(VISITA) PINTURA EN LA CATEDRAL BARROCO SEVILLANO I / ATRIUM / Guía
Rocío Cea / Zurbarán bien representado a pesar del expolio del mariscal Soult
[vemos una reliquia en el altar, hablo con Mercedes que eso es lo que permite
celebrar, en Sevilla muchas reliquias de
Santa Angela de la Cruz y San Isidoro] ; dos grandes artistas Alonso Cano y Zurbarán
, bien representados en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, conjunción simbólica de lo terrenal y lo
celestial; Murillo y Zurbarán no
competían, eran amigos ; Zurbarán le enseñó muchas cosas a Murillo, no era un dibujo plano el de Zurbarán, se lleva a Murillo a Madrid y compartieron
muchas cosas, se lo lleva a Madrid; Alonso Cano muy completo representante
de la escuela granadina, escuela
oriental; VIRGEN
DE BELÉN 1635 (Alonso Cano)
[Altar de Belén], de Alonso Cano, 1635, recoge la escuela de los italianos, fue clave en la corte madrileña y no pudo ser
pintor real; [parte superior del retablo TRINIDAD
Virgilio Mattoni] , el crítico Antonio Palomino hacía
valoraciones negativas, hablaba de la
personalidad colérica, que estaban
enemistados, sin embargo Alonso Cano
fue pintor, grabador, arquitecto dibujante, pintor dorador, era muy virtuoso; la obra de la Virgen de Belén es de 1635; Alonso Cano nace en 1601, es dos años
mayor que Velázquez y tres más que Zurbarán, su padre Miguel Cano retablista, le dio a la impronta a su hijo con las
iconografías sagradas, [en la capilla, las molduras de piedra, están doradas] ; Murillo es el que pide a Miguel Cano
que mande a su hijo a Sevilla que aproveche los encargos de los conventos; se trasladan en 1614 se formaron con Pedro
Villanueva, Miguel Cano empieza a trabajar en la iglesia de Santa Ana
empiezan a vivir a la calle Fabie y después se trasladan a la calle Espíritu
Santo (actual Betis); pasó un examen
cosa que no hizo Zurbarán, pero a este le
seguían dando encargos; Alonso Cano
como escultor cuenta con maestro a Martínez Montañez , este le pide a
Alonso Cano que lo represente en el Gremio de escultores; Alonso Cano se casa con la hija de un maestro y después
con otra, se van a vivir a la collación de
San Lorenzo, en 1638 se marcha de Sevilla, tuvo problemas por un duelo que hirió a su
oponente y se escapó antes, estuvo en la
cárcel por deudas, en Madrid firma como
maestro escultor de imaginería, tiene el
mecenazgo del Conde Duque de Olivares hace retratos de para el rey, pero tuvo pleitos y en 1644 muere su esposa
apuñalada, Pellicer el gacetillero cuenta que un pintor italiano había
matado a la mujer, pero al final
acusaron al propio Alonso Cano; estuvo
en la cárcel lo torturaron, pero no
confesó que era culpable, lo
excarcelaron , se refugió en la Cartuja de Valencia, regresa a Madrid en 1652, se ordenó sacerdote fue el deán de la Catedral
de Granada, diseña la fachada pero muere
arruinado, tuvo enfrentamientos con el
Cabildo de Granada, sin embargo pudo
enterrarse en la Catedral ; el cuadro de la VIRGEN DE BELÉN con cristal, tenía muchos repintes, le hicieron una limpieza en los años 90, se
mantuvo el cristal, influencia de los
tenebristas, los artistas marcados
por Trento, que promulgaba acercar el arte sagrado al pueblo, dulcificar las imágenes, siempre las imágenes, en un visión de un
cuadro , primero se nos va la vista
la izquierda, después nos llegan los
colores, antes los oscuros, ya se tenían estudios por Leonardo, influye sobre la escultura, el cuadro de la Virgen de Belén, llega a la
Catedral en 1691, a través del cardenal Jaime
