CAPILLA DE SAN ISIDORO
CAPILLA DE SAN LEANDRO
Decoración exterior
Retablo
Detalle de ángeles
(VISITA) CAPILLA DE SAN ISIDORO Y SAN LEANDRO CAPILLA DE SAN ISIDORO la capilla es de 1661 y la CAPILLA DE SAN LEANDRO de 1773, con patronos privados, se utiliza el Cuarto de la Cera en el
primer caso y la Biblioteca de Canto LLano en el segundo caso, era un espacio logístico de la Catedral, se transforman en capillas de patrocinio
privado, coincide con la obra de la
Iglesia del Sagrario, el equipo artístico
formado por Bernardo Simón de Pineda , Murillo , Valdés Leal
, Pedro Roldán y otros, colaboraron en la realización de la primera
capilla (San Isidoro) y después de este momento de esplendor artístico con la Escuela
Sevillana hubo un vacío hasta el periodo de finales del XVIII , que tuvo
otro momento de esplendor con Pedro Duque Cornejo pero no con la
importancia de un siglo atrás, algunos
canónigos, especialmente los Deanes, pedían
que se hiciera una capilla que le devolviera cierta simetría al fondo de
la Catedral, en 1550 Gil de Hontañón
diseña un espacio para libros, la
librería del Canto LLano o Librería Vieja; en 1733 se elimina la arquitectura de Gil de Hontañón,
en la obra se mantuvieron las bóvedas
apuntadas; CAPILLA DE SAN ISIDORO patrono de la Puente Verastegui , conservadores
de un puente, pertenece desde 1661 a los linajes De la Puente, Mendocino (rama
andaluza de los Mendoza) y Ordoñez de Pineda. Los De la Puente son originarios
de Balmaseda (Vizcaya), donde se vinculan a los Verastegui a principios del
XVII. En 1632 figura como canónigo de la catedral Francisco De la Puente, y en
1659 con el mismo empleo su hermano Fernando. En 1661 los dos fundan capellanía
y obtienen derecho de enterramiento en esta capilla, empleando para su dotación
a los artistas más cotizados del momento. En el escudo que centra el remate de
la reja se lee el lema familiar “Por pasar la puente me puse a la muerte”. Se refiere
al puente de la Muza, en la citada Balmaseda, desde antiguo custodiado por este
linaje , cobraban impuestos , en la CAPILLA DE
SAN LEANDRO patrono, Domingo
Valentín de Guerra Arteaga y Leiva confesor de Isabel de Farnesio , el
patrono no se quedó contento por no corresponder el elenco de artistas, pero además es que en la temática se utilizó la
rivalidad de las catedrales de Sevilla y Toledo, Sevilla reivindica ser la bandera del
catolicismo; Ddomingo pone el diseño y no protesta, pero después si se quejará, San Leandro muy importante por ser el
artífice de la reconversión de Recaredo , situación compleja , los
opositores de Recadero son también católicos, venían de Toulouse y se asentaron en Toledo; Leovigildo tiene un plan militar: quitar a los bizantinos del Levante y a los suevos
del norte, familia influye en Leandro en
el año 600, San Isidoro y Fulgencio obispo de Astigi, le obliga hasta Granada y Fulgencia , esta
familia influyó en la conversión de Recaredo y Teodosia; San Isidoro escribe piezas por encargo
de San Leandro, hace unos manuales, por tanto en Sevilla se reivindica ese momento
histórico de los años 600, reivindicaban
que Sevilla fue la cuna católica, con
los Borbones se propone el centralismo y Sevilla se ve perjudicada: traslado de la Casa de Contratación, se le da a Toledo la certificación de la
Catedral Primada; el patronato de la capellanía
con 500 ducados de rentas, muy bien
dotada con 300 misas, con artistas muy
importantes del momento, Domingo
Martínez marchante de Isabel de Farnesio, consigue 25 Murillos, Domingo paga sin saber que el mensaje oculto
de la reivindicación del origen del catolicismo, diferencias artísticas el decorado exterior de
San Leandro es anacrónico, Pedro
y Miguel de Borja (labran) , el diseño de Pedro Roldán año 1660, fundamental
