Cristo de la Sacristía de la Capilla de la Virgen de los Reyes (marfil)
Cristo de Hernán Cortés
Relicario maqueta de San Juan de Letrán
ofrendas (medallas militares )
Cristo jansenista (brazos no abiertos)
Cristo de la Sacristía de la Capilla de la Virgen de los Reyes (marfil)
Cristo de Hernán Cortés
Relicario santa Faz (Capilla Virgen de la Antigua)
Puerta de carey, marfil y bronce (Capilla de la Virgen de la Antigua)
Baranda de plata (Capilla Virgen de la Antigua)
Pecherin ( rosarios de cristal de roca)
Cruz de carey (procedente de Fuentes de Andalucía)
Arqueta de nacar o caja de escritorio
Cruz de ágatas
Copa de San Fernando ( cristal de roca)
Cruz de Pedro Gómez Barroso. Lignum Crucis ( cruz de oro)
Jarro de agua
reloj de arena ( cristal de roca)
Cristo de marfil , cruz de carey y nacar
Relicario de San Lorenzo (cristal de roca)
Martes 20-12-22 (VISITA) ARTES DECORATIVAS DE LA
CATEDRAL: CRISTAL Y CAREY / ATRIUM / Guía Emilio Rubio / otro aspecto de
la glíptica talla de piedras: cristal, piedras duras (jaspes) y otros materiales orgánicos: carey y nácar, diferencia entre los materiales orgánicos: (marfil,
carey y nacar) y los inorgánicos (piedras, mielinas [cuarzo]) SACRISTÍA DE
LA CAPILLA DE LA VIRGEN DE LOS REYES Cristo de Hernán Cortés
encargo de su viuda o su hija, lo tenían en Castilleja de la Cuesta, donde estaba el palacio de la familia Cortés, lo adquirieron los Montpensier, pasó por
donación a la Catedral de Sevilla; este
cristo está realizado por las comunidades chinas: los sangleyes se apoyaban en los
grabados habituales que estaban en los catecismos, pero la morfología oriental se plasmaba también
y se completaba con las policromías en este caso la cabeza, el sudario, policromías en las rodillas, en los pies, en la sangre del pecho y en el desgaste de las
rodillas, es marfil asiático (más blanco); la cruz no es original, se incorpora a finales del siglo XIX; la sacristía
de bóvedas planas, de la segunda mitad
del XVI, con la catedral renacentista, zona de muy difícil acceso, los armarios se guardan los tesoros de la
hermandad de la Virgen de los Reyes que en su mayoría los hermanos son los
sacerdotes; cuadro de Cristo
jansenista grupo que abogaba por una predisposición divina a elegir las
personas que se salvarían y muy pocos, por eso el estrechamiento de los brazos
indicando que no todo cristiano tenía posibilidad de salvarse, en contraposición con los protestantes que
indicaban que cualquier cristiano con su fe podía salvarse; Retablo del venerable Contreras; cuadro de paso de la Virgen de los Reyes
pasos antiguos; cuadro medallas de militares vinculados a San Fernando y
a la Virgen de los Reyes, son ofrendas, algunas están intactas (íntegras) sin
quitarle las gemas; cuadro para
boceto del retablo de la Virgen de los Reyes algunos bocetos eran a tamaño
real, el que se conserva en Los
Terceros, hubo un concurso en el XIX; relicario maqueta de la basílica de San
Juan de Letrán de Roma; armario con
la espada de San Fernando de cristal de roca la portaba el más joven
de los caballeros 24, la espada se la deja Fernando III al quinto hijo, el que no le había dejado nada de patrimonio, el infante Juan Manuel, el nieto del rey
Fernando III, el poeta D. Juan Manuel
escribió el Libro de los ejemplos del Conde Lucanor y Patronio, explica que la
espada “Lobera” perteneció a Fernán
González y que el rey Fernando III le otorgaba poderes milagrosos; SALA DE REUNIONES
DE CAPITULARES , carey en
las puertas, CAPILLA DE LA VIRGEN DE LA ANTIGUA encargada por don Luis Salcedo y
Azcona, antes fue una capilla pequeña de
la Virgen de la Antigua y en 1716 se encarga esta capilla más amplia; se coronaron varias vírgenes en esa época
