una nueva ordenación de esta pared, que es la que subsiste, si bien los materiales empleados son de distintas épocas. PATRONATO. En la pintura de la Virgen de los Remedios aparece a los pies un clérigo no identificado que debe ser el donante de dicha obra, fechada hacia finales del XIV. El resto del ámbito es de patrocinio capitular, pues se estima parte del coro. DOTACIÓN ARTÍSTICA: Arquitectura: Tres estructuras de orden toscano coronadas por frontones, de claro sabor manierista, articulan la obra, destacando en el conjunto su riqueza cromática, lograda a base de distintos mármoles y piezas de bronce, que le aportan acento barroco, así como el molduraje de los vanos, todos elementos frecuentes en otras obras de Falconete. Retablos y esculturas: Las representaciones de los cuatro evangelistas que rematan los frontones laterales son piezas del siglo XVI. Los relieves en mármol que centran las calles laterales (Melquisedec entregando los panes, Aarón recibiendo los panes de la propiación, La caída del maná y La cena pascual) son de Luis González, de hacia 1620, fruto de los diseños de Zumárraga, y los bronces con las efigies de Justa y Rufina corresponden al platero Lucas Valdés y a los fundidores Manuel Perea y Mateo Gutiérrez, realizados entre 1630 y 1633. Pintura: En el centro tabla con la Virgen de los Remedios, de escuela sienesa de hacia el 1400. Bajo ésta pequeño cobre pintado por Pacheco en 1636 con la escena de la entrega de las llaves a san Fernando. Artes Suntuarias: La baranda que separa el trascoro del resto de la nave es obra del rejero Juan Sánchez, ejecutada en 1635.