en el arte de la Iglesia de la Caridad y Santa María la Blanca, la empresa la organiza Bernardo
Simón de Pineda , los primeros Borbones reivindicación de la primacía de
Sevilla como Catedral católica y origen del catolicismo, CAPILLA DE
SAN ISIDORO reja de diseño de Pedro Roldán ejecutada por Sebastián
Conde que también hizo la reja de la puerta del Príncipe de la Maestranza, instalada por Aníbal González, Miguel y Pedro de Borja diseñado por Pedro
Roldán; paramentos muy criticados por los intelectuales ilustrados que
acusaban de abandonar el gótico, CAPILLA DE
SAN ISIDORO marco de piedra de la puerta y la puerta misma, diseño de Pedro Roldán , retablo
de Bernardo Simón de Pineda , era la cabeza de todo el grupo, firmaba los contratos y distribuía el trabajo;
Bernardo Simón de Pineda original
de Antequera, funde las dos escuelas de Granada Sevilla pero se forma en
Cádiz, aprendiz de maestro Saavedra,. Bernardo Simón de Pineda diseño de la
decoración de la capilla y las puertas y las dependencias : el caracol de los libros ( o del canto llano) [canto llano y canto polifónico], se conservan bóvedas góticas pero se
decoran de estilo barroco granadino; Simón
de Pineda se coloca de alumno en la Academia de Bellas Artes donde
estaba Murillo, Herrera El
Mozo como maestros; en esta capilla
se observa el contexto culto, SAN ISIDORO capa pluvial de Valdés Leal
, la gubia de Pedro Roldán , este recuerda la pincelada de Velázquez
la imagen de un cuerpo que avanza, como de un guerrero, Isidoro y todo lo hace por indicación de
Leandro, SAN
FRANCISCO DE ASÍS porta el mayor de la Puente de Verastegui de llama
Francisco, el llamado Francisco; eL SAN DIEGO
DE ALCALÁ portero de la Casa Grande de San Francisco, RETABLO con
temática sevillana, arriba San Fernando,
abajo San Diego de Alcalá pero
nació en San Nicolás del Puerto , de 1400 a 1448 , fue portero, cocinero, viajó a Italia y Francia, viajó a pesar de ser lego, aborda empresas seráficas, repartía la comida a los pobres, cuando muere abraza la cruz; columnas salomónicas , la parte
estrecha cada vez más estrecha, las esculturas
son de Pedro Roldán, la
policromía de Juan Valdés Leal y el retablo de Bernardo Simón de
Pineda pinturas murales de Valdés Leal, escudos frescos del linaje de los Puentes, San Fernando venerado el Sevilla, antes de ser canonizado capillas de los lados Virgen
de la Cinta y Virgen del Madroño; CAPILLA DE
SAN LEANDRO cuadro del Concilio de Toledo con la corte postrada en
el altar en 1773, reivindicación de la
Catedral para agasajar a los Reyes y su supremacía de Sevilla sobre Toledo; RETABLO San
Antonio Abad , San Leandro y San Fulgencio , sepulcro de
San Fulgencio, en la iglesia mayor
de Écija, sepulcro paleocristiano
, Santo Domingo de Guzmán , toma modelo de las obras de Pedro Roldán
escalas y de un San Pablo que hay en la iglesia de la Magdalena por ello,
Santo Domingo escultura de Pedro Duque
Cornejo , retablo de Manuel Escobar , policromía y dorado de otro
artista, anacronismo por querer
parecerse a la capilla de San Isidro , cuadros curiosa composición tomando de Juan
Vázquez leal motivo San Leandro entregando las reglas a su hermana
Florentina , otro origen del monacato la invasión islámica cortó las
iniciativas monásticas artista se vincula con obras del Palacio de San
Ildefonso muy espectacular autor Manuel de Escobar igual que el
retablo
FICHAS ATRIUM
CAPILLA DE SAN ISIDORO Cronología: H. 1519 Autores: Juan Gil de
Hontañón (atrib.) DATOS
HISTÓRICOS. Edificada a principios del XVI, se abre a los pies de la primera
nave de la epístola, también llamada de san Pablo, citándose entonces como
“librería del canto llano”. A principios del XVII se la refiere como “capilla
de la librería vieja”, y a su escalera como “caracol de los libros”.