María Auxiliadora y la Virgen de la Antigua, a pesar de no ser una imagen, sino un cuadro, hubo polémica por los elementos incorporados,
los puristas no dejaron que incluyera las joyas previstas ; reja muy
importante, realizada por Hernández Ruiz II, la lámpara también es muy
importante, por la platería colonial; cuadros
con las obras del traslado de la Virgen de la Antigua retablo de Pedro Duque
Cornejo terminado por Cayetano de Acosta con los capiteles y
las molduras en las columnas , a partir de metal; además de la orfebrería materiales de piedra
con tallas y colores muy diversos; el relicario
de La Santa Faz traído de Valencia, es muy interesante por la platería de Sánchez
Reciente , el platero más reconocido en esa época con piedras duras de lapislázuli
y ágata con veteado natural, combina
repujado (positivo) y cincelado
(negativo); las piedras duras se
utilizaban para hacer pigmentos, y se aplicaba
en pintura; las puertas planchas
de carey (tortuga nautilus) lo segrega el propio animal, se produce muy poca
cantidad, hay actualmente granjas de
cría, las especies que producen carey
son solo 3, están en peligro de
extinción, empezaron los egipcios, continuaron
en Mesopotamia , en los pueblos sumerios y los acadios, también en la civilización griega y romana; los
romanos lo utilizaban para utensilios de tocador, combinando con marfil recuerda a la taracea, se comercializaba el carey por ciudadanos flamencos
desde Sevilla; son de carey la Cruz
de la Hermandad del Silencio y Cruz del Cristo de la O , también el Cristo
de las Penas de San Vicente, la compraron
a una hermandad de Écija, actualmente
hay mucho material sintético aunque todavía, el taller de Foronda trabaja el
natural; baranda del altar un año
entraron 17.000 TM de plata por el puerto de Sevilla, la capilla ardió y hay una parte muy
deteriorada; Luis Salcedo y Azcona encarga
su tumba siguiendo el modelo de la tumba de enfrente, es anterior a los Enriquez, es más antigua, pero es del principio del XVI, el Renacimiento
en España, en esa época todavía se utilizaba el gótico, esto es una precocidad, se debe a la
existencia de comerciantes y artistas que estaban atentos a las modas en
Europa; el autor de la tumba es Domenico Fancelli; algunas piedras duras se molían más por
sus poderes mágicos que por su valor como pigmento; EXPOSICION DE
LA CATEDRAL el pecherín de la Virgen de los Reyes, con elementos de carey,
materiales para las medicinas, se usaban
por los pueblos indígenas para rituales; se pasaron a la medicina occidental, se
pulverizaban ciertas piedras, las joyas eran
donaciones de los canónigos, heredadas
de sus madres, aparece en los documentos
que los canónigos se los donan a sus “esposas”, en referencia a su iglesia; vestido de coronación de la reina
Isabel II, con bordados del XIX, MUSEO DE LA CATEDRAL Cruz de carey de Fuentes
de Andalucía, marqués de Osuna y otros
aristócratas, ya tenía mucha tradición en las nuevas propuestas de arquitectura
, los alarifes de la familia Ruiz Florindo y sus cálculos para el
labrado del ladrillo, pasaron de la arquitectura a la orfebrería, también hubo experiencias al contrario, el modelo de perfiles quebrados, donación del arzobispo Luis Delgado y
Venegas también cáliz de oro los plateros Sánchez Reciente , carey
se valora por ser claro y se pretende resaltar la belleza, se produce en
los países centroamericanos, en el siglo
XVIII prima lo exótico lo pone de moda Manuel López Pintado el
capitán general de la flota que vivía en la calle Santiago, coincide con buen clima y buenas cosechas, el reinado de Felipe V, nieto de Luis XIV, hace que llegue a Sevilla una gran colección de
