martes, 23 de mayo de 2023

ESCULTURA EN LA CATEDRAL DE SEVILLA : ARQUITECTURA INTERIOR

Cúpula de la Capilla Real ( Reyes de España)

Capilla Real Cúpula 

Hornacinas palmeadas

Capilla real Bóveda Naranja 

Capilla Real 

Capilla Real 

Esculturas del Tras Altar (Reyes y Profetas) [Michel Perrin] 

Esculturas del Tras Altar (Reyes y Profetas) [Michel Perrin] 

San Gregorio 

Capillas de alabasttro

Capillas de alabastro

Capillas de alabastro 

Arco con comidas ( galería de viandas ) 

Sacristia 

Sacristía

Sacristía 

Sacristía 


Mitologías y escenas biblicas

Mitologías y decoraciones renacentistas

Patrio del Cabildo 

Patio del Cabildo ( detalle ) 

Patio del Cabildo ( detalle ) 

Capillas de alabastro

Cúpula Capilla Real 

Capilla Real 

Trasaltar ( Reyes de Israel y Profetas) 

Capilla de San Gregorio 

Portada de Sacristía 

Arco de las comidas 

Cúpula de la Virgen ( rodeada de divinidades ) 

Patio del Cabildo 

Trascoro ( santas Justa y Rufina) 