Desempeñaría esta función hasta 1661, cuando se entrega a la familia De la
Puente Verastegui para instituir en ella una capellanía privada, que quedaría
advocada a san Isidoro. PATRONATO. Pertenece desde 1661 a los linajes De la
Puente, Mendocino (rama andaluza de los Mendoza) y Ordoñez de Pineda. Los De la
Puente son originarios de Balmaseda (Vizcaya), donde se vinculan a los
Verastegui a principios del XVII. En 1632 figura como canónigo de la catedral
Francisco De la Puente, y en 1659 con el mismo empleo su hermano Fernando. En
1661 los dos fundan capellanía y obtienen derecho de enterramiento en esta
capilla, empleando para su dotación a los artistas más cotizados del momento.
En el escudo que centra el remate de la reja se lee el lema familiar “Por pasar
la puente me puse a la muerte”. Se refiere al puente de la Muza, en la citada
Balmaseda, desde antiguo custodiado por este linaje. DOTACIÓN ARTÍSTICA.
Arquitectura: Su interior se ejecuta a inicios del XVI como añadido al plan
inicial de la catedral gótica, que en principio no contemplaba la construcción
de capilla alguna en este muro de poniente. La transformación barroca del
recinto a partir de 1661 respeta la cubierta de bóvedas góticas de Hontañón, que
a partir de ahora se cubrirán de pinturas murales. Desconocemos el nombre del
arquitecto que dirige la remodelación referida, si bien la decoración esculpida
de sus muros, pilastras y portadas (tanto interiores como de Pineda, que
termina de cobrar su labor en 1664. Las imágenes han sido atribuidas por
Alfredo Morales al maestro Pedro Roldán, habitual colaborador de Pineda en este
tipo de encargos. En 1665 se concluye el dorado y policromía de todas las
piezas del conjunto, empresa acometida por Juan de Valdés Leal y Agustín
Franco. En la hornacina principal se dispone una imagen de san Isidoro
revestido de pontifical, con mitra y capa pluvial, portando báculo en la mano derecha
y libro en la izquierda. El complejo diseño de los ropajes acentúa la actitud
vigorosa del personaje, aquí efigiado como hombre de acción, variando así la
tradicional iconografía que nos lo muestra como un intelectual. La policromía
de esta talla, soberbia tanto en estofados como en carnaciones, se cuenta entre
las mejores del barroco sevillano, juicio que se puede extender al resto de
imágenes que figuran en el retablo. En la calle lateral izquierda figura un san
Francisco de Asís (en posible alusión a Francisco de la Puente, uno de los
patronos fundadores de la capilla), mientras que en la calle derecha se dispone
un san Diego de Alcalá, cuya presencia acentúa la temática de santos locales
que predomina en el conjunto (san Diego nació en San Nicolás del Puerto),
argumento que continúa en el ático con la figura de san Fernando, que será definitivamente
canonizado poco después, en 1671, aunque como vemos en Sevilla ya se le venía
rindiendo devoción con anterioridad. Los rasgos faciales del san Diego nos
evocan las cualidades de esta singular personalidad de nuestro santoral. De origen
converso, la mayoría de su vida fue cocinero de su monasterio, empleo que
aprovechaba para distribuir el pan del convento entre los pobres, desoyendo las
órdenes de sus superiores. Fue canonizado por Sixto V en 1588 por petición del
rey Felipe II. Se suele representar con sayal buriel entallado con el cordel de
la orden, una cruz y un manojo de llaves en la cintura. Pintura: La decoración
al fresco de la bóveda fue ejecutada por Juan de Valdés Leal entre 1664 y 1666.
