NOTAS: (VISITA) ESCULTURA
VINCULADA A PROYECTOS ARQUITECTÓNICOS EN EL EXTERIOR / ATRIUM / Guía Rocío Cea / taller de muchas
obras, se han abordado por temáticas, Catedral de Sevilla, Patrimonio de la Humanidad
por el contenido, desde 1987, la Mezquita Aljama se estuvo usando como catedral,
en 1356 estaba en muy mal estado, pero los cristianos eran los vencedores y en
1414 el Cabildo decide nueva Catedral, para
la piedra hubo que buscar la cantera se encontró en el cerro de San
Cristóbal y hubo que contratar barcos, sin mucho calado, por las barreras
arenosas, el muelle hubo que
habilitarlo al final de la calle de La Mar, se utilizaron piedras los primeros 50 años, en 1449 se usaron las canteras Las Membrillas de
Alcalá de Guadaíra y del Algarve, esta piedra calcoarenita es la piedra
palomera, con manchas en la superficie, la cambian por la piedra franca, más porosa (
según en talladores y escultores), fue
más problemática por lo irregular, ocupaba más tiempo; se empieza a usar el barro cocido, pero las cardinas, las hornacinas y gablete de piedra franca ; venían
marcadas y después aquí las volvían a marcar; PUERTA DE
PALOS Juan de Hoces y Pedro
Sánchez de Toledo eran aparejadores, Adoración de los Magos las esculturas
son de Michel Perrín (1517) se piensa que hubo un Miguel Florentín como
italiano, pero se ha demostrado que era
el mismo, le encargaron el cimborrio de
la Catedral , con 16 figuras, empezó el
contrato en 1517 y en 1519 se encarga de la Puerta del Perdón, también hace las esculturas del Trasaltar, para esculturas se habilitó un horno de
2,5 m, de leña, la parte de abajo era donde se alimentaba la
madera de pino y encina y la parte superior para la cochura; los ángeles en doselete, en capiteles de cardina, los ángeles llevan un armazón interior desde la cochura, se reducían a cenizas, pero algunos quedaron enteros y son muy
corrosivos, las piezas se hacen por
partes, se unían con adherentes de
sustancias orgánicas, los aderezos y
símbolos parlantes escenografía de fondo ciudad amurallada de Belén; el escultor Mercadante de Bretaña era
un buen barrista, las figuras tenían policromía el azul cobalto era un
gran dispendio, Puerta de los Palos
había un corredor con unos palos hasta el Corral de los Olmos; Epifanía o
Adoración de los Magos, tímpano de
la Puerta de los Palos, alto y bajo
relieve, Virgen entronizada con
el Niño, adorados por los Reyes, sin corona, trajes de la época, padre putativo San José, fue relegado, pero en el XVII recuperado por Santa Teresa, solo
el evangelista San Mateo habla de la Adoración de los Reyes, con ofrendas; el evangelista San Lucas solo adoración
de pastores y los otros dos evangelistas, no lo citan para nada ; los Evangelios
Apócrifos llegaron hablar de Tres Magos persas, astrónomos, leían las estrellas, las primeras comunidades cristianas hablaban
de la mala prensa de los astrólogos, entre otros, Simón el mago; en el siglo X se cambia el paradigma, los
hacen Reyes, los evangelios de San Mateo
citan a los Reyes al nacer y los Apócrifos a los dos años, cuando la
circuncisión, discrepan en el momento de la adoración de los Reyes, los Apócrifos
con 2 años y San Mateo al nacer, los
primeros cristianos hacían representaciones en parejas o cuatro; en Siria hay una representación de 12 Magos, por las 12 tribus de Israel; el Concilio de Trento lo dejó en 3 Reyes, por las 3 Edades
del Hombre, el momento simbólico Gaspar
jovencito, Baltasar el mediano y Melchor
el maduro; hablaba también de los 3 continentes, Baltasar con turbante y labios anchos, el
cabello ensortijado y Melchor calvicie y barbas; Melchor traía oro por la majestad, Gaspar el incienso por lo divino y Baltasar, la mirra para la momificación, pero hay otra
versión que era por los parásitos del niño, el incienso para desinfectar el establo y el