Martes 22-5-23 (VISITA) ESCULTURA VINCULADA A PROYECTOS ARQUITECTÓNICOS EN EL INTERIOR / ATRIUM / Guía Emilio Rubio / TRASALTAR presenta estatuaria tanto gótica como gótica tardía, estilo  borgoñón ESTATUARIA CAPILLA REAL (Bóveda, presbiterio, cúpula)  empieza en 1559 y termina en 1579,  con Martín de Gaínza colabora con Hontañón y Riaño pero de forma exclusiva por 28.000 ducados, se paraliza por movimiento de los muros de la Catedral,  se retoma por Hernando Ruiz II cambia cubierta y cúpula,  hornacinas palmeadas,  intramuros intrados balaustradas de Pedro de Campaña también asume trabajos de medallones (detrás de unos faldones rojos, que no permiten ver) cúpula con tres niveles de Reyes de España (1562-1570) ;  Hernán Ruiz II a instancia de Pedro Pinelo (cabildo responsable de las iconografías del XVI)  hay también motivos profanos y religiosos, ángeles con alabardas y trompetas,  Reyes desde Recesvinto a Felipe II ; ventanas con hornacinas cuatro evangelistas y más abajo santos locales y al lado del altar San Pedro y San Pablo,  el resto iconografía pagana;  Diego y Garci Pérez Vargas,  militares, el primero de la batalla de Jaén y el segundo de la toma de Sevilla (puso estandarte en lo alto del minarete), a mitad del XVI, todavía se le rendía culto sin ser santos,  también al rey Fernando, no lo fue hasta 1560 , tondos con movimiento innovador, recinto sagrado con temas profanos,  especialistas no aceptan el diseño tan disperso balaustres platerescos,  todavía, en la catedral,  el Renacimiento es sólo testimonial,  (empieza en el sepulcro de los Mendoza)  Diego de Riaño sí es reconocido,  no así Martín de Gaínza y le continúa Hernán Ruiz bóveda esquifada la planta fue impuesta por el Cabildo,  para seguir modelo de iglesia de cristianismo (Sepulcro de Jerusalem) y otro pagano (El Panteón de Agripa de Roma);  bóveda media naranja , venera con corte de ángeles la corte completa;  sepulcros de Alfonso y Beatriz por Antonio Cano a mediados del siglo XX autor del horripilante (es mío) Juan Sebastián Elcano;  TRASALTAR  (59 figuras (trasaltar, sacristía alta y sacristía baja)  (1517-1575) arquitecto Juan Gil de Hontañón ; lateral izquierdo el autor de las esculturas es Miguel Perrin,  volvió arruinado después de trabajar en varias catedrales del norte, lo albergan en Santa Marta, entrega 40 de las 59 imágenes,  otros artistas Diego de Pesquera y Juan Marín de finales de los 60 (facistol del Coro),  aparece de la Catedral de Toledo,  esta solución es un precedente de la Catedral de Toledo, en  el muro lateral están los reyes de Israel y arriba los profetas como el árbol de Jesé,  en el trasaltar: santos de Sevilla y vírgenes,  muy afectado por el terremoto de 1735,  el programa iconográfico original no se conserva, en el XVIII se aprovechan imágenes  cuando se cayó el cimborrio;  esculturas en barro,  sigue la tradición de Mercadante de Bretaña y su alumno Pedro Millán, era también del mundo centroeuropeo, aquí se continuó en el XVI con la tradición del barro,  José Gestoso trata de recomponer el estilo;  las coronas de quita y pon,  cuatro reyes debajo,  primera etapa 1519 1522,  los de al lado son del cimborrio,  los primeros son originales y restaurados por José Gestoso,  los de arriba son profetas;  Virgen del Reposo retirada, se está estudiando dónde ponerla para que sea vista; este trascoro y la Capilla Real se usa de girola,  santos locales:  Santa Florentina,  Santa Justa Santa Rufina y los santos San Hermenegildo, Leovigildo, Isidoro ; el otro lateral derecho imágenes superiores,  los Reyes de Israel: Salomón, Saúl, David, Jerovoan, Navá arriba profetas se cree que Miguel Florentín (el nombre de la calle, puede ser de Michel Perrín), el estudioso  Hernández Díaz hablaba de la intención del árbol de Jesé,  encargado por Pedro Pinelo ; el extradós arco de la Capilla Real,  obra de Pedro de Campaña,  pintor de Bruselas,  de principios del XVI ; CAPILLAS DE ALABASTRO (Capillas de San Gregorio) (1531-1533)  exterior de Juan Gil de Hontañón en 1510 de estilo gótico el interior por Diego de Riaño Renacimiento en el siglo XVII, coincidió que se concentraron los esfuerzos económicos en la Iglesia del Sagrario, principio del XVI, Hontañón exterior y Riaño reciben el encargo de hacerlo plateresco,  1526 igual que el Ayuntamiento , Alacenas (copia las ventanas del apeadero del Ayuntamiento), transformar lo medieval en la nueva Roma,  después vinieron las puertas Hernán Ruiz y Maeda,  Hontañón manda traer alabastro de Tortosa y Riaño va a Torredonjimeno Jaén y lo elige personalmente, las tallas son de Nicolás de León , tallador que trabaja para Siloé (catedrales renacentistas de Málaga y Granada, una vez tomado el Reino de Granada) hechas por Siloé;  alabastro retirado en Jaén se embarcaba en Granada, barco encalla en Cádiz, en una profundidad entre 5 y 7 m y es rescatado por Gaínza;  PORTADA DE SACRISTÍA Diego de Siloé , colaboración con Diego de Riaño,  roleos y balaustres, fustes; INTRADOS (arco con comidas ) (1529) arco con comidas y animales,  galería de viandas,  encargo de Pedro Pinelo en el XVI referente intelectual,  lo continúa Francisco Pacheco tío del pintor, representante del petrarquismo sevillano,  pero Pedro Pinelo es más humanista,  Pedro Pinelo hijo de Francisco Pinelo, valedor de Colón, Pedro Pinelo amigo de Hernando Colón,  interesado en la cultura clásica sobre todo con la comida,  del siglo V al siglo 15 no muy representada, a partir del Renacimiento se convierte en un género propio,  bodegones preferido por la burguesía,  sustituye a la iglesia y sus preferencias,  bodegones por datarse para la belleza de los alimentos,  pueden ser indicativos de generosidad , de riqueza,  o de gula,  los cabildos debían pasar por debajo, se piensa que debían perseguir la generosidad, pero Hernández Díaz piensa que es más por la riqueza;  SACRISTÍA modelo para el resto de los edificios religiosos,  novedades en la planta,  en el alzado y en la decoración,  escenas de lucha ( con escenas mitológicas) introducciones de Diego de Riaño y termina Martín de Gaínza,  formas elípticas en ventanas, trompas y cúpula del Juicio Final hay Trinidad Griega (Pantocrator, Virgen y San Juan Bautista) Dios presidiendo el Juicio Final pechinas,  figuraciones dobles: reyes y profetas mezclados;  76 figuras en los arcos,  escultura iconografía religiosa y profana,  San Juan Bautista y arriba un fauno, enfrente Hércules y Jesucristo,  hay escenas de Lapitas y Centauros,  mucho atrevimiento por parte del Cabildo; bóveda elíptica , Virgen en el centro; cuadro del Descendimiento de Pedro de Campaña caras como del Greco, grises;  en el siglo XVII mucha libertad,  con Trento,  radicalidad y vuelta atrás;  nos reímos Luis Reina y yo por el comentario de “abocetado” de la pedante;  PATIO DEL CABILDO [me emociono con un grupo de escolares disminuidos psíquicos y su profesora de belleza profunda ] patios del manierismo, otro momento del Renacimiento,  el plateresco fue el primero es más decorativo,  el manierismo vive de las fuentes librescas,  Diego Sagredo y Hernán Ruiz fundamental su libro Tratado de Arquitectura ; Hernán Ruiz,  maestro mayor de la Catedral,  del Arzobispado, del hospital de las Cinco Llagas y del Ayuntamiento;  paradigma de la arquitectura manierista es Juan de Herrera (Lonja de Mercaderes), Hernán Ruiz antecede la figuración barroca del XVII, se  anticipa en Santa Clara;  PORTADA (casi neoclásica) 1562 ( Diego de Pesquera, según diseño de Hernán Ruiz)  colores y figuras paganas,  FUENTE mármoles veteados de la Subbética;  CAPILLA ALABASTRO anteriores de 1511,  estos alabastros de Tortosa,  los anteriores de Torre del Campo,  son capillas góticas;  TRASCORO el devenir tortuoso 1618 se había empezado simultáneamente la iglesia del Sagrario,  por Zumárraga,  muchos arquitectos del norte por ser maestros de cantería,  inició una tribuna para los Reyes, pero no había unanimidad,  el trascoro tuvo mucho valor ceremonial,  en 1631 se desmonta la tribuna y se vuelve a montar (sin tribuna) por Falconete con los materiales que fueron reutilizados; SANTAS JUSTA Y RUFINA  (1632) (Manuel Perea y Mateo Gutiérrez)   y otros santos identificados,  algunas figuras rescatadas del derrumbe del cimborrio de 1888