artes decorativas (la segunda después de las de los Médicis); arqueta o caja de escritorio con
nácar, similar a otra de la colección Cisneros, lo encarga una familia noble, nácar similar al carey, es el caparazón interior producido por
ciertos moluscos, incluso en cuencas
fluviales, es más accesible, sobre el
nácar está una alineación de plata, cerrándola muy trabajada, las patas tienen unas argollas para que no se
moviera en los barcos; Cruz patriarcal
de cristal de roca y jaspes alemanes muy difícil de trabajar, los artistas solían
ser gente noble; el platero Diego de Vozmediano y el lapidario Juan Bautista la pieza
hubo que recomponerla; una pintura con
fondo de oro y pigmentos caros costaba 100 ducados y una pieza, sin embargo,
como la Cruz de Cristal costaba 800 ducados, son muy difíciles los ensamblajes, se hacen de orfebrería y se cortaban con
diamante; arte transparente
surgen en Milán, en el siglo XVI, en la segunda mitad, Domenico Fontana, fue el autor más reconocido,
eran objetos solo para la monarquía y el
alto clero; cristal de roca se
transforma, se trabajaba ya por los egipcios, eran piezas más toscas, en el XVI a partir de las herramientas de esa
época se les da una mayor perfección; en
Medina Azahara existía una tradición de la talla del cristal de roca por
el emir Al Haken que disponía de muchas piezas, también en talleres fatimíes en
Egipto; Lignum Crucis de Pedro Gómez Barroso y la copa de San
Fernando de cristal de roca ; (Ficha
de Atrium) Formó parte de un relicario donado por el cardenal Pedro Gómez
Barroso, también conocido como Pedro de Toledo (por su lugar de nacimiento) o
como Pedro Barroso el Jóven, para distinguirlo de su tío, cardenal y obispo de
Cartagena, diplomático y uno de los principales consejeros de Alfonso XI. Pedro
Gómez ocupa la mitra sevillana entre 1379 y 1390, dejando a su muerte la sede
vacante durante 4 años, hasta que en 1494 es nombrado Gonzalo de Mena. La
principal consecuencia de este desgobierno será el sangriento asalto a la
judería de 1391, instigada por el arcediano de Écija Ferrán Martínez. Antes de
serlo de Sevilla porto la mitra de las diócesis de Osma y de Cuenca. Murió en
la villa de Umbrete, desde 1252 propiedad del cabildo y tradicional lugar de
descanso estival de los prelados. A lo largo del siglo XIV en la España
cristiana, si exceptuamos la Corona de Aragón donde la orfebrería adquiere gran
expansión, la mayor parte de las piezas conservadas de interés y frecuentemente
de notable calidad, son obras de importación, procedentes en su mayoría de
Avignon, Italia y, en menos ocasiones, de la corte parisina, como es el caso, y
se vinculan básicamente con reyes, miembros de la nobleza y eclesiásticos.
Entre las donaciones de este obispo destaca por encima de las demás el
relicario del Lignun Crucis o Cruz de Oro, de 1389, que ya se estudió en el
apartado de orfebrería medieval; se confunden tres personajes el tío Pedro
Gómez Barroso, Pedro de Toledo y el sobrino Pedro Gómez Barroso, obispo de
Sevilla entre 1377 y 1390, periodo espléndido de artes decorativas con
zonas de producción como Aragón, Francia y Milanesado, zonas muy ricas, la catedral de Milán dispone de 3.000
esculturas exteriores y está forrada de mármol; Milán es un cruce de caminos la pieza del
cuenco de cristal tallado viene de una familia de Italia, para distinguir a Pedro Gómez Barroso de otro
obispo de Cartagena, tío de éste, llega
a Sevilla, el sobrino protegió a los
judíos, cuando dejó el obispado, tuvo como consecuencia el asalto de la judería,
Pedro I, apoyaba a los judíos y Enrique II,
