Capilla de la Encarnación
Capilla de la Inmaculada
Capilla de san Gregorio
Capilla de la Virgen de la Estrella
Trascoro
1. CAPILLA DE LA ENCARNACIÓN
Cronología: 1515-1519 Autores: Juan Gil de Hontañón DATOS HISTÓRICOS. El 16 de julio de 1515
mandó el Cabildo “que se derruequen las paredes del coro e que se fagan las
capillas que stavan de la manera que solía star e mejores sy se pudiere”. Del
conjunto de cuatro capillas que rodea el coro, las dos del lado de la epístola
(Inmaculada y Encarnación) son de estilo gótico, diseñadas y ejecutadas bajo la
dirección del cántabro Hontañón antes de 1519. Para éstas se comisiona en 1516
al aparejador Gonzalo de Rozas para que provea de piedra, librándose al año
siguiente varios pagos por la compra de alabastro procedente de Tortosa. En
1518 se insta a Rozas para que realice un último pedido que sirva para su
remate. El maestro Gil de Hontañón desempeña el cargo de maestro mayor entre
1513 y 1519. Compagina esta labor con la dirección de la catedral nueva de
Salamanca, lo que genera recelos en los canónigos, que en más de una ocasión le
amenazan con retirarle el salario si no reside permanentemente en Sevilla.
PATRONATO. La identidad de los patronos que dotaron la capilla de la
Encarnación, el caballero veinticuatro Juan Serón Olarte y su esposa doña
Antonia de Verástegui, vecinos en la collación de la Magdalena, de la que el
esposo era también Jurado ante el cabildo civil, ha sido siempre notoria
gracias a la inscripción que recorre su reja. Fue este miembro del consistorio
sevillano, de antepasados vascos, un destacado comprador de plata y oro con América,
vinculado a una notable familia que debió facilitarle su ascenso social. Así,
el padre de su esposa, un hidalgo y rico jurado de Sevilla llamado Pedro López
de Verástegui, fue sobrino de un canónigo de la catedral que había adquirido
tiempo atrás la capilla que nos ocupa. Nos encontramos, de este modo, ante un
matrimonio integrante de aquella antigua élite social, ligada tanto al comercio
americano como al gobierno de la ciudad y a las altas esferas eclesiásticas,
que tantos testimonios legaría de su privilegiada existencia mediante la
dotación de sus recintos funerarios. Fue el 7 de diciembre de 1635 cuando el
cabildo metropolitano, ante “la mucha devoción por la santa iglesia catedral”
manifestada por Juan Serón, adjudicó a los esposos esta capilla por la
considerable suma de dos mil ducados de plata de doble . En el concierto se
alude al emplazamiento como “la capilla de los alabastros que es del Santo
Cristo de la columna y ahora ha de ser de la Encarnación de Nuestro Señor”.
Quedó entonces el matrimonio obligado a sufragar una bóveda de enterramiento,
así como a proveer una reja que fuera similar a la que cercaba el paredaño
altar de la Inmaculada. Debía esta pieza ser de su mismo tamaño y vuelo y tener
sus “balaustres torneados”, pudiendo poner en ella “sus nombres y armas de los
dos, marido y mujer”. Ambos se comprometieron, asimismo, a encargar un retablo
que debía ser de escultura, “con comunicación y parecer de los señores
mayordomo y contador de fábrica” DOTACIÓN ARTÍSTICA. Arquitectura: El estilo de
Hontañón es deudor del gótico isabelino practicado por el bretón Juan Guas, con
quien se forma en Segovia. Curiosamente en esta capilla es donde aparece por
primera vez el tema decorativo de los grutescos en la arquitectura sevillana.
Se trata de varios medallones y roleos que figuran en la plementería de las
bóvedas góticas, que nos hablan de una evolución del artista hacia el primer
renacimiento. Retablos y esculturas: En el frente exterior derecho de la
capilla se sitúa sobre hornacina la Virgen de Génova, antaño propiedad de una
hermandad de ligures con sede en la ermita de san Sebastián. Es obra del siglo
XIV, realizada en alabastro, próxima al estilo de Nino Pisano. En cuanto a las
esculturas del retablo interior, cuya arquitectura se debe al ensamblador
Martín Moreno, diversos historiadores destacaron su calidad, singularmente la
de sus imágenes principales, trabajadas “con inteligencia del arte” a decir de
Ceán Bermúdez. Y también llamaron la atención sobre su carácter montañesino,
siendo en ocasiones su imaginería atribuida a la gubia del maestro alcalaíno.