 

FICHAS ATRIUM

 

Estatuaria del trasaltar mayor. Cronología: 1517-1575. Autores: Miguel Perrín, Juan Marín y Diego de Pesquera. La obra de ampliación de la Capilla Mayor, que incluye el muro del trasaltar, se cree ejecutada por el aparejador Gonzalo de Rozas, según planos del que fuera maestro mayor hasta 1519, Juan Gil de Hontañón. El proyecto incluye asimismo los dos muros de cerramiento lateral que albergan en su interior la sacristía alta. La decoración escultórica de este conjunto está compuesta por dos niveles longitudinales que contienen en total sesenta esculturas de barro cocido, de notable calidad, colocadas sobre ménsulas y bajo doseletes, apareciendo, sin orden aparente, santos y santas, obispos, reyes, mártires y confesores. Por la altura de su ubicación (el nivel superior alcanza los 15 metros) han sido ignorados por la bibliografía, careciéndose aún de un pormenorizado estudio de las mismas. El historiador Gestoso, siguiendo la descripción de Ceán Bermúdez, identifica un primer grupo como obra de Miguel Perrín, todavía de estilo gótico, mientras que otra parte la atribuye a los escultores Juan Marín y Diego de Pesquera, ya de estética renacentista. El primer conjunto citado, que suma 26 esculturas, se realiza en dos fases, la primera entre 1517 y 1522 y la segunda entre 1538 y 1552, año de la muerte de Perrín. En 1564 se reanuda la obra por parte del escultor Juan Marín bajo la dirección de Hernán Ruiz II, desde 1557 maestro mayor, con quien Marín colaboraría en otras empresas como el soberbio facistol del coro. Se ejecutan entre ese año y 1572 un total de 41 esculturas, si bien en esta última fecha aparece también trabajando en la obra el escultor Diego de Pesquera, que remataría el proyecto en 1575. Preside el testero, frente a la capilla Real, una notable escultura de la Virgen en barro cocido y policromado, advocada del Reposo, posiblemente lo mejor de la serie, en torno a la cual se documentan interesantes tradiciones devocionales. Esta imagen es atribuida por Gestoso a Miguel Perrín, fechándose hacia 1540

