(VISITA) CAPILLAS DE LA CATEDRAL
CAPILLA DE SAN LAUREANO y CAPILLA DE LOS JÁCOME / ATRIUM / Guía Emilio Rubio / Capilla
de San Laureano dotada en el siglo XV por los canónigos Alfonso
de Gea, aquí enterrado; en 1700 se empieza la decoración, primero fue
arzobispo y después un canónigo; otra
capilla , la del muro de los pies, de patrocinio privado, a partir de los Linden
y Jácome , Capilla de los Jácome y Linde solicitan derechos para
dotar y decorar una capilla; CAPILLA DE SAN LAUREANO primera que se
aboveda, en 1412 se dice misa, en la fase inicial de la construcción del
nuevo templo, pero no está confirmado, el plan de la Catedral definitivo es de 1433, la mezquita aljama se usa como templo cristiano
de 1286 a 1386, 100 años; se retrasó por la negativa de Enrique III a
trasladar la Capilla Real donde estaban enterrados ciertos Reyes, la mezquita se derriba en 1401 y es muy pronto
para dar misas 1412, pero es un momento
convulso de España, en 1401 se estaba en
sede vacante el arzobispado, este tenía capacidad de gestionar recursos para
empezar la construcción, sin embargo el
proyecto se paraliza, pero había
ambiente anti musulmán, espíritu
belicista, contra el Reino de Granada, se produce un derribo por los efectos del
terremoto de 1356 y por no querer un edificio musulmán, también vienen grandes familias y se quieren
enterrar en el Patio de los Naranjos, en
1401 se establece un muelle de piedra para desembarcar los materiales; arzobispo Juan de Cervantes 1453 y Alfonso
de Gea 1417 , con Juan de Cervantes se aboveda esta capilla, es Capilla Mayor, Capilla Real con el altar mayor primitivo; Capilla Mayor después fue Cátedra de Moral, el Colegio de San Miguel a partir de Alfonso
de Gea y de Vicent de Lamperez y Blázquez propició la dotación artística
de la capilla, cuadros y rejas
del 1702 a 1716, la vidriera es de 1572 de Vicente Menardo el
último de los cuatro grandes vidrieros: el primero Enrique Alemán en torno al
1400, Arnau de Vergara y Arnau de
Flandes después Vicente Menardo y posteriormente los vidrieros conservadores;
vidriera muy unida al estilo
gótico, se recuperó su incorporación a
los templos y edificios en el XIX, vidriera de San Laureano a los lados San
Leandro y San Isidro con la
característica de una gama de colores muy extensa, amarillo de plata, la trama color depende del grosor, los emplomados reciben distintos grosores; pintura de mucha calidad y temática verotestamentaria
, cuadros de Esther y Asuero y el otro de Lot y sus hijas, había mucha pintura italiana por existir
muchos canónigos de este país que veían una oportunidad de ascenso social, la pintura italiana de la Catedral es valiosa
y avanzada, ahora mismo importa mucho la
visita turística y por eso han colocado aquí estos cuadros, antes lo único que importaba era el culto; las familias italianas se interesaban en
integrarse y se mezclaban con la burguesía y las clases sociales altas de la
ciudad; sepulcro de LLuch Garriga
obispo de Barcelona, tumba en 1885 de
Agapito Vallmitjana espléndido trabajo de las capisayos episcopales, como obispo
ayudó a los enfermos de peste; retablo
de roldanesco , con la vida de San Laureano, algunas propuestas de Martínez Montañés
la proliferación de imágenes es avanzado, coincide con una etapa de crisis, viven
Murillo y los escultores famosos, con
Justino de Nevé y Miguel de Mañara todavía hacen mecenazgos importantes, las Academias de Arte ya no son tan
influyentes; en la época de los Borbones, Sevilla viene a menos, el código vituricense recoge la vida de San
Laureano: nace en Hungría, pasa por Milán, se bautiza, huye de los ostrogodos, eran arrianos, lo nombran obispo de Sevilla, el rey Teude lo hostiga, tiene un sueño que lo