de Palafox usó el azul cobalto (muy caro9, el azul con tonalidades frías, color bermellón,
contrasta con los tonos cálidos del
cuerpo del niño, dinámica del juegos de las cabezas, cada una hacia un lado, el niño mira con ternura para convencer, para
convencernos sigue con la mirada, se le puede seguir con la mirada, naturalismo, domina el dibujo sfumato no
define los límites del dibujo en el cuerpo usa veladuras más claras para
distinguirlas de las manos; [Soult se
llevó 20 obras], en Santa Paula hay un
retablo de SAN JUAN BAUTISTA de Alonso
Cano ; Felipe de Rivas toma el testigo de Alonso Cano; Francisco Zurbarán nace en Fuente
de Cantos, familia noble, padre comerciante de telas, vendía
a América, su madre Isabel Márquez, no
utilizó el apellido de la madre, su hermano se casa en 1609, uno de sus
sobrinos entra en el convento de los mercedarios, le encargan la serie de los mercedarios, llega a la Sevilla de Pacheco , no
consigue licencia de artista, vuelve a Fuente
de Cantos, tiene 3 hijos, Juan Zurbarán,
el mayor, toma el oficio de su padre, en 1623 muere su esposa y vuelve a casarse con
Beatriz de Morales, casa en segundas
nupcias era mayorceta, Zurbarán hace sus
primeras cuadros, sus primeras obras FUENTES DE LA PLAZA MAYOR de Llerena, contrata con los mercedarios un crucifijo, Zurbarán aporta su conocimiento de la
escultura y su pintura, primeros cuadros
de Santo Domingo para el convento de San Pablo, primeros temas da canonización de San Pedro
Nolasco los cuadros y solo firmados 3 de ellos, CUADROS DE
SAN PEDRO NOLASCO de Zurbarán hace cuadros de los ilustres personajes de la
orden calzada, los franceses quemaron la
biblioteca y el artesonado para hacer leña, Zurbarán siguió en el convento
Buenaventura, obras que deja inconclusa
Herrera el viejo; en 1630 INMACULADA para el Ayuntamiento de Sevilla, se instala con su hija a vivir en su casa, pero le pone un pleito por venta de las casas
de su madre, RETABLO DE LA CARTUJA DE JEREZ , obras en la provincia de Sevilla y
mucha producción para América; intentó
ser pintor de corte, tenía que demostrar pureza de sangre ; terceras nupcias con
mujer de 28 años, tiene 6 hijos, solo vivió una de las hijas, en 1649 está muy mermado por la epidemia de la
peste, muere Martínez Montañés y el hijo
de Zurbarán, Juan; la crítica se cebó
con Zurbarán a pesar de introducir colores nuevos y cierta innovación, se le tacha de linealidad y estático; RETABLO DE LA
CAPILLA DE SAN PEDRO 1630 [capilla de San Pedro] encargo de los marqueses
de Malagón encargan la capilla a Miguel de Zumárraga que hizo la
fachada del Hospital de la Sangre, el
retablo es de Diego López Bueno y las
pinturas se las contratan a Zurbarán, obras de la vida de San Pedro (a los lados); la obra central es de SAN PEDRO PAPA y a los lados también San Pedro penitente; Andrés y Simón (Pedro) primeros
apóstoles , como aparece calvo, los
frailes se hacían la tonsura; San Pedro
patrón de los gremios del pescado y su atributo dialogante son las llaves, santo
portero, santo clavijero, patrón de los herreros
y de los cerrajeros, se le pedía por
ataques de locura y mordeduras de serpiente, los martirios de San Pedro son muy
representados; GLORIA DE SAN PEDRO (entronizado como obispo de Roma), Zurbarán aplica la geometría muy estudiada, obra muy simétrica, la capa es copiada de los grabados, los dibujos muy estudiados, mucho contraste entre las iconografías del
barroco, tiara cónica, cruz de crucero (triple
cruceta por ser obispo de Roma) y una