Alacena (capilla de san Gregorio). Cronología: 1531-1533. Autores: Nicolás de León según diseño de Diego de Riaño. Las dos capillas exteriores del coro que abren a la nave del Evangelio se comienzan a edificar en 1515 en estilo gótico, según proyecto de Juan Gil de Hontañón, si bien en 1529 le sucede Diego de Riaño, a quien corresponde la realización de los interiores, que manifiestan ya un claro gusto renacentista. Riaño modifica, por tanto, el diseño original, introduciendo una de las primeras decoraciones platerescas de la obra catedralicia, estilo ya aplicado por el maestro tres años antes en la obra del nuevo ayuntamiento. El arquitecto se trasladó a las canteras jiennenses de Torre del Campo para seleccionar in situ el alabastro que habría de emplearse, pues consideraba éste de mejor calidad que el procedente de Tortosa que había usado su predecesor. También manda buscar en Granada al escultor francés Nicolás de León, con experiencia en este material, que se incorpora al proyecto en 1531. El barco que traía el alabastro de Jaén naufraga y encalla cerca de Rota, recibiendo el arquitecto Martín de Gaínza el encargo del cabildo de rescatar los materiales, empresa que culmina con éxito a principios de 1532. La alacena que aquí vemos copia las ventanas del apeadero del ayuntamiento.

Asunción de la Virgen (bóveda central del presbiterio de la sacristía mayor). Cronología: 1529-1537. Autores: Lope Martín, Lorenzo del Bao y Juan Picardo. La sacristía mayor, uno de los espacios más ambiciosos de la catedral, se levantó entre 1528 y 1543 según proyecto de Diego de Riaño y Martín de Gaínza. Su monumentalidad obedece a la función de continente de los ornamentos y vasos sagrados, llamados a ennoblecer la liturgia, que el cabildo se había propuesto fuese referencia para toda la cristiandad. La estatuaria del conjunto, muy generosa, responde a un extenso y profundo programa iconográfico que el profesor Morales atribuye al canónigo Pedro Pinelo, cuyos contenidos aún no están descifrados de modo fehaciente, si bien se han planteado distintas hipótesis. En la cabecera de la sacristía se disponen tres pequeñas capillas a modo de ábsides presbiteriales, cada una rematada por bóveda singularizada (interpretación renacentista de las esquifadas góticas la central y casetonadas las laterales). En la que reproducimos se representa una Asunción de la Virgen, elevada por dos ángeles mancebos a sus pies y coronada por otros dos en la parte superior. Rodea la escena un apostolado, entre cuyas figuras se intercalan originales balaustres.