van a ajusticiar, hace una última misa
pidiendo que no se acepte el arrianismo, retablo el ático martirio de San
Laureano, le cortan la cabeza (en el 522),
la basílica estaba en el Patio de Banderas,
basílica romana, después visigoda y posteriormente mezquita en
El Salvador; Matías de Arteaga ; cuadro
superior San Laureano arropado por un Ángel, otro cuadro milagro en Marsella, resucita
a un niño, otro cuadro de San
Laureano se entrevista con el papá Virgilio, cuadros interesantes por la arquitectura, cuadro superior San Laureano curando los
tullidos estando en Roma es perseguido por Totila, rey ostrogodo arriano, San Laureano se va a Tours, a ver el cuerpo de
San Martín, estos mártires vienen del
primer milenio, le cortan la cabeza y
habla como un santo cefalóforo, hay 150 santos
de este tipo en el martirologio católico; cuadro de la cabecera interpreta el
cuadro de los panes y los peces de Murillo en la Caridad también muy
interesante el plano de la ciudad, las
calles alrededor de la muralla, San
Laureano primero se le llamaba de Sevilla (en España), de Batán (en Francia) y de Panonia (en Hungría), ostrogodos y visigodos ven en el arrianismo
una forma de unión política; Leandro, Isidoro y Leovigildo se mueven en el arrianismo, después ya entran en el catolicismo; rejas barrocas la última del periodo
barroco, el libro Carpintería de lo
blanco de Diego López de Arenas está editado por Martín de
Arteaga se consigue a pesar de la expulsión de los mudéjares recuperar esas
posibilidades arquitectónicas, Martín Arteaga hace los grabados
fabulosos y los textos son de Torre Farfán, también hicieron otro libro sobre las fiestas
de Santa María la Blanca; los bancos
de 1777 para la octava del Corpus, tapizados por los bancaleros (de la calle
González Cuadrado) recordando a los
alarifes de la Escuela de la Campiña, de
Fuentes de Andalucía, los hermanos Ruiz
Florindo ; altar veteado del siglo XIX ; CRISTO DE LOS
ESTUDIANTES se confirmó que era de Juan de Mesa, según un documento que se encontró dentro de
la escultura tras un accidente, ahora se guardan en tubos de puros; paso de palio dibujos de Joaquín
Castilla, en este altar hay muestras del
paso de palio; PARROQUIA DE LA IGLESIA DEL SAGRARIO inicia en 1612 y primera misa
en 1662, obra de Miguel de Zumárraga; se abre una puerta de entrada a la Catedral, por indicación de la Hermandad Sacramental, junto a esas puertas hay un hueco, lo reclaman los Jácome y Linden, pasa después al linaje de los Rojas Solís,
siglos XIII y XIV, muchas familias patrocinan capillas, patronatos de enterramiento en la
Catedral, por ser la iglesia matriz, los Ponce de León (Medinaceli ), los Guzmán (Medina
Sidonia), después patronatos en los
monasterios y después en las parroquias; este patronato es muy moderno (1658) , los
enterramientos 1654 y 1657, CAPILLA DE LOS
JÁCOME Y LINDEN los Jácome se casaban entre ellos, después se casaron con la nobleza sevillana y
familias locales, consiguen ser marqueses
de Tablante, escudo de cruz de oro (Jácome)
y escudo de Tres Águilas (los Linden); los Jácome se establecen en Écija, para
gestionar los excedentes agrarios, Piedad
o Virgen de las Angustias cuadro de Juan de Roelas, estudia con Tintoretto y Bassano, se trae el lenguaje del naturalismo, inspiró a Francisco Herrera el viejo,
Velázquez y Alonso Cano, son el momento álgido
del naturalismo, alcanza su apogeo, los maestros todavía vivían del Renacimiento, el cuadro no es del periodo de los Jácome, era una advocación anterior, advoca a la
Virgen de la Angustia o una Piedad, simplicidad de colores y complejidad de las
ropas, de 1609 a 1652 estuvo en otro
sitio, vidrieras pequeñas, modernas, retablo de Francisco Dionisio de Ribas,