Sería el profesor Hernández Díaz quien las vinculara por afinidades
estilísticas al quehacer de Francisco de Ocampo. El contrato de estas imágenes,
datado el 23 de julio de 1637, permite refrendar dicha autoría, así como
acrecentar el relativamente reducido catálogo de obras conservadas y seguras
del maestro. Para componer la escena resulta evidente que Ocampo se inspiró en
la conocida estampa abierta por Cornelis Cort en 1571 sobre la Anunciación
con los Profetas que Federico Zuccaro pintó para la iglesia de la
Annunziata de Roma. Repiten las esculturas de Ocampo fielmente la disposición y
los ademanes de las imágenes del original italiano, siendo más que probable que
el grabado de Cort figurase en la extensísima colección de estampas que poseyó
su tío Andrés y que heredaría en gran parte Francisco. En la parte superior
remata un Dios Padre y en el banco cinco santos, san Juan Bautista y san Juan
Evangelista en los laterales y san Antonio de Padua, san Francisco y santo
Domingo de Guzmán en el grupo central. El estofado que enriquece las telas del
grupo escultórico central, el cromatismo de las alas del arcángel, y la labor
de policromía y dorado del retablo y de sus imágenes son obras de Baltasar
Quintero. Pintura: No tiene. Artes Suntuarias: Reja de hierro de 1636, obra del
Juan de Palacios con policromía de Baltasar Quintero. Frontal de altar de
azulejería plana pintada, realizado en 1909 en los talleres de Manuel Ramos con
diseño de José Gestoso. RETABLO, MARTÍN MORENO, FRANCISCO DE OCAMPO Y
BALTASAR QUINTERO, 1637-1638. SAN GABRIEL, FRANCISCO
2. CAPILLA DE LA INMACULADA
Cronología: 1515-1519 Autores: Juan Gil de Hontañón DATOS HISTÓRICOS. Su ejecución responde al
mismo contrato citado en la gemela capilla de la Encarnación. Añadimos ahora
que las partidas de alabastro fueron en total tres, advirtiendo por parte del
Cabildo al aparejador Rozas repetidamente que ajustase en lo posible los
pedidos de material, que a buen seguro debían resultar muy costosos en Sevilla,
por lo lejano de su origen. PATRONATO. Esta fundación del jurado Francisco
Gutiérrez de Molina estaba dedicada a san Juan Bautista, pasando luego a la
advocación de la Inmaculada, por lo que se llamó "Inmaculada de
Molina"; hoy se le denomina de la "Inmaculada Chica". Su primer
patrono fue el bachiller Gonzalo Gabriel, que la dedicó a los arcángeles Miguel
y Gabriel y al Bautista. El 14 de febrero de 1628 la viuda del jurado Francisco
Gutiérrez, Gerónima de Zamudio, contrata con Martínez Montañés un retablo e
imaginería para su capilla de enterramiento. Ese mismo año se formaliza contrato
para la policromía y el dorado con Baltasar Quintero y Francisco Pacheco. Los
retratos de los patrocinadores, así como sus santos patronos, san Francisco y
san Jerónimo, figuran en el retablo. DOTACIÓN ARTÍSTICA: Arquitectura: Su
estilo se corresponde con el de su gemela, (capilla de la Encarnación, epígrafe
1), siguiendo exterior e interiormente el diseño de Hontañón. Comparando dichas
capillas con las coetáneas del mismo autor en la catedral nueva de Salamanca
puede comprobarse el paralelismo e incluso la identidad de estilo,
especialmente en los elementos constructivos, como el pequeño friso ornamentado
con hojarasca entrelazada con niños y animales de diferente composición que
remata el conjunto. Retablos y esculturas: El retablo de Montañés, realizado
entre 1628 y 1631, alberga una Inmaculada en su centro y a los santos Gregorio
y Juan el Bautista a los lados. Sobre éstos aparecen bustos en relieve de san
José y san Joaquín. En los laterales del ático aparecen otros dos relieves con
los bustos de san Jerónimo y san Francisco, santos que evocan a los patronos de
la capilla. La talla central, citada desde antiguo como la cieguecita,
se reconoce como pieza magistral de la escuela española, siguiendo el criterio
de su propio artífice, que la consideraba la “primera cosa hecha en España”. La
actual policromía de los estofados de la imagen central data de 1779, mientras