cruceta más que los arzobispos; las PINTURAS INFERIORES DEL RETABLO son del Taller
de Zurbarán, SAN PEDRO Y JESÚS (a la
izquierda) JESUS CON PEDRO Y LOS APÓSTOLES (en
el centro) y SAN PEDRO Y EL TULLIDO no le
da ni oro, ni plata, pero le libera de
ser tullido; postulados post tridentinos
de la penitencia y arrepentimiento, San
Pedro niega ser discípulo de Cristo, niega
ser de los galileos dos veces y a la tercera vez que le negó , cantó el gallo y
llora arrepentido, había que dar un
empuje al perdón de los pecados, a la
penitencia, muy importante las escenas
del arrepentimiento de San Pedro; SAN PEDRO ARREPENTIDO (Francisco de Zurbarán ) se le nota en
los trazos del cuello, San Pedro está en
la cárcel, se conservan en Sevilla
eslabones de la cadena de San Pietro in Vincoli , en el tercer nivel ÁNGEL LIBERA A SAN PEDRO , en medio una INMACULADA y después una expresión de Quo
Vadis HACIA DÓNDE VA PARA NO OLVIDAR ROMA , en la Inmaculada, túnica Jacinto (rojiza) primeras devociones a los siervos de María, la bola de abajo es como un corazón, la luna hacia abajo simboliza el
triunfo del cristianismo sobre el islam, con color de cadmio , letanías lauretanas, aparece la Torre del Oro, rostro de la Virgen, cabellos muy rizados, DIOS ETERNO es
una copia, esta figura del del Padre
Eterno, CUADROS
DE SAN PEDRO NOLASCO posible autor Francisco Ruiz, San Pedro Nolasco fundador de la obra de los Mercedarios,
nace en 1218, en 1248 acompaña al rey
Fernando en la toma de Sevilla, San Ramón Nonato, patrón de los partos complicados, le tapan la
boca con un cascabel o candado para que no hablara , los mercedarios fue en
origen una orden guerrera pero le quitaron el trabajo a los alfaqueques (eran
mediadores de los prisioneros); SAN PEDRO NOLASCO Zurbarán hace 27
cuadros, se conservan 10 y firmado solo 3, cuadro de SAN
PEDRO NOLASCO SU MANTO COMO VELA protegido por Jaime I de Aragón, llega a las costas sevillanas, Torre del oro y
montaña (alegoria de alcanzar a Dios) ; REY
SAN FERNANDO CON LA VIRGEN DE LA MERCED, otro cuadro SAN PEDRO NO ESCUCHA LOS MAITINES milagro de estar en el coro la Virgen y los ángeles;
MUERTE DE SAN PEDRO NOLASCO San Pedro
Nolasco acompaña a San Fernando en 1248, funda la orden en Cataluña, la orden de La Merced; CRUCIFICADO de
Zurbarán, donación de Dean López Cepero,
responde a la iconografía del cuerpo muerto, la otra sería en los últimos momentos de vida,
Zurbarán respeta las normas y los cuatro
clavos que ya apuntó Durero, Velázquez
también recoge los cuatro clavos y un sub pedante, pero no existió, fueron licencias de los artistas, también tiene un tratamiento escultórico, su morfología mantiene las tinieblas, los saca de los evangelios, todo se oscureció,
una tiniebla, representaciones de Cristo muy condicionadas Pacheco
lo recoge en su manual, según Santa
Brígida, patrona de Suecia, se pensaba que se podía sentar y en este caso
se usa un sedile como un asiento en la Cruz; SAN JUAN (1635) (Francisco de Zurbarán) San Juan es el
nexo del Antiguo y el Nuevo Testamento, el primer mártir, hijo de Zacarías, el sacerdote mayor del
templo de Jerusalén, el cordero es el
pueblo, ángel aparece a Zacarías y le dice que va a tener un hijo Johann, tuvo que estar en silencio todo el embarazo y
no pudo hablar, San Juan va al desierto,
era el bosque la vida eremita y solo se
alimenta de saltamontes y miel silvestre, sus rasgos son nobilísimos, por el hijo de la estirpe de Dios, a pesar de sus pies de la piel quemada, se hace un traje de piel de camello, símbolo parlante la cruz y el cordero y planta