otros hermanos Gaspar y Juan, son de Córdoba y se asientan en Sevilla, los reclama Martínez Montañés, los Rivas terminaban las obras de Martínez Montañés,
en San Lorenzo las esculturas son de
Martínez Montañés y los relieves son de los Rivas, columnas salomónicas primeras de la
arquitectura, ( ya antes se había puesto en una custodia), las espiras no son tan acusadas, hay que destacar los niños Jesús, aquí son atlantes, las cabezas, los modelos infantiles, en 1656 Sevilla está recuperándose del
varapalo de la peste; relieve de la
Santa Faz con la Fe a un lado y la Esperanza a otro, ángeles a medio
limpiar, escudo de Tres Águilas
coronado con yelmo y otro águila y escudo con cruz dorada, yelmo y coronada con
lebrel; ángeles pasionarios
recogen sudario y lanza; yeserías se vuelven importantes en la
arquitectura, almohadillado muy característico de los Rivas; reja barroca diseño parecido al de
Valdés Leal; ex votos de la Virgen
de la Angustia
FICHAS ATRIUM
CAPILLA DE SAN LAUREANO Cronología: 1401-1412
Autores: Anónimo DATOS HISTÓRICOS. La capilla de san Laureano, inaugurada en
1412, fue la primera que se terminó de la nueva catedral. A partir de esta
fecha desempeñó las funciones de capilla mayor durante varias décadas. La decisión
de derribar la mezquita aljama y levantar un nuevo templo (medida adoptada tras
los daños sufridos por la fábrica en el terremoto de 1356 e impulsada por el
ambiente bélico contra el reino musulmán de Granada) se toma en “sede vacante”
tras la muerte del arzobispo Gonzalo de Mena en 1401. Es decir, no se contaba
con el apoyo de un prelado ni tampoco con el del rey Enrique III, que más bien
al contrario, puso todas las trabas posibles para el proyecto. Es lógico pensar
que el Cabildo quisiera concluir la primera capilla con celeridad, para así
demostrar su independencia e impulsar la construcción. En esta capilla se
entierra el arzobispo Egea, el primero que ejerce como tal durante el proceso
constructivo. Siempre ha tenido la misma advocación, aunque consta que estuvo
presidida por una imagen de la Piedad en 1530, que luego fue reemplazada por un
Ecce Homo y más tarde por un Cristo Resucitado y las Marías. Durante los siglos
XVII y XVIII se alojó en ella la Cátedra de Moral. PATRONATO. El primer patrón
de la capilla debió ser el citado Alonso de Egea, enterrado aquí en 1417. Egea
fue nombrado administrador de la diócesis de Sevilla y más tarde Patriarca de
Constantinopla. En mayo del año 1410 participó en la toma de Antequera
acompañando al infante don Fernando y organizando la división de la ciudad en
parroquias. En su sepulcro puede leerse “Aquí yace el reverendísimo señor Don
Alonso de Egea, patriarca de Constantinopla, y administrador perpetuo de la
iglesia de Sevilla. Finó miércoles víspera del Corpus Christi a 9 de junio de
1417”. El segundo patrón fue Valentín Lampérez y Blázquez, primero rector del
colegio de san Martín de la universidad de Alcalá de Henares y luego
catedrático de moral en Sevilla, a quien se atribuye el encargo de la actual
decoración del recinto (retablo principal y pinturas del ciclo hagiográfico de
san Laureano). A su pluma debemos la Disciplina vetus ecclesiastica a
sanctissimo D.N.D. Innocentio ..., un tratado de moral publicado en la imprenta
de Lucas Martín en 1696. Su losa sepulcral se dispone junto a la de su
predecesor en el patronato. DOTACIÓN ARTÍSTICA. Arquitectura: La construcción
de esta capilla se encuadra dentro del diseño general del templo, cuyo plano
primitivo, según ya comentamos, se atribuye por algunos especialistas a Alonso
Martínez (H.1396) y por otros a Isambret (H. 1433). Su estilo responde al
gótico norteño predominante en la fábrica, cuya decoración se limita a subrayar
las líneas arquitectónicas. Retablos y esculturas: El retablo que preside la