que el resto son originales de 1631. Pintura: En 1631 concluye Pacheco los
retratos de los patronos situados en el banco. Aparecen de busto y en actitud
orante y muestran el talento del autor para este género, concentrándose en la
personalidad y minimizando todo lo externo. Artes Suntuarias: Juan de Palacios
y Baltasar Quintero realizan la reja hacia 1635 siguiendo el diseño de la que
cierra la capilla de la Estrella, obra de Hernán Ruiz de 1568. El frontal de altar de azulejería plana pintada fue realizado
en 1908 por Manuel Amores con diseño de José Gestoso. F
R3. CAPILLA DE SAN GREGORIO
Cronología: 1519-1533 Autores: Juan Gil de Hontañón y Diego de Riaño DATOS HISTÓRICOS. Con respecto a las
capillas de alabastro de la nave de san Pedro (san Gregorio y Virgen de la
Estrella) se establecen dos fases constructivas. La primera se debe a Juan Gil
de Hontañón, que finaliza los exteriores, mientras que Diego de Riaño, entre
1529 y 1533, remata los interiores, ya en estilo plateresco. Riaño busca
materiales, y cree encontrarlos, en las canteras de Torre del Campo, en Jaén,
pero al comisionado Baltasar del Río, obispo de Scalas, no le convenció el
informe y pidió se importara de Tortosa, como ya se había hecho para las
capillas del frente de la epístola. Incapaz de encontrar Riaño mano de obra
local que ejecutase sus diseños manda buscar escultores a Granada, Salamanca,
Valladolid y Segovia. Así atrae a Nicolás de León, que realiza el conjunto de
mártires de los intradoses de acceso. En ese mismo año de 1531 encalla en Rota
un barco cargado de alabastro con destino a estas capillas. El aparejador
Martín de Gainza se encarga de recuperar buena parte de la carga del pecio. Los
naufragios, entonces muy frecuentes, se solían investigar, recompensando la
recuperación con un porcentaje. En 1533 aún quedaban pendientes de ejecución
parte de las decoraciones. PATRONATO. En junio de 1533 el canónigo Herrera
solicitó al Cabildo que le fuese entregada una de las capillas de alabastro, a
cambio de una renta de 5.000 maravedís, de la dotación de una capellanía y de
la realización de una reja, retablo y ornamentos pertinentes. La petición fue
estudiada en la sesión del 12 de julio e informada negativamente. Más tarde la
capilla, bajo patronato del Cabildo, se advocó a san Gregorio, patrón de los
músicos y de los niños de coro, que se encomendaban aquí al santo antes de cada
liturgia. DOTACIÓN ARTÍSTICA: Arquitectura: Riaño aporta naturaleza clásica al
diseño goticista de Hontañón. Los balaustres y el grutesco interior se
contraponen al gótico exterior, hablando el nuevo idioma del renacimiento, ya
practicado por Riaño al menos desde 1526 en el Ayuntamiento. De gran interés es
la presencia de las trompas aveneradas, ensayo que luego continúa en las
sacristías de los Cálices y Mayor. Retablos y esculturas: En el intradós del
arco de acceso se sitúan las imágenes, obra de Nicolás de León, de las santas
Eulalia, Margarita, Casilda, Catalina de Alejandría y Bárbara. Al exterior, en
los baquetones, se insertan en pequeñas hornacinas los apóstoles Felipe,
Santiago el Mayor, Judas Tadeo, Pablo y Tomás. Todo este conjunto se debe a
Nicolás de León a partir de 1531.La capilla carece de retablo. En una hornacina
central se sitúa la imagen del titular, san Gregorio, obra de Manuel García de
Santiago de 1767. Pintura: No tiene. Artes Suntuarias: La reja fue ejecuta por
Marcos de la Cruz en 1650 a imitación de la que cierra la vecina capilla de la
Estrella, notable diseño de Hernán Ruiz II de 1568. Su labor adolece de la
maestría.
4. CAPILLA
DE LA VIRGEN DE LA ESTRELLA Cronología: 1515-1533 Autores: Juan Gil de
Hontañón y Diego de Riaño DATOS
HISTÓRICOS. Nos remitimos a lo expresado en el epígrafe 3, dedicado a la
capilla de san Gregorio, pues su historia constructiva corre paralela a
aquella. PATRONATO. En la reja una inscripción aclara que la capilla fue
fundación de Rodrigo Franco de 1556 dedicada a la Virgen de la Estrella. En
1706 el interior fue enriquecido por donación de Fernando J. de Montemayor.