los atacaba, en esta época de persecución por parte de Enrique II, Pedro Gómez
Barroso protegió al pueblo judío, se produjo una masacre en la judería, con
4000 muertos, Gonzalo de Mena
funda el hospital de Santa María de Los Ángeles , futura hermandad de Los
Negritos, en 1394; de la pelea entre
fatimíes y abasíes llegó a Sevilla un gran tesoro porque disponían de 19.000 piezas
de cristal tallado, las vendieron para conseguir una nueva flota; Gonzalo de Mena impulsó el Monasterio
de la Cartuja, dejó que entraran
primeros franciscanos y después los echó para que entraran los cartujos; a los franciscanos se les envió a Bollullos de
la Mitación; Copa de San Fernando estaba en Sevilla antes de 1391, antes
del asalto de la judería y de la construcción de la Catedral; Cruz de Pedro Gómez Barroso relicario
de San Lorenzo y San Blas, piedras recompuestas en distintas cronologías, de
arte gótico isabelino, el astil es de
Hernández de Ballesteros recompuesto por Francisco de Alfaro, con cuarzo hialino; juegos de mesa se metían en los
aparadores, se guardaban las piezas de cristal tallado, con Venecia el vidrio
también se talla; cristal de cuarzo
era habitual en los relicarios; orfebrería de la Catedral poco estudiada, más en las iglesias pensando en que se podía
perder el patrimonio; los relojes de
arena de la Catedral, tenían una obsesión por la hora, la Catedral tenía
que certificar los cultos en el siglo XVIII , hubo 5 observatorios astronómicos,
de los cinco del mundo, uno estaba en
San Fernando el Real Observatorio es muy importante porque coordinan los otros
80 observatorios del mundo, hacen cálculos muy precisos, dividiendo un segundo en una millonésima parte,
es una decisión muy trascendente, para, por ejemplo, tarifas de teléfono,
relojes de sol y relojes de Luna, había
muchos cultos simultáneos; reloj de
arena, dos piezas cónicas de cristal de roca, realizado por Pedro de Zubieta se
relaciona con los Alfaro, Ballesteros
y Merino los orfebres más destacados Cruz de nácar (o madreperla)
crucificado es seguro de marfil ( por
los ensamblajes), madera de ébano y en el centro de la Cruz , es material de carey,
recuerdan el arte Omeya y debió
pertenecer a una capilla particular
FICHA DE ATRIUM
Cruz. Carey.
Cronología: siglo XVIII. Autores: Anónimo El carey (Eretmochelys imbricata) es
una especie de tortuga marina de la familia de los quelónidos, que se halla en
peligro crítico de extinción. Su aspecto es similar al de otras tortugas
marinas. Muchas culturas usan los caparazones de estas tortugas con fines
decorativos y son tan demandadas como el marfil, el oro y algunas gemas,
alcanzando elevados precios en el mercado. Este material se utiliza en varios
complementos personales, como las monturas de las gafas, anillos o pulseras y
en multitud de objetos decorativos. En occidente sus caparazones ya eran
utilizados por los antiguos griegos y romanos para la joyería, como peines,
cepillos y anillos. Desde 1600 hasta 1900, aproximadamente, se ha empleado en
todo tipo de objetos (especialmente para las damas de la alta sociedad) como
pueden ser abanicos, peines, espejos, polveras, joyeros y muebles en general.
Junto con el nácar, el carey era un material muy apreciado por las clases
pudientes. La mayor parte del comercio mundial de sus caparazones se produce en
el Caribe. En Sevilla, gracias a ser cabecera del comercio colonial, se han
conservado piezas de gran categoría artística realizadas en este material, como
la Cruz que nos ocupa, donde llama especialmente la atención su sinuoso perfil,
muy quebrado, que le confiere un aspecto propio de las obras realizadas en el
periodo de transición entre el rococó y el neoclásico.
Arqueta.