capilla, de autor desconocido, está dedicado a su titular y se compone de
banco, un cuerpo y ático. El cuerpo se divide en tres calles por columnas
salomónicas de tercio inferior abalaustrado. La escultura que preside el
conjunto representa al santo obispo revestido de pontifical con mitra y capa
pluvial, llevando en sus manos un cuchillo, símbolo de su martirio. A su
derecha se sitúa un relieve con el santo arrodillado ante un tabernáculo,
dentro de un templo, y a la izquierda otro relieve nos lo muestra confortado por
un ángel. Ambas escenas presentan en sus laterales columnas salomónicas con
tercio inferior retallado. El martirio (decapitación), acaecido en el siglo IV
por orden de Totila, centra el remate, también dividido en tres calles,
apareciendo en los laterales las imágenes de san Miguel y san Rafael. Coronando
el conjunto se distingue una mitra atravesada por la azucena, símbolo parlante
del santo. Este retablo, de autor desconocido, se puede fechar entre 1700 y
1702, y fue patrocinado por el canónigo Valentín Lampérez y Blázquez. En el
muro frontero a la entrada se dispone el sepulcro del cardenal don Joaquín
Lluch y Garriga. Este prelado regentó la cátedra de teología moral en el
seminario de Barcelona y en 1854, con motivo de la peste declarada en la ciudad
condal, se distinguió por su heroico servicio al frente del hospital de Santa
Cruz. En 1877 fue nombrado arzobispo de Sevilla. Mientras gobernaba esta sede
fue elevado a cardenal, si bien no pudo recibir el capelo pues murió de forma
repentina en 1882. El sepulcro fue realizado en 1885 por Agapito Vallmitjana.
Preside el conjunto la figura del prelado revestido con capisayos episcopales,
genuflexo ante el reclinatorio y en profunda oración. En la parte baja se
dispone un podio enriquecido por escudos y ángeles en los ángulos. Pintura: Una
serie de cinco lienzos bellamente enmarcados ocupan la parte superior de los
muros sur y oeste de la capilla. Fueron realizados hacia 1702 por el pintor y
grabador Matías de Arteaga. Gozó Arteaga de gran consideración en el ambiente
artístico sevillano del tercer tercio del XVII, siendo uno de los fundadores de
la Academia de Pintura en 1660. De entre su trabajo como grabador destacamos la
ilustración del libro de Diego López de Arenas Breve compendio de la
Carpintería de lo blanco y los grabados del libro de Torre Farfán sobre las
fiestas de la catedral por la canonización de san Fernando. La noticia sobre la
autoría de las pinturas de la capilla de san Laureano nos la da el canónigo
Loaysa en 1709 al señalar que dicho espacio es propiedad del capitular Valentín
Lampérez y Blázquez, quien encargó a Arteaga la decoración del recinto donde,
poco después, mandó que le enterrasen. Las cinco pinturas representan La
resurrección de un joven en Marsella por intervención de san Laureano, San
Laureano ante el papa Virgilio en Roma, La curación de un tullido en Roma por
intervención de san Laureano, El martirio de san Laureano y La entrega de la
cabeza de san Laureano al clero de Sevilla. Al fondo de esta última pintura
aparece una interesante vista de la ciudad, con sus murallas y la puerta del
Arenal en primer plano, mientras que sobre el caserío destaca el perfil de la
catedral con la Giralda. En el muro sur, frontero a la entrada de la capilla,
flanqueando el sepulcro del cardenal LLuch, se han dispuesto recientemente y
tras su limpieza dos excelentes pinturas italianas de escuela barroca boloñesa,
de hacia el 1600, que representan la de la izquierda a Lot y sus hijas y la de
la derecha a Esther y Asuero. Hasta época reciente se guardaron en el vestuario
de los canónigos, donde las estudia y cataloga el profesor Valdivieso en 1984.