de los pies manchados, juegos de luces
paisaje del fondo cascada y luz indirecta, cuadro de la VIRGEN
DEL ROSARIO de (Francisco Zurbarán) registro terrestre la mancha azulada, niño ha quitado el Rosario, Virgen con coloretes muy marcados
FICHAS DE ATRIUM
Virgen de Belén. Cronología:
H. 1635 – 1637. Autores: Alonso Cano. Este cuadro fue pintado para Andrés
Cascante, músico racionero de la catedral, que a su muerte lo legó al cabildo,
quedando dispuesto en su actual emplazamiento en 1691. Es la única obra de
Alonso Cano que se conserva en la catedral, pero es pieza importante,
existiendo réplicas de la misma tanto en España como en distintos museos
europeos. En el retablo que le sirve de marco se contiene la siguiente
inscripción: "Esta imagen de Nuestra Señora, pintada de mano del eminente
Alonso Cano, racionero de Granada, dexó por su muerte a esta iglesia Andrés
Cascante, músico racionero, tenor insigne, cuyos albazeas a costa del dicho
Cascante hicieron este retablo y adorno y le doraron, el cual se estrenó nuevo
el día de la Inmaculada Concepción de María Santísima”. Se trata de una de las
obras más hermosas llevadas a cabo por Alonso Cano durante su etapa sevillana
-desarrollada entre 1626 y 1638-, en la que se pone de manifiesto el gusto del
autor por la representación de arquetipos de belleza clásica. Cano utiliza un
dibujo preciso que le sirve para describir de manera pormenorizada y
naturalista todos losmotivos representados. Emplea una gama cromática armoniosa
y equilibrada que logra sutiles matices lumínicos en el primer plano, que
contrastan poderosamente con el intenso claroscuro proporcionado por el
tenebrismo del fondo en penumbras. Los logros cromáticos de las carnaciones,
tanto en la anatomía infantil como en las manos y rostro de la Virgen, se cuentan
entre más destacados del naturalismo español del siglo XVII. El rostro de la
madre denota influencias de Roque Balduque y de Juan Bautista Vázquez, mientras
que la expresión del hijo, más de adulto que de niño, es deudora de la
tipología definida por Martínez Montañés para su Niño Jesús de la hermandad del
Sagrario.
San Juan Bautista. Cronología:
H. 1635 – 1645. Autores: Francisco de Zurbarán. De entre el conjunto de
obras de Zurbarán conservado en la catedral destaca este san Juan Bautista por
su originalidad iconográfica. Aparece en primer plano con un gesto anhelante,
señalando el cordero con su mano derecha. Todo en este cuadro es excepcional;
la descripción de la anatomía del cuerpo del joven Bautista; el tratamiento de
la túnica; y el pequeño cordero que parece entretenerse con los pies del
precursor. Tiene relación esta obra con la interpretación del Bautista que hace
Juan de Mesa en 1623 para la Cartuja (hoy en el museo de BB.AA.) En las dos
obras se representa con la misma edad y en las dos se resalta su fuerza
espiritual. Existe una versión anterior (de hacia 1630) en el museo de Cádiz,
procedente de la Cartuja de Jerez, aunque la de Sevilla es más rica tanto en
composición como en cromatismo. El autor se aparta aquí de los idealizados
modelos italianos precedentes. Su Juan Bautista es un personaje real, un joven
pastor de ruda hermosura, cuya delgadez musculosa hace verosímil una larga
estancia en el desierto. Está representado hasta las rodillas, sentado, a
contraluz, y parece dialogar con el cordero, remitiendo al pasaje del capítulo
a del evangelio de Juan. La composición es muy sobria, en una estructura
piramidal, resuelta en tonalidades pardas.
Virgen del Rosario.