oro para compensar la pobreza; imágenes
de San José y Melchor arrodillados y elementos de la platería, Gaspar inspirado
en el abuelo de Carlos V, Maximiliano de
Austria, son iguales; también aparecen dromedarios y caballos, resto de figuras,
incluso Herodes; PORTADA DE LAS CAMPANILLAS La entrada en Jerusalén, Miguel
Perrín (1520) (principios del XVI) apóstoles, algunos imberbe y otros
echando ramas y flores en el camino, moda del XVI iconografía del hosanna, cantos a
Jesús; Zaqueo encima de la
palmera, Zaqueo repudiado, Zaqueo
enano y se sube a la higuera, Zaqueo después reparte su riqueza ( la mitad) y devuelve cuatro veces más a los que ha
cobrado por usura; 6 profetas PUERTA DE SAN MIGUEL, puerta de salida para el Colegio Universitario
de mozos de coro y capellanes, Portada del Nacimiento, Lorenzo
Mercadante de Bretaña, (ejecutadas antes de 1468) acceso
a sacerdotes; esculturas de Lorenzo Mercadante
de Bretaña en 1468 ya no trabajaba, en
los profetas se encuentran unas cartelas de Pedro Millán pero se
iniciaron por Lorenzo Mercadante de Bretaña, también realizó la decoración de la portada de Santa Paula y el llanto
al Cristo muerto, se obtienen indulgencias
de la bienaventuranza (misericordia) [se
esconde una golondrina detrás de una de las esculturas] Infante de la Cerda entró por aquí y
usó la Lobera para la batalla de Cádiz, figuras del nacimiento sonrientes, músicos
en la arquivolta, el grupo de figuras extraídas del cordero místico, Mercadante
de Bretaña era alquimista y masón, el pesebre es un atanor, un horno, Jesús simboliza el oro de los alquimistas, San José alegre por el nacimiento del niño, rodillas
al aire y botas, vestimenta medieval, el establo muy trabajado, mujer la matrona: leyenda de la crédula y la incrédula, le hace
la prueba a la Virgen de su virginidad, estaba sin penetrar, en este caso es una pastora, toca de la cabeza,
aparece súper contenta (Rocío hace una valoración alucinante sobre las
dentaduras de la Edad Media y su pureza por la no introducción del azúcar
…¡¡¡por las Azucareras ¡!!, hay una representación de una arqueta con la piedra
filosofal, los cuatro Santos locales: Las santas Justa y Rufina, San
Hermenegildo, San Laureano, (con guantes)
también los cuatro evangelistas : San Juan con el águila, San Lucas con el toro,
San Marcos con el León y San Mateo; PUERTA DE LA ASUNCIÓN o Puerta Central
por la nave central de la Catedral, se empieza a finales del XIX, se inicia en
1877, la impulsó Don Antonio Moreno de la Cova, hizo la donación, Mariano Doniesses, lega su casa
palacio al Cabildo, la Catedral y el
Cabildo lo destinaron a esta puerta, obra de Ricardo Bellver en 1875, el
autor estuvo formándose en Roma como pensionado, se convierte en un gran escultor, autor de El Ángel Caído, inspirado del libro El paraíso
perdido de Milton, se encuentra en el Parque
del Retiro, hay rutas esotéricas, tímpano
Asunción de la Virgen, evolucionado de
los motivos de cardina, Virgen
triunfante, su alma recibida en el
paraíso, alma recibida por Dios, va a
ser coronada, sepulcro con ángel que llena de flores el sepulcro, otro ángel aguanta la tapa del sepulcro, ángeles implorantes, ángeles turiferarios y ángeles
músicos, todo envuelto en un halo
romántico; a partir de 1885 , el
proyecto eran 40 figuras, en 1899 se termina
y las va entregando cada año de cuatro en cuatro, se utilizó hormigón, piedra artificial, piedra de Portland, algunos eruditos de Sevilla estuvieron en
contra, el ángel femenino que toca el
órgano tiene la cara de la mujer de Ricardo Bellver, murió con 23 años, también
está recogido su hijo ( que murió al año siguiente) que está junto con la madre,
Ricardo fue el padre de Mariano Bellver; [estos conjuntos escultóricos no
tienen palomas por el sistema de chispazos que las asusta ]; PUERTA DEL BAUTISMO EN EL JORDAN Puerta del Bautismo de Lorenzo Mercadante