Vienen estas obras a sumarse al amplio catálogo de escuela italiana que
custodia el templo, siendo además especialmente interesantes por lo singular de
su iconografía. Artes Suntuarias: En la parte superior del muro sur de la
capilla se dispone una vidriera que representa a san Laureano en el centro con
san Isidoro y san Leandro en los laterales, obra realizada por Vicente Menardo
en 1572. El formato de la vidriera en arco apuntado viene a acentuar las líneas
arquitectónicas góticas de la capilla, si bien el estilo de la representación
es plenamente renacentista, aunque el distinto canon utilizado para los
personajes nos remite a la narrativa medieval. Menardo es el último vidriero
con personalidad y formación interesantes que trabaja en la catedral. La
primera mención que tenemos acerca de su actividad data del 28 de junio de 1560
en que había terminado la vidriera de la Conversión de San Pablo de la capilla de
Santiago. Poco después, en 1565, es nombrado vidriero de la catedral, cargo en
el que sucede a Arnao de Flandes. La labor de Menardo en la catedral es
representativa de un artista que se encuentra con un programa de vidrieras casi
concluido y para el que solamente puede realizar algunas piezas que faltaban o
reparar los daños y pérdidas que se iban produciendo en las existentes. Sus
marcos arquitectónicos denotan una asimilación propia del manierismo romano,
muy distinta de las decoraciones platerescas de grutesco que encontramos en la
obra de Arnao de Flandes. En la producción de Menardo hayamos un descenso en la
actividad vidriera de la catedral. Aunque es el último maestro del siglo XVI
que realiza vidrieras de cierta importancia, con él se inicia la presencia de
maestros que son simples conservadores, como Sebastián de Pesquera y Antón
Pérez. Distribuidos por distintos ámbitos de la catedral, también en la capilla
que nos ocupa, se disponen una serie de bancos realizados para ser dispuestos
en el presbiterio durante la octava del Corpus Christi. Son piezas anónimas de
excelente calidad, exponentes del último barroco en el que predominan los
perfiles mixtilíneos de compleja composición. Es tradición no escrita que este
conjunto de bancos fue sufragado por los propios canónigos. Son piezas de
diseño suntuoso, acentuado por la movida línea de los respaldos. Tanto éstos
como los asientos son de terciopelo rojo, llevando un galón de plata y
ofreciendo bordados, tipo repostero, en oro y plata con el escudo del Cabildo.
Otro contrapunto de color aporta el dorado en oro fino al agua de los elementos
de madera, que van, asimismo, finamente torneados. Por último citamos la
excelente reja que cierra el recinto, de 1702, y el frontal de la mesa de
altar, del siglo XIX, compuesto por una piedra de ágata con hermosos veteados
de formas concéntricas
CAPILLA DE LOS JÁCOMES Cronología: 1658-1675
Autores: Anónimo DATOS HISTÓRICOS. La capilla fue edificada después de 1658,
cuando el Cabildo catedralicio decidió abrir una puerta que comunicase con la
nueva iglesia del Sagrario. Para ello se escogió como lugar más idóneo el que
ocupaba la pila del bautismo, de manera que ésta hubo de ser trasladada al
emplazamiento que hoy ocupa en la vecina capilla de san Antonio. Aprovechando
el hueco que quedaba en el muro junto a la nueva puerta se mandó labrar una
pequeña capilla con el fin de venerar en ella el cuadro de la Virgen de las
Angustias de Juan de Roelas, que gozaba de gran devoción en la ciudad.