Escena de lucha (friso de la sacristía mayor). Cronología: 1529-1537. Autores: Lope Martín, Lorenzo del Bao y Juan Picardo. Por encima del nivel de los capiteles, a la altura del entablamento y correspondiéndose con las columnas y pilastras del cuerpo bajo, aparecen santos vinculados a la ciudad (Leandro, Isidoro, Hermenegildo, Laureano, Fernando, Justa, Rufina y Florentina). En el mismo nivel encontramos los padres de la iglesia y las virtudes teologales y cardinales. En los frisos que se intercalan entre estas figuras se disponen escenas que remiten a temáticas mitológicas y así encontramos faunos y geniecillos, mujeres arrodilladas adorando a símbolos, escenas de luchas entre lapitas y centauros y aún otras, como la que reproducimos, de no aclarada interpretación. En las bóvedas abanicadas encontramos obispos, jueces del Antiguo Testamento, Moisés, Aarón, David, profetas, patriarcas, sacerdotes y los doce apóstoles. En los intradoses de los arcos torales hay 68 bustos masculinos y femeninos. Distribuidas en distintos espacios (paramentos, frisos, fustes retallados, pilastras cajeadas) vemos imágenes cosmológicas (los cuatro elementos), morales (Teseo y Venus) y políticas (Carlos V e Isabel), todas de notable calidad, además de grutescos, candelieris y otros motivos paganos.

Platos con viandas (bóveda de acceso a la sacristía mayor). Cronología: 1529-1543. Autores: Lope Martín, Lorenzo del Bao y Juan Picardo según diseño de Diego de Riaño. La comida en la historia del arte asume distintas simbologías. Su representación puede aludir a la ofrenda, la fiesta, el pecado, la generosidad o la riqueza. Durante el siglo XVI se recupera para la iconografía del arte occidental el tema de la comida, de escasa representación en el medievo pero abundante en la antigüedad, constituyéndose hasta hoy como un género propio, de gran aceptación entre un público variado.

La cúpula es el núcleo fundamental de la organización iconográfica de la sacristía. Se encuentra dividida en tres anillos circulares concéntricos, que en conjunto representan un Juicio Final. En el inferior, los condenados sufren su castigo. El segundo acoge a las doce tribus de Israel y el tercero una Trinidad griega (Pantócrator, la Virgen y el Bautista) acompañada de cinco bienaventurados y una corte de ángeles, arcángeles, serafines, querubines, tronos y dominaciones. Rematando en la linterna, el Padre Eterno. En las pechinas vemos dos figuraciones en cada una, Jeremías y santo Tomás de Aquino, Isaías y Salomón, David y san Felipe y Judas Tadeo y san Agustín, Sobre las ventanas ciegas que acogen los cuadros de Murillo de san Leandro y san Isidoro se disponen dos tondos con las figuras del Ecce Homo y el Bautista. Por encima de éstos otros tondos menores con imágenes sin identificar, que algunos han interpretado como un Hércules y un Baco. Todo el conjunto supone una notable aportación a un estilo emergente, el plateresco, que fusiona sin complejos temas paganos y cristianos.

Galería de bustos de reyes (cúpula de la capilla Real). Cronología: 1562-1570. Autores: Diego de Pesquera según diseño de Hernán Ruiz II. La construcción de la capilla Real comienza en 1552 según planos de Martín de Gaínza, a quien el año anterior el cabildo y la corona adjudican la obra por la importante suma de 21800 ducados. En 1556 se detectan ciertos fallos en la cimentación y se paraliza la construcción, falleciendo el arquitecto pocos meses después. En 1562 se reanudan bajo la dirección del maestro mayor Hernán Ruiz II, si bien la bancarrota del estado obliga a Felipe II al secuestro de las rentas eclesiásticas, lo que origina una nueva paralización. Superados los problemas económicos y de diseño (Hernán Ruiz II modifica el sistema de cubrición incluyendo una nueva cúpula casetonada) la obra se prolongará hasta 1579, fecha en la que se procede al traslado de los cuerpos de Fernando III y de otros miembros de la familia real. El profesor Morales considera que el diseño de la capilla, al menos en lo concerniente a su planta, debió ser impuesto por el cabildo, que intentaba emular, por una parte, la basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén y, por otra, el Panteón de Roma, en una síntesis que mezclara referentes cristianos y el modelo de nueva arquitectura impuesto por el estilo renacentista. Tan ambiciosa obra resultó, sin embargo, carente de armonía, siendo generalizada entre el mundo académico la opinión que la señala como empresa de escaso interés. La rica y variada ornamentación escultórica obedece a un extenso programa iconográfico orientado a realzar la liturgia y el destino funerario del espacio. El ábside se encuentra presidido por el Padre Eterno, mientras que a los lados del retablo aparecen los santos Pedro y Pablo y en dos niveles de hornacinas de inspiración clásica, pareadas las superiores e individuales las inferiores, los evangelistas Juan, Lucas, Marcos y Mateo, en la parte superior, y Leandro, Isidoro, Justa y Rufina en la inferior. Sobre el arco de acceso desde el trascoro se efigian los Doce Reyes de Judá, de los que sólo es posible identificar a David, Salomón, Jessé, Josafat, Josías y Ezequiel, mientras que el intradós de este arco se decora con imágenes de ángeles y arcángeles. El friso que antecede a la cornisa presenta una procesión de niños con alabardas e instrumentos musicales, mientras que el interior del cascarón de la cúpula dispone en sus tres niveles inferiores una nutrida representación de los reyes de España desde el periodo visigodo hasta el siglo XVI.