de Bretaña , puerta por la que se accede a la capilla bautismal, se
representa el bautizo de Jesús, inicio de la fe cristiana autor Pedro Millán
reminiscencia gótica, izquierda,
delicadeza del peinado y la derecha, con
los libros abiertos Santa Justa y Rufina, todos los Santos llevan libros
abiertos, los rostros de los obispos se
hacían a partir de la mascarillas mortuorias, libros abiertos simbolizan la difusión de la
fe cristiana; San Hermenegildo, San Leandro, San Fulgencio y Santa Florentina (todos
hermanos) tímpano de Lorenzo Mercadante de Bretaña y las otras figuras son de
Pedro Millán, Jesús metido en el agua
del Jordán, San Juan Bautista con la
piel de camello, patrón de los sastres, en las ojivas todos los profetas anunciando la
venida de Jesús, Miguel Perrín y
su hijo aparece en unos tondos; VIRGEN DEL REPOSO policromada, el niño en
brazos, los arabescos de la ropa se los inventa Virgilio Mattori , también
tiene obras en iglesia de San Andrés y San Martín, VIRGEN DE
BELÉN también de Virgilio Mattoni; PORTADA DEL TRANSEPTO fachada gótica, Fernández Casanova lo encarga a Joaquín
Bilbao Inmaculada Concepción, águila
con el tintero en la boca, San Juan Evangelista,
San Jorge lanceando al dragón; PUERTA DEL
PERDÓN con obras de Michel Perrin fue rematada por la espadaña, esculturas
de San Pedro y San Pablo y una Anunciación con un libro de
Anunciación además de La Expulsión de los Mercaderes del templo,
Jesucristo sobresale la mano, le falta el látigo; Patio de los Naranjos
se adapta en el XIX con las claves de la antigua mezquita
FICHA ATRIUM
Nacimiento y Bautismo de Cristo (tímpanos
puertas homónimas). Cronología: 1460-1470. Autores: Lorenzo Mercadante de
Bretaña. La puerta del Nacimiento presenta en el tímpano una Natividad de
Cristo, obra notable de Mercadante que, junto a las seis figuras de santos que
aparecen en las jambas, suponen una completa muestra del quehacer del bretón,
aquí claramente vinculado en su estilo a la escuela de Borgoña, aún deudora del
realismo de Claus Sluter. La escena está centrada por el pesebre en primer
plano, flanqueado por la Virgen y san José, que adoran al niño. Los tres
personajes aparecen cubiertos por doseletes individuales. Sobre la Virgen
encontramos el portal, que en la parte baja se desarrolla hacia la izquierda,
desde María hasta la mula y el buey, que cierran la composición por este
frente. Un coro de ángeles cantores se dispone sobre el pesebre y un grupo de
pastores jubilosos atiende el anuncio del ángel sobre el perfil del portal,
también en el lado izquierdo. Detrás de san José, hacia la derecha, se descubre
en segundo plano una escena urbana, donde diminutos personajes se asoman a las
ventanas. En primer plano encontramos una joven oferente que, al igual que José
y María, muestra una amplia sonrisa, propia de la estatuaria gótica francesa.
La puerta del Bautismo presenta en su tímpano esta temática con sólo tres
personajes, Jesús, el Bautista y un ángel que hace de diácono sosteniendo la
túnica del Mesías. El conjunto resulta irregular por las distintas proporciones
de las figuras, especialmente el san Juan, mucho mayor que las otras dos. El
ángel resulta la mejor pieza de la tres, mostrando claras similitudes con los
modelos de la escuela pictórica flamenca. Pero en cualquier caso interesan más
en esta puerta las figuras de santos dispuestas sobre repisas y bajo doseletes
en las jambas, tanto por su iconografía, vinculada con la historia de la
iglesia de Sevilla (aparecen de izquierda a derecha Justa, Fulgencio, Leandro,
Isidoro, Florentina y Rufina), como por la excelente calidad de cada una de
ellas, visible en el detalle de las ropas de pontifical que presentan Isidoro y
Leandro o en las ligeras tocas que cubren las cabezas de las santas alfareras.