Los diseños vegetales y geométricos sobre fondo dorado que encontramos en esta
obra recuerdan a los que por esos mismos años se ejecutan para la decoración
interior de la iglesia de santa María la Blanca, en los que no se descarta la
intervención de Murillo. Suponen estas pinturas un ensayo de los grandes
conjuntos murales que Valdés Leal realizará en la última fase de su carrera, a
partir de 1680, para las iglesias de san Clemente y los Venerables, donde se
repetirán algunos motivos que ya aparecen aquí. Artes suntuarias: En la parte superior
del muro que acoge el retablo se disponen dos vidrieras de autor desconocido
donde figuran los atributos de san Isidoro. Pueden fecharse en torno a 1670. A
ambos lados de la mesa de altar encontramos dos cajonerías de caoba destinadas
a guardar enseres litúrgicos. Son piezas ricamente talladas que hacen juego con
la puerta de acceso a la escalera lateral, que creemos del mismo momento (H.
1670). Su lenguaje decorativo repite los diseños del retablo y de las yeserías
de la bóveda, siendo por tanto atribuibles a Simón de Pineda y Pedro Roldán.
Revisten estas piezas especial interés por ser muy escasos los ejemplos de
mobiliario del XVII conservados en Sevilla, y más aún vinculables con artistas
de primer nivel como es el caso. A la misma cronología y autores se puede
atribuir el diseño de la reja, cuya ejecución pudo correr a cargo de Sebastián
Conde, frecuente colaborador de Roldán y Pineda para labores de rejería. Destacamos
por último el frontal de la mesa de altar, compuesto por piedras de ágata con
bellos veteados y datable en el siglo XIX.exteriores), así como las yeserías
que decoran la cubierta, se han venido atribuyendo a Pedro Roldán (diseño) y a
los hermanos Pedro y Miguel de Borja (labra), pues presentan paralelismos con
las de la iglesia de la Caridad, obra de dichos artistas. El barroquismo de
todo este conjunto contrasta con la pureza gótica de los muros que la rodean,
habiendo sido por ello objeto de duras críticas por parte de los historiadores
ilustrados. Retablos y esculturas: La arquitectura e imaginería del retablo que
preside la estancia se contratan en 1662 con Bernardo Simón
CAPILLA DE SAN LEANDRO. Cronología: 1733 Autores: Matías José de
Figueroa (diseño) y Diego de Castillejo (dirección de las obras) DATOS HISTÓRICOS. Situada en el muro de
poniente del templo, a los pies de la nave de san Pedro. Se edifica una primera
capilla a comienzos del siglo XVI, citándose desde ese momento como “oficina de
la cera”. La escalera a la que se accede desde su interior se refiere en la
documentación como “caracol de la cera”. En 1733 se reedifica tanto interior
como exteriormente para corregir la asimetría que había generado en este muro
la reforma de 1661 de la capilla de san Isidoro, que hace pareja con ésta al
otro lado de la puerta de la Asunción. En el año citado de 1733 se concede en
patronato a la familia Guerra Arteaga y se pone bajo la advocación de san
Leandro. Para promover su culto el arzobispo Salcedo concede 4 días de
indulgencia a quienes recen ante el santo. PATRONATO. Otorgado en 1733 ante el
escribano Pedro Leal a favor de Domingo Valentín de Guerra Arteaga y Leiva, que
instituye para el sostenimiento de su culto dos capellanías dotadas con 500
ducados anuales de renta cada una. De entre los doce puntos que recoge el
documento fundacional destacamos la obligación de decir 360 misas anuales por
la memoria del fundador. Domingo Valentín, nacido y educado en el reino de
Nápoles pero de familia española, fue fundador del mayorazgo de los Guerra,
obispo de Segovia, arzobispo de Arneda, confesor de la reina Isabel de
Farnesio, abad de Balsaig y de la colegiata de la Santísima Trinidad en el real
sitio de san Ildefonso. Su escudo preside el remate de la reja de la capilla.