Cronología: H. 1630. Autores: Francisco de Zurbarán. Desde que en 1984
Valdivieso incluyera esta pintura entre las originales de Zurbarán que conserva
la catedral, han sido varios los especialistas que han corroborado esta
atribución. Poco antes de aquella fecha una restauración permitió descubrir
tras los barnices oxidados una riqueza cromática similar a otras obras del
maestro y un dibujo subyacente de gran calidad. Tanto en el esquema
compositivo, muy geométrico, como en el tratamiento de las telas o en las
expresiones faciales puede apreciarse con claridad la mano de Zurbarán. También
de gran mérito es el tratamiento lumínico y el cromatismo del fondo, inundado
por nubes azuladas en el tercio inferior y rompimiento de gloria en tonos bermellones
en los dos tercios superiores, de claras reminiscencias flamencas. La anécdota
iconográfica nos la da el propio rosario aludido en el título, pues en este
caso no es portado por la Virgen, como suele ser habitual, sino que pende del
cuello del niño, que parece presumir con orgullo del mismo. Hoy este cuadro se
exhibe en el museo catedralicio (antiguo pabellón) pero hasta hace poco estuvo
en la capilla de san José, y antes en la sacristía de los cálices.
Crucificado. Cronología: H.
1650. Autores: Taller de Francisco de Zurbarán. Posee la catedral dos
representaciones de Cristo crucificado de clara impronta zurbaranesca, ambas
pueden considerarse como obras de taller de buena calidad. El ejemplo más
temprano con este asunto lo tenemos en el lienzo del Art Institute de Chicago, de
1627, procedente del convento dominico de San Pablo el Real en Sevilla.
Considerada una de sus obras maestras, Zurbarán coloca a este Cristo muerto
sobre unos rudos maderos en los que se sujeta con cuatro clavos. La imagen, de
fuerte efecto, está trabajada con un claroscuro que dibuja y esculpe el cuerpo
del Redentor. Zurbarán elaboró el tema con Cristo vivo, como es el caso que nos
ocupa; muerto, como en la obra que acabamos de mencionar, en la que rebosa
serenidad; con santos, como el San Lucas delante de la cruz del óleo conservado
en el museo del Prado; o con donantes. Casi todos los Cristos crucificados de
Zurbarán colocan sus pies en un supedáneo y se sostienen con cuatro clavos,
tema este que tuvo una amplia repercusión en la pintura y escultura sevillana.
A ello, sin duda, contribuyeron los escritos del suegro de Velázquez, Francisco
Pacheco, como atestigua una carta de 1619 del cronista y poeta sevillano
Francisco de Rioja en la que felicita a Pacheco por restituir en estas imágenes
lo que dicen «los escritores antiguos»
Inmaculada. Cronología: H.
1630. Autores: Francisco de Zurbarán. La estancia de Zurbarán en Sevilla le
hace tomar partido y convertirse en defensor de las ideas concepcionistas que
allá por 1616 crearon gran polémica en la ciudad. La Inmaculada presenta a la
Virgen como el único ser mortal libre del pecado original. El Concilio de
Trento consagró la creencia en este misterio aunque no hizo dogma de fe del
mismo, en parte por la oposición de los prestigiosos teólogos dominicos. En
España se creyó fervorosamente en esta doctrina y se celebra el 8 de diciembre
desde 1644. Zurbarán utilizaba el color rosado para la túnica de la Virgen
hasta que Francisco Pacheco en 1649 escribió el canon estético para la
tipología de la Inmaculada Concepción en el tratado Arte de la pintura. Pacheco
seguía las indicaciones de Beatriz de Silva, fundadora de las concepcionistas
franciscanas, que había tenido una visión de la Virgen vestida de blanco y azul
cielo en el año 1615. En 1636 se inició un proceso de beatificación para la monja
Beatriz de Silva al hacer pública su visión. A partir de 1644 Zurbarán comienza
a pintar la túnica de la Virgen de color blanco. La influencia de Caravaggio se
hace patente en la forma en que ilumina los rostros de los niños, especialmente
los de la peana, logrados retratos infantiles.
La visión de san Pedro.