San Laureano, san Marcos y san Juan Evangelista
(jambas puerta del Nacimiento). Cronología: 1464-1467. Autores: Lorenzo
Mercadante de Bretaña. La puerta del Nacimiento contiene en sus jambas
laterales seis esculturas que representan a los cuatro evangelistas más dos
santos vinculados con Sevilla. De izquierda a derecha encontramos a Laureano,
Marcos, Juan, Mateo, Lucas y Hermenegildo. Destacan en el conjunto las imágenes
de los extremos, representando la primera a san Laureano vestido de pontifical
y la segunda a san Hermenegildo, obra de gran interés donde el personaje
aparece dotado de arreo, militares con túnica, manto corto, collar, corona,
hacha y espada. Desde 1911 el profesor Gómez Moreno las vincula a la producción
de Mercadante, destacando su excepcional calidad y la afinidad estética con el
sepulcro del cardenal Cervantes (conservado también en la catedral). De igual
modo resalta el valor testimonial que suponen de la presencia en Sevilla del
renacimiento eyckiano-borgoñón en fechas tan tempranas, resultando decisivas
para el desarrollo de la escuela local durante las décadas de epílogo de las
artes medievales. Las obras han sido restauradas en varias ocasiones, la
primera vez en 1792, cuando se las pintó de ocre para ocultar las
reintegraciones, y la última en 2014, una vez liberadas de la contaminación
ambiental que generaba el tráfico en su entorno. Se ha discutido en varias ocasiones
sobre la conveniencia de sustituir aquí las esculturas primitivas por réplicas,
tal y como se ha hecho en otras catedrales, pero de momento se conservan los
originales in situ.
Estatuaria de la puerta del Perdón.
Cronología: 1519-1522. Autores: Miguel Perrín. La decoración escultórica de
esta puerta, realizada en terracota, se conforma por un relieve central con el
tema de la Expulsión de los Mercaderes del Templo, y en los laterales, en dos
niveles, una Anunciación cobijada por doseletes en la parte alta y dos
esculturas sobre repisas de san Pedro y san Pablo en la zona inferior. La
escena central se desarrolla en un templo de elegantes líneas renacentistas que
cierra el segundo plano y abre, a través de sus vanos, vistas a un tercero,
donde se distingue un fondo urbano amurallado. En el primer plano Jesús, armado
de flagelo, pone en desordenada huida a una docena de personas que portan sus
enseres comerciales o arrean al ganado con gestos temerosos. Todo el conjunto
se atribuyó, primero por Ceán Bermúdez y luego por Gestoso, a Miguel Perrín,
por los cobros documentados de éste en 1519 por la hechura del relieve central
(no se mencionan adeudos por las imágenes laterales, si bien por coincidencias
estilísticas se las incluye en el mismo grupo). La investigación del profesor
Falcón amplió los datos sobre este artista, que al parecer llegó a Sevilla
desde Granada, además de certificar la colaboración de un artista italiano en
sus obras catedralicias, al que identificó como Miguel Florentín
Adoración de los Reyes (tímpano de la
puerta de los Palos). Cronología: 1520-1522. Autores: Miguel Perrín. El grupo
central que preside el tímpano, realizado en terracota, es una excelente
composición en varios planos del tema de la Epifanía, completado en las jambas
exteriores con diez estatuas de ángeles del mismo autor, todas de notable
calidad en diseño y ejecución. La Epifanía presenta en primer plano seis
figuras de bulto redondo (los tres reyes, José, María y el Niño), apareciendo
la del rey Melchor y san José genuflexas, la Virgen sentada portando al Mesías
en su regazo y los otros dos reyes en pie, con acusado contrapposto. En el
segundo plano, a su vez subdividido en tres niveles, se observa un completo
séquito con numerosas figuras, algunas a pie y otras montando en camellos o
caballos. Cierra la composición como telón de fondo una ciudad amurallada y
torreada, con claras reminiscencias a la arquitectura francesa del momento. Los
ángeles de los laterales componen un nutrido grupo donde destacan sus dinámicas
actitudes, la expresividad de sus cabezas y las cuidadas indumentarias. El
estilo predominante en el conjunto remite a modelos franceses de la escuela
borgoñona, si bien también se aprecian influjos de la estética italiana del
momento.