DOTACIÓN ARTÍSTICA: Arquitectura: Gemela a la de San Gregorio, su exterior
corresponde a la obra de Hontañón anterior a 1519 y su interior al tándem
formado por el montañés Riaño y el francés Nicolás de León. Cuando muere el
primero en 1534, el segundo continúa trabajando hasta 1541. Con respecto a
ciertos elementos estructurales y decorativos del interior de las capillas hay
que señalar su semejanza con otras obras de Riaño. Así, los querubines y
ménsulas que ocupan el friso son repetición de los que figuran en el dintel de
las puertas del apeadero y antecabildo del Ayuntamiento sevillano. De igual
forma, los esquemas compositivos de las credencias y alacenas que se abren en
los muros de ambas capillas son similares a los que configuran las ventanas del
citado apeadero. También los querubines y florones que decoran la plementería
de las bóvedas coinciden con los empleados en las bóvedas de los espacios
citados de las Casas Capitulares. Retablos y esculturas: En el intradós del
arco se sitúan las imágenes de las santas Úrsula, Águeda, Lucía, Justa, Rufina
y María Magdalena. Al exterior, en los baquetones se insertan en pequeñas
hornacinas los apóstoles Andrés, Bartolomé, Santiago el Menor, Pedro y Juan
Evangelista. Todo este conjunto se debe a Nicolás de León, realizado a partir
de 1531, fecha y autor que también sirven para la imagen titular, si bien la
policromía de ésta se renueva en el último tercio del siglo XVIII. Consta que
el retablo se le encarga a Jerónimo Franco (talla) y José López (dorado) en
1695, pero su ornamentación rocalla sugiere una renovación realizada a finales
del XVIII, que también abarcó la mesa de altar. Se compone de banco, cuerpo y
ático. La gran hornacina central está flanqueada por estípites decorados con
espejos mientras que en las calles laterales aparecen sendas cartelas con
relieves que representan la Asunción de la Virgen y el Anuncio a la ciudad de
Jericó. Otras figuras de pequeño tamaño se distribuyen por el resto del
retablo. Pintura: No tiene. Artes Suntuarias: Actuación conjunta de Hernán Ruiz
y Cosme de Sorribas es el diseño de la reja, ejecutado por Pedro Delgado. La
obra, fechada en 1568, presenta abundantes labores de chapa de hierro, siendo
las más destacadas las figuras de la Templanza y la Prudencia, sobre el medio
punto de la puerta, que remiten a la obra de Miguel Ángel, y los dos ángeles
del coronamiento.
5. TRASCORO
Cronología: 1619 - 1635 Autores: Miguel de Zumárraga y Pedro Sánchez Falconete DATOS HISTÓRICOS. La historia del trascoro
se inicia en 1515 cuando el Cabildo decide reconstruir las capillas que
rodeaban el coro. Primero se harán las ya estudiadas llamadas de los
alabastros, comenzadas en gótico y acabadas en estilo renacentista. En 1519 se
encarga traer para el trascoro materiales de Génova, que finalmente no llegan.
En 1533 se retoma el proyecto encargando un diseño al maestro mayor desde 1528,
Diego de Riaño, que por entonces remataba las capillas de los alabastros del
lado del evangelio. El diseño del cántabro no convence a los capitulares y el
proyecto vuelve a pararse. Hacia 1564 se encarga a Antón Pérez restaurar la
pintura de la Virgen de Los Remedios que preside la estancia, aunque no se
constata que se realizara más que el enmarcamiento de dicho cuadro. Sobre esta
obra intervendrá después el también pintor Juan de Salcedo, que culmina su
intervención en 1596. En 1619 se encarga a Miguel de Zumárraga un nuevo diseño,
enriquecido con las aportaciones de Juan de Oviedo, Diego López Bueno y Juan
Martínez Montañés. En 1621 se dan cabida a aportaciones de Vermondo Resta y
poco más tarde se procede a derribar la tribuna que cerraba el espacio y a
dejar sólo su pared de fondo. En 1631 se encarga a Pedro Sánchez Falconete una
nueva ordenación de esta pared, que es la que subsiste, si bien los materiales
empleados son de distintas épocas. PATRONATO. En la pintura de la Virgen de los
Remedios aparece a los pies un clérigo no identificado que debe ser el donante
de dicha obra, fechada hacia finales del XIV. El resto del ámbito es de
patrocinio capitular, pues se estima parte del coro. DOTACIÓN ARTÍSTICA:
Arquitectura: Tres estructuras de orden toscano coronadas por frontones, de
claro sabor manierista, articulan la obra, destacando en el conjunto su riqueza
cromática, lograda a base de distintos mármoles y piezas de bronce, que le
aportan acento barroco, así como el molduraje de los vanos, todos elementos
frecuentes en otras obras de Falconete. Retablos y esculturas: Las
representaciones de los cuatro evangelistas que rematan los frontones laterales
son piezas del siglo XVI. Los relieves en mármol que centran las calles
laterales (Melquisedec entregando los panes, Aarón recibiendo los panes de la
propiación, La caída del maná y La cena pascual) son de Luis González, de hacia
1620, fruto de los diseños de Zumárraga, y los bronces con las efigies de Justa
y Rufina corresponden al platero Lucas Valdés y a los fundidores Manuel Perea y
Mateo Gutiérrez, realizados entre 1630 y 1633. Pintura: En el centro tabla con
la Virgen de los Remedios, de escuela sienesa de hacia el 1400. Bajo ésta
pequeño cobre pintado por Pacheco en 1636 con la escena de la entrega de las
llaves a san Fernando. Artes Suntuarias: La baranda que separa el trascoro del
resto de la nave es obra del rejero Juan Sánchez, ejecutada en 1635.