Cronología: H. 1630. Autores: Francisco de Zurbarán. El retablo que preside
la capilla de san Pedro fue costeado por los marqueses de Malagón entre 1620 y
1630. En la primera fecha se contrata la realización de la parte arquitectónica
con el ensamblador Diego López Bueno. Concluida aquella se contrataría la parte
pictórica con Zurbarán, entonces recién llegado a Sevilla, que terminaría el
conjunto hacia 1630. Todas las pinturas de este retablo, salvo la Inmaculada
comentada en el epígrafe anterior, presentan pasajes de la vida de san Pedro,
circunstancia que le aporta un gran interés iconográfico, pues son pocos los
ciclos dedicados a este santo que se conservan en la diócesis. En el banco
aparecen pinturas de Cristo y san Pedro sobre las aguas, Cristo entregando las
llaves a san Pedro y San Pedro curando al paralítico. En el primer cuerpo
figuran La Visión de san Pedro, San Pedro Papa y El arrepentimiento de san
Pedro. En el segundo cuerpo se representa a San Pedro liberado por el Ángel, la
Inmaculada Concepción y Quo Vadis. El Padre Eterno del ático es una copia del
siglo XVIII de la original de Zurbarán. En el conjunto pictórico destacan la
monumentalidad de las figuras y la solemne emotividad de las expresiones de los
personajes, todos captados de manera fuertemente realista. Esta Visión san
Pedro se basa en un grabado de Martín de Vos de 1583, que a su vez plasma este
pasaje narrado en el capítulo 10 de los Hechos de los Apóstoles.
El milagro de la barca.
Cronología: H. 1635-1640. Autores: Francisco Reyna (atribución). Procedente
del convento de la Merced de Sevilla figura en el lateral derecho de la capilla
de san Pedro de la catedral un conjunto de cuatro pinturas que narran episodios
de la vida de san Pedro Nolasco. Formaban parte de una serie más amplia
destinada para el claustro chico del convento, serie iniciada por Zurbarán y
acabada por sus colaboradores Francisco de Reyna y Juan Luis Zambrano. Las
cuatro aquí conservadas representan La aparición de la Virgen de la Merced a
san Pedro Nolasco en el coro de los novicios, El milagro de la barca, San
Fernando entregando la Virgen de la Merced a san Pedro Nolasco y La muerte de
san Pedro Nolasco. El milagro de la barca describe el episodio de la vida de
san Pedro Nolasco en el que fue abandonado por unos corsarios en una frágil
embarcación en medio del Mediterráneo en el trayecto de Argel a Valencia Lejos
de perecer el santo cruzó el mar de forma milagrosa sirviéndose de su propio manto
desplegado como vela. La composición de esta pintura está presidida por la
majestuosa imagen del santo, puesto de pie sobre la barca y destacando en él la
fuerza expresiva de su rostro y el efecto espectacular del blanco de su hábito,
tratado con notable calidad técnica.
La muerte de san Pedro
Nolasco. Cronología: H. 1635-1640. Autores: Juan Luis Zambrano
(atribución). En esta obra, perteneciente a la serie que se comenzó a comentar
en el epígrafe anterior, aparecen en la parte inferior izquierda los restos de
una firma que en un primer estudio Valdivieso interpreta como de Juan de
Zurbarán, hijo de Francisco, puesto que parecía lógico que hubiese intervenido
en la terminación de una serie empezada por su padre. Pero una reciente
restauración ha puesto al descubierto varios pormenores de la firma antes
ocultos que permiten identificarla como de Juan Luis Zambrano, artista nacido
en Córdoba en fecha desconocida y muerto en Sevilla en 1639. Esta pintura es la
única que puede adscribirse al periodo sevillano del pintor, comprendido entre
1629 y 1639. La atribución también se apoya en la proximidad de las fisonomías
de los personajes con los que aparecen en el Martirio de san Esteban, obra
firmada por Zambrano y conservada en la catedral de Córdoba. En esta obra puede
advertirse que la figura del santo repite la actitud de san Buenaventura en el
episodio de su muerte que Zurbarán pintó para el convento de esta advocación en
Sevilla, obra que actualmente se conserva en el museo de Louvre. El fraile que
aparece leyendo en medio de la composición también evoca un precedente
zurbaranesco, en este caso a Fray Pedro Machado, lienzo hoy perteneciente a la
Real Academia de San Fernando.