Nácar. Cronología: siglo XVIII. Autores: Anónimo. Aunque no encontramos
referencias ni descripciones de esta pieza, ni hemos tenido acceso a la misma
para su estudio, por similitud con otra conservada en la colección Cisneros de
Madrid, podemos aventurar un origen colonial, concretamente de Perú, donde se
realizaron varias piezas similares. Puede tratarse de una caja de escribanía
encargada por una familia noble, que posteriormente sería cedida a la catedral,
donde se utilizaría como relicario o arqueta eucarística. La caja, realizada en
madera, está enchapada en nácar con cerradura y apliques en hierro. Al no tener
estas piezas una función litúrgica clara, puede asegurarse que proceden del
ámbito doméstico y que se confeccionaron como piezas civiles para servir en el
ajuar de viviendas nobiliarias. Por lo tanto, la razón de su presencia en los
tesoros de las respectivas iglesias donde hoy se encuentran hay que buscarla en
las donaciones efectuadas por sus primitivos propietarios, que debieron ser
destacados miembros de la nobleza o del clero. El nácar, también llamado
madreperla, es una sustancia orgánico-inorgánica, ya consolidada, dura, blanca,
brillante y con reflejos irisados o iridiscentes. Forma la capa interna del
caparazón de muchos moluscos, razón por la que diversas de estas especies lo
segregan de manera considerable para reparar sus caparazones dañados o para
enquistar (encapsular) objetos extraños dentro del organismo. Las conchas que
proporcionan el más hermoso nácar son las haliótidas, las nautilas y las
pintadinas, entre otras. Se trata de uno de los biominerales más antiguos
empleados por el hombre para embellecer objetos y joyas. Sus reflejos
iridiscentes llenos de matices y siempre diferentes cautivaron ya en la
prehistoria a sumerios, chinos y egipcios, continuando su aprecio hasta la
actualidad. Quizás la pieza más conocida de la historia del arte que emplea
este material sea el Estandarte de Ur, cofre recubierto de nácar y lapislázuli
que data del 2.600 a.C., actualmente en el Museo Británico. En España destaca
su utilización en las taraceas que adornaban las cajas del arte nazarí, a su
vez deudoras de las taraceas de Damasco, capital de Siria. Aunque es un material
relativamente duro resulta fácil de cortar y trabajar, de ahí su uso desde
tiempos remotos. El nácar se emplea en obras de marquetería, lacados,
ebanistería fina, camafeos, diapasones de instrumentos, joyería, y para adornar
abanicos y botones. Hoy en día se produce principalmente en Australia, China,
Japón, Nueva Zelanda y Venezuela, además de algunas otras islas y ríos del
Pacífico en América del Norte y Europa. En la medicina tradicional china e
hindú se usa para para tratar problemas de visión, heridas, mareos, patologías
del sistema nerviosos, espasmos, distensiones musculares y para prevenir
infecciones.
Cruz
Patriarcal. Cristal de roca y jaspes alemanes.
Cronología: 1527 Autores: Diego de Vozmediano. Los tableros de cristal de roca
y jaspes alemanes, rojos y verdes, de los extremos fueron cortados y tallados
por el platero Diego de Vozmediano y el lapidario Juan Bautista. La talla del
cuarzo hialino o cristal de roca, es un arte en el que destacó la ciudad de
Milán en la segunda mitad del siglo XVI. Por su valor artístico y material,
estas obras se destinaron a colecciones que solo los soberanos y miembros de la
alta nobleza europea se podían permitir. Las dos principales colecciones
históricas de cristal tallado son la de los Médicis, conservada en el Museo
degli Argenti en Florencia, y la de Luis XIV, en el Museo del Louvre de París.
Otra importante colección fue la reunida por el Gran Delfín Luis de Francia,
hijo de Luis XIV, que fue heredada en parte por el rey Felipe V, el primer
Borbón español, en 1711. Estas singulares manifestaciones artísticas fueron
consideradas en su época un arte principesco y refinado, un arte transparente
de sobrecogedora belleza.