Entrada en Jerusalén (tímpano de la puerta de las
Campanillas). Cronología: 1522-1523. Autores: Miguel Perrín. La escena que
centra el conjunto representa la Entrada de Jesús en Jerusalén, apareciendo en
las jambas laterales un total de diez figuras, seis de profetas y cuatro de
ángeles. La composición central muestra cinco personajes de bulto redondo en
primer plano (Jesús sobre el pollino, tras él un apóstol y por delante dos
judíos que alfombran el suelo con sus capas y un tercero con expresión de
sorpresa). En segundo plano encontramos otro apóstol que cierra la escena por
la parte izquierda, la cabeza de un segundo pollino de menor tamaño, un grupo
central de jóvenes mancebos vestidos con túnicas cortas que parecen portar
ofrendas y un numeroso elenco de judíos que observa la escena y la cierran en
su flanco derecho, todos ataviados a la moda hebrea del siglo XVI. Cerrando la
composición en tercer plano un fondo urbano amurallado donde destacan las
airosas impostas recogidas por ménsulas. Entre el segundo y el tercer plano y sirviendo
de nexo entre ambos encontramos tres árboles que cobijan a dos personajes, uno
de ellos, sobre la palmera de la izquierda, alude al Zaqueo del evangelio de
Lucas, testigo de la entrada de Jesús en Jericó, y no en Jerusalén como luego
se interpretó. Ejercía éste de jefe de los recaudadores que trabajaban para los
romanos, por lo que era odiado por el resto del pueblo judío. Además era de
baja estatura y cuando la gente se agolpó para ver a Jesús él no llegaba a
observarlo. Entonces se adelantó y subió a una especie de higuera. Cuando Jesús
lo vio le dijo: Zaqueo, baja pronto porque conviene que hoy me quede yo en tu
casa, y de inmediato se convirtió en uno de sus discípulos.
Estatuaria de la Giralda. Cronología:
1565-1568. Autores: Juan Bautista Vázquez El Viejo, diseños de Hernán Ruiz II y
Luis de Vargas. La decoración escultórica del nuevo cuerpo de campanas
renacentista de la torre responde a un amplio y complejo programa iconográfico,
de profundo simbolismo, ideado por el canónigo humanista Francisco Pacheco,
plasmado sobre el papel por el pintor Luis de Vargas y ejecutado en lo
escultórico por el abulense Juan Bautista Vázquez El Viejo, sin descartar la
participación en esta última labor del propio arquitecto Hernán Ruiz II y de
otros escultores. En total aparecen 60 bustos o cabezas, que se distribuyen de
la siguiente manera: 16 cabezas de león haciendo de gárgolas bajo el antepecho
del primer cuerpo del campanario (4 por cada frente); sobre los óculos de los
vanos, otras 16 cabezas, en este caso de querubines (igualmente 4 por cada
frente); en los tímpanos de los frontones curvos que rematan el primer cuerpo 4
magníficas cabezas varoniles que, según Alfonso Jiménez, pudieran efigiar a los
cuatro evangelistas, mientras que para el profesor Falcón se identifican como
los profetas mayores (Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel); en las enjutas del
cuerpo del reloj observamos 8 cabezas masculinas que Falcón vincula con los
profetas menores (Zacarías, Malaquías, Oseas, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas y
Sofonías); en la cornisa acodada de este mismo cuerpo otras 8 gárgolas
zoomorfas (leoninas); por último, en el cuerpo circular conocido como de las
Estrellas, otras 8 carátulas centrando los dinteles, a modo de mascarones
faunescos, que podrían simbolizar los vientos. Todo este singular repertorio,
de excelente dibujo, modelado, talla y composición, con esmerados pormenores
que manifiestan una obra bien acabada, parece pensado para ser visto a corta
distancia, algo imposible por su ubicación. El análisis de estas piezas se ha
podido realizar gracias a la documentación fotográfica realizada por el
arquitecto Alfonso Jiménez a principios de los ochenta, herramienta fundamental
para su estudio y conocimiento, pues hasta entonces carecíamos de imágenes
individuales de las mismas. Esta aportación ha permitido adscribir la mayoría
del conjunto a Juan Bautista Vázquez, ya que la grandilocuencia expresiva, muy
próxima al estilo de Miguel Ángel, está presente en otras obras de Vázquez
realizadas en colaboración con Hernán Ruiz II, aunque esta afirmación no niega
la participación de otros artistas, como Juan Marín, con quien sabemos que el
abulense colabora en los repertorios decorativos del facistol o el tenebrario,
también diseñados por Ruiz II.
Alegoría de la Fe (el Giraldillo).