Ni él ni sus descendientes se enterraron nunca aquí, pese a tener los derechos
adquiridos, debido a que residían en Granada, donde tuvieron sus casas
principales. Pese a ello sufragan su decoración siguiendo un plan diseñado por
el Cabildo, llamado a demostrar la supremacía de la iglesia sevillana sobre la
toledana, disputa que entonces se encontraba en su punto álgido. DOTACIÓN
ARTÍSTICA: Arquitectura: De la capilla edificada a comienzos del XVI no queda
resto alguno, ya que en 1733 se reedifica según un proyecto de Matías José de
Figueroa, cuya ejecución dirige el entallador Diego de Castillejo. La
supervisión de las obras corre a cargo del entonces deán de la catedral, Alonso
de Baeza. Su interior se cubre con una bóveda esquifada. La decoración de sus
paramentos imita los de la capilla de san Isidoro, consiguiendo así unificar la
estética del muro de poniente, aunque quedan lejos de la calidad que presentan
aquellos, además de constituir un anacronismo estético, pues su estilo había
pasado de moda. Retablos y esculturas: El retablo, realizado entre 1733 y 1734,
fue ejecutado por el ensamblador Manuel de Escobar y cuenta con esculturas de
Duque Cornejo y policromía y dorado de Pedro de Uceda. Se compone de banco, un
cuerpo dividido en tres calles por columnas salomónicas y ático. En la
hornacina central figura una imagen del titular de la capilla, mientras que en
los laterales aparecen san Antonio Abad (izda.) y san Fulgencio (dcha.),
rematando en el ático un santo Domingo de Guzmán (en posible alusión al patrón de la capilla, Domingo
Valentín Guerra) flanqueado por ángeles dispuestos sobre los laterales de un
frontón curvo. Todas las esculturas son de alta calidad, aunque según Hernández
Díaz merece destacarse el santo Domingo del ático, la mejor del conjunto. Con
respecto a san Leandro conviene recordar que su importancia para la historia de
Sevilla se hace patente en su inclusión, junto a su hermano san Isidoro, en el
escudo de la ciudad. Tiene dedicado uno de los conventos más antiguos de
Sevilla, ubicado en la plaza del mismo nombre, donde con especial solemnidad se
celebra su festividad cada 14 de noviembre. También referimos aquí, por estar
menos difundida, la figura de san Fulgencio, hermano de Isidoro y Leandro,
obispo de Astigi (Écija) en dos ocasiones, y comisionado por el rey Recaredo
para importantes misiones de estado. En la iglesia de Santa Cruz de Écija, a
modo de altar, se conserva un excepcional sarcófago paleocristiano que algunos
identifican con la tumba de este santo. Sus reliquias se reparten entre la
iglesia de san Juan Bautista de Berzocana (Cáceres) y el monasterio de san
Lorenzo de El Escorial. La difusión de su iconografía toma como base la escultura
que realizara Lorenzo Mercadante de Bretaña para la portada del Bautismo de la
catedral hacia 1464. Pintura: Dos pequeños retablos situados en los muros
laterales, obras atribuibles a Manuel de Escobar, cobijan sendos lienzos de
1735 firmados por el italiano J. Mausola (pintor al que se atribuyen algunos
frescos del Real Sitio de san Ildefonso), que representan a San Leandro en el tercer concilio de Toledo
(dcha.) y San Leandro instruyendo a su hermana santa
Florentina (izda.).
En el tercer concilio de Toledo (589), el rey Recaredo, instigado por Leandro,
proclama el cristianismo como religión del reino. La segunda pintura muestra a
Leandro iniciando a su hermana en la regla monástica que para ella había
redactado. Afirma el profesor Quiles que tras la temática de estas pinturas (y
aún tras la propia idea de dedicar una capilla a san Leandro) subyace la
disputa por la primacía de la iglesia española entre Sevilla y Toledo, lucha
que había alcanzado su punto culminante durante la estancia de Felipe V en
Sevilla (Lustro Real), cuando el Cabildo desplegó todo su poder de propaganda
en agasajos a la corona. Artes suntuarias: Cuenta la capilla con dos vidrieras
fechadas en 1770, de autor desconocido, que muestran los atributos del titular.
La reja se contrata en 1733 con Francisco de Guzmán y Francisco de Ocampo el
mozo, especificándose que habría de realizarse a imitación de la que cerraba la
capilla de san Isidoro. Una lámpara de plata fechada en 1734 obra de Manuel
Guerrero (en estos momentos retirada de la capilla), dos puertas laterales
labradas en caoba y dos cajonerías, todo de la misma fecha, completan la
dotación artística de la capilla.