Espada de San
Fernando. Cristal de Roca. Cronología: siglo XIII. Autores:
Anónimo toledano. Esta pieza ha experimentado algunas restauraciones,
principalmente en la empuñadura, que conserva restos tal vez de cuero, y está
revestida por cristal transparente. La cruceta tiene un vástago de ágata roja,
recubierta de plata dorada, con labor de lacería morisca. La vaina que cubre la
punta de la espada y la peana son obra del siglo XVIII. Fueron realizadas en
1741 por José de Villaviciosa. Según figura en una inscripción, ambas fueron
donadas por el capellán Juan Vázquez. El célebre escritor Don Juan Manuel, que
era nieto de Fernando III de Castilla, consignó en su Libro de los ejemplos del
conde Lucanor y de Patronio que la espada pertenecía originariamente al conde
Fernán González (héroe épico del Poema de Fernán González). En su lecho de
muerte, Fernando III dirigiéndose a su hijo menor, el infante D. Manuel, le
dijo: «non vos puedo dar heredad ninguna, mas dovos la mi espada Lobera, que es
cosa de muy grande virtud et con que me fizo Dios a mi mucho bien». El 29 de
agosto de 1326, Don Juan Manuel, al que pertenecía en esos momentos la espada
Lobera, derrotó a las tropas del reino de Granada en la batalla de Guadalhorce,
donde murieron unos 3.000 musulmanes y unos 80 castellanos. En un momento de
decaimiento, cuando todo parecía perdido, don Juan Manuel, que estaba siendo
arrollado, tomó la espada Lobera y pronunció una oración antes de lanzarse al
combate.
Copa de San
Fernando. Cristal de Roca. Cronología: h. 1320. Autores: Anónimo
parisino. Formó parte de un relicario donado por el cardenal Pedro Gómez
Barroso, también conocido como Pedro de Toledo (por su lugar de nacimiento) o
como Pedro Barroso el Jóven, para distinguirlo de su tío, cardenal y obispo de
Cartagena, diplomático y uno de los principales consejeros de Alfonso XI. Pedro
Gómez ocupa la mitra sevillana entre 1379 y 1390, dejando a su muerte la sede
vacante durante 4 años, hasta que en 1494 es nombrado Gonzalo de Mena. La
principal consecuencia de este desgobierno será el sangriento asalto a la
judería de 1391, instigada por el arcediano de Écija Ferrán Martínez. Antes de
serlo de Sevilla porto la mitra de las diócesis de Osma y de Cuenca. Murió en
la villa de Umbrete, desde 1252 propiedad del cabildo y tradicional lugar de
descanso estival de los prelados. A lo largo del siglo XIV en la España
cristiana, si exceptuamos la Corona de Aragón donde la orfebrería adquiere gran
expansión, la mayor parte de las piezas conservadas de interés y frecuentemente
de notable calidad, son obras de importación, procedentes en su mayoría de
Avignon, Italia y, en menos ocasiones, de la corte parisina, como es el caso, y
se vinculan básicamente con reyes, miembros de la nobleza y eclesiásticos.
Entre las donaciones de este obispo destaca por encima de las demás el
relicario del Lignun Crucis o Cruz de Oro, de 1389, que ya se estudió en el
apartado de orfebrería medieval
Reloj de
Arena. Cristal de Roca. Cronología: H. 1580.
Autores: Anónimo. Atribuido a Pedro de Zubieta. Pedro de Zubieta pertenece a
una de las generaciones de artistas plateros más sobresalientes de la historia
de la ciudad de Sevilla. Compañero y amigo de los Ballesteros, conocedor de la
creatividad de Francisco de Alfaro, Juan de Arfe y Francisco Merino, con los
que sin duda entabló cierta amistad, y con una posición privilegiada dentro de
la hermandad gremial de San Eloy, hacen de él una de las figuras más destacadas
e interesantes de cuantas tuvo la platería sevillana del último tercio del
siglo XVI. Como platero de mazonería y asentado en la collación de la
Magdalena, aparece en el primer documento que hace referencia a su persona,
fechado el 11 de noviembre de 1573, momento en el que arrienda a Cristóbal
Hidalgo unas casas en la collación de San Vicente. Las últimas noticias sobre
su existencia nos llegan de la parroquia de Santa Ana, que a fines de 1601 le
pagaban a él y a su yerno por unos nuevos ciriales. De su escasa producción
reconocida destacan dos jarros de pico de la parroquia de San Juan Bautista de
Marchena y el Museo Victoria y Alberto de Londres, un conjunto de acetre,
naveta y cáliz de la parroquia de La O de Rota y unas crismeras de la iglesia
de Santa Ana de Sevilla.