PATRONATO. En 1658 la viuda y herederos de don Adrián Jácome (rico comerciante
natural de Brujas, donde fue Regidor, asentado primero en Écija y a finales del
XVI en Sevilla) siguiendo las disposiciones testamentarias de éste, solicitaron
del Cabildo la adjudicación de la capilla como lugar de enterramiento de la
familia Jácome y sus descendientes. Reunido el Cabildo en sesión ordinaria el
29 de julio de 1658 se acordó acceder a la petición y el día 8 de agosto el
arcediano don Alonso Ramírez de Arellano de una parte, y doña Francisca de
Linden y su hijo don Adrián Jácome de Linden por otra (I marqués de Tablantes
desde 1694, título que refiere el pago homónimo de Espartinas) formalizaban la
cesión. Además de una cantidad en metálico, la familia debía encargarse de todo
lo concerniente al exorno de la capilla. En la actualidad sigue utilizándose
como enterramiento por los descendientes. Los escudos de los Linden (tres
águilas de plata), Jácome (cruz llana de oro), Rojas (cinco estrellas de plata)
y Solís (sol figurado) aparecen en la reja, banco del retablo, respaldo de
bancos y lápidas funerarias. DOTACIÓN ARTÍSTICA: Arquitectura: Desconocemos el
autor de la capilla, aunque bien pudiera vincularse su diseño con la producción
del maestro que entonces trabajaba en la terminación de la iglesia del
Sagrario, Lorenzo Fernández Iglesias. Las paredes y el techo del interior, así
como la portada, están recubiertos de yeserías barrocas realizadas hacia 1675
que repiten los motivos decorativos del retablo, siendo por tanto posible que
en su diseño interviniera Francisco Dionisio de Rivas. Retablos y esculturas:
El retablo que preside el espacio es obra de Francisco Dionisio de Rivas,
ejecutado entre 1658 y 1660. Se compone de banco, un cuerpo dividido en tres
calles y ático. En el centro del banco se ubica una cartela donde aparecen
inscritas las palabras de la consagración de la misa. El lienzo central está
enmarcado por bellos roleos y rematado por una cabeza de ángel sobre la que se
dispone la paloma del Espíritu Santo. Los intercolumnios se decoran en su base
con los escudos de la familia Jácome sobre los que se dispone una ménsula que,
a modo de peana, sostiene dos imágenes de ángeles pasionarios. Por encima de
éstos se abren dos ventanas a modo de transparente, añadidas al conjunto en
1777, decoradas con vidrieras que muestran varios símbolos de la pasión de
Cristo. El ático está presidido por un relieve de la Santa Faz a cuyos lados,
dispuestas sobre los laterales del frontón curvo, aparecen imágenes de la fe y
la esperanza. Se considera este retablo el primero en el que su autor utiliza
la columna salomónica con finalidad estructural, rasgo definidor de su
producción futura. El almohadillado de fondo es típico también del taller de
los Ribas. Otro retablo catedralicio realizado por este autor es el que preside
la capilla de la Concepción Grande. Pintura: Preside el retablo una pintura con
el tema de la Piedad o Virgen de las Angustias realizado por Juan de Roelas en
1609. El naturalismo pictórico se introduce en la escuela sevillana gracias a
la producción de Roelas, que asimila con maestría los nuevos conceptos
estéticos emanados de Trento gracias a una más que probable estancia en
Venecia, donde conocería de primera mano la obra de Tintoretto, Veronés y sobre
todo de Bassano, cuyos efectos lumínicos se reconocen en buena parte de su
obra. De origen incierto (los últimos estudios afirman que nació en Flandes),
llega a Sevilla en 1604, donde permanece hasta su muerte en 1624. Durante estos
años se convierte en el mejor pintor de la ciudad, asumiendo su taller los
principales encargos, tanto de la nobleza (también trabajó para los Medina
Sidonia en Sanlúcar), como de la iglesia. Su renovador estilo rompe de manera
radical con el manierismo de impronta rafaelesca aún vigente en Sevilla y
orienta la escuela local hacia el camino del barroco, que en breve recorrerán
artistas de la talla de Velázquez o Alonso Cano. La Piedad que preside la
capilla de los Jácomes es obra mal conservada pero en la que aún se aprecia un
excelente dibujo, sobre todo en las figuras de la Virgen y san Juan. Otras
pinturas de mediana calidad decoran los muros laterales de la capilla; a la
izquierda vemos un San Pedro Arrepentido, que parece de mediados del XVII; bajo
ésta un cuadro del XVIII de reducidas dimensiones con el tema de La dormición
de la Virgen, que por su factura suelta creemos un boceto; por último, en el
muro de la derecha, encontramos un Jesús camino del Calvario, modesta obra del
siglo XVII de estilo tenebrista de algún seguidor de Zurbarán. Artes
Suntuarias: La capilla se cierra por una magnífica reja con los blasones de la
familia ejecutada hacia 1670, que recuerda los diseños de Pedro Roldán para el
rejero Sebastián Conde, aunque tampoco es ajena a los que realiza Juan de
Valdés Leal para la capilla de la Concepción Grande, obra que se asienta en
1666. A los pies de los muros laterales se ubican dos tresillos de madera con
la heráldica de los patronos, buenas obras de mobiliario de finales del siglo
XVIII.