Cronología: 1565-1568. Autores: Juan Bautista Vázquez según diseño de Luis de
Vargas. Remata la torre, a modo de acrótera, el afamado Giraldillo, haciendo
función de veleta. Advocada popularmente como santa Juana, la mayoría de
autores coinciden en que se trata de una representación simbólica de la Fe, si
bien algunos la identifican con una Victoria. Quizás la lectura correcta
combine estas dos teorías y el significado de la obra aluda a la fe católica
victoriosa sobre la protestante, ya que por los años de su construcción Felipe
II libraba diversas guerras de religión en el norte de Europa y el
Mediterráneo. Su estética se vincula con las antiguas representaciones de la
diosa griega Atenea o de la Minerva romana (diosa virgen de la sabiduría, la guerra,
las ciencias, la navegación, la justicia, la educación, la medicina, el
comercio, las artes, la industria y la paz) y responde a modelos grabados por
el boloñés Marcantonio Raimondi. El diseño de Vargas y el modelado de Vázquez
se completan con la fundición de Bartolomé Morel (fabricante de cañones en el
barrio de San Bernardo) y la policromía de Antón Pérez (hoy desaparecida).
Viste túnica de manga corta, acuchillada desde los muslos y plegada al cuerpo
como empujada por el viento, coraza, grebas, sandalias, casco, palma y lábaro,
todo entallado con finos detalles. Cervantes la piropeó como “Giganta de
Sevilla”.
Asunción (tímpano puerta homónima).
Cronología: 1882-1884. Autores: Ricardo Bellver. Más de cuatro siglos se tardó
en completar la decoración de la fachada occidental de la catedral, que se
comienza hacia 1450 promovida por el cardenal Juan de Cervantes en estilo
gótico (portadas laterales) y se concluye en 1898 con un conjunto de esculturas
de estética romántica (puerta central) impulsado durante los mandatos de
Joaquín Lluch y Ceferino González. Ya a principios del siglo XIX se encarga un
proyecto al escultor Juan de Astorga, que no se ejecuta. A partir de 1882 y
hasta 1898 se documentan pagos al artista Ricardo Bellver, que realizó, además
del relieve del tímpano (que representa la Asunción de la Virgen), 36
esculturas exentas que se distribuyen en dos niveles por los contrafuertes y
jambas laterales. Todas están realizadas en piedra artificial y además de los
doce apóstoles podemos identificar a los santos Pablo, Lucas, Marcos, Jerónimo,
Ambrosio, Agustín, Domingo de Guzmán, Francisco de Asís, Pedro Nolasco,
Buenaventura, José, Joaquín, Tomás de Aquino, Lorenzo, Esteban, Antonio Abad,
Carlos Borromeo, Vicente y Clemente.
Cristo Rey con Apostolado (cornisa puerta
de la Concepción). Cronología: 1917. Autores: Adolfo López Martínez con diseños
de Joaquín Bilbao. Situada en el extremo norte de la nave del crucero, abriendo
al patio de los Naranjos, esta puerta es la última de las ejecutadas en el templo
(aún resta por iniciarse la decoración de la llamada del Príncipe, en el frente
sur del crucero). El proyecto decorativo fue realizado por Joaquín Bilbao
durante los últimos años de mandato del arzobispo Marcelo Spínola (fallecido en
1906), si bien fue su sucesor, Enrique Almaraz, el que le dio impulso a la
obra, pese a lo cual nunca se concluyó. Las esculturas, realizadas en
terracota, corrieron a cargo del polifacético artista Adolfo López, que las
realiza entre 1910 y 1917 respetando los diseños previos de Bilbao. En el
tímpano aparece la Virgen con san Miguel y san Juan Evangelista, mientras que
en la parte superior, a modo de gran dintel, encontramos un apostolado centrado
por la figura de Cristo Rey. En las bases de las hornacinas laterales (muchas
aún vacías) encontramos interesantes temáticas profanas y religiosas labradas
por López, con temas como la fábula del águila y la tortuga, la zorra y el
gallo, el pelícano y el amor filial o el lobo y la grulla. Adolfo López es un
artista recientemente documentado gracias al esfuerzo de su hijo, que ha
recopilado toda la información disponible sobre su producción. Además de con
Bilbao también colaboró con otros creadores de renombre como los arquitectos
Aníbal González (suyos son los retablos de la capilla de los Luises) y Vicente
Traver o con el pintor Virgilio Mattoni. Además fue uno de los directores
creativos de la fábrica trianera de cerámicas Montalván, para la que trabajó
desde 1914 hasta 1929.