Santa Rufina (capilla Real). Cronología: 1571-1572. Autores: Atribuida a Diego de Pesquera. Las imágenes de las santas Justa y Rufina que presiden las hornacinas dispuestas en el lado de la Epístola del muro que cierra el presbiterio son las esculturas de mayor calidad de todo el conjunto decorativo de la capilla Real. Combinan una composición clásica con proporciones de corte manierista; los ropajes resultan de gran fuerza expresiva y los atributos de elegante diseño. Se creen obras de Diego de Pesquera, quien debió dirigir todo el conjunto decorativo, pues se conservan varios dibujos y bocetos, si bien se conoce la intervención de otros escultores como Pedro Campos, Lorenzo del Bao, Juan Picardo, Cornielis de Holanda o Juan Bautista Vázquez. La galería de los Reyes de Judá que remata el muro de la portada fue diseñada por el pintor Pedro de Campaña. Sobre los arcos de acceso al coro y la sala capitular se disponen dos tondos con los bustos de Diego Pérez de Vargas y Garcí Pérez de Vargas, el primero hermano mayor del segundo y héroe de la batallas de las Navas de Tolosa (1212) y Jerez (1231), y el segundo protagonista de la Toma de Sevilla (1248), únicos personajes efigiados en la capilla que no pertenecen ni a la santidad ni a la realeza

Portada del muro occidental del patio del Cabildo. Cronología: H. 1562. Autores: Diego de Pesquera según diseño de Hernán Ruiz II. Hernán Ruiz II es una figura principal del renacimiento español tanto desde el punto de vista teórico como práctico. De origen cordobés, ejerció los cargos de maestro mayor de las catedrales de Córdoba (1547-1557) y Sevilla (1557- 1569), arzobispado de Sevilla (1562-1569), Ayuntamiento (1560-1569) y Hospital de las Cinco Llagas (1558-1569). Su espíritu renovador deja atrás el plateresco de Riaño y Gaínza para para abordar un renacimiento de corte romano, pleno de fantasía creativa. Su éxito va de la mano del ascenso de Sevilla como centro económico del imperio. Además del campanario y la sala capitular, sus obras emblemáticas, intervino en el diseño de muebles como el tenebrario o el facistol, siempre con resultados brillantes. En el patio del Cabildo dispone ventanas reales y simuladas y portadas que combinan mármoles blancos y negros, con molduras mixtilíneas que anteceden el arte del barroco. El sentido lúdico de la composición y el carácter ilusorio de muchos de sus elementos hacen de este patio uno de los mejores exponentes del manierismo español.

Santa Rufina (trascoro). Cronología: 1632-1633. Autores: Manuel Perea y Mateo Gutiérrez según diseño de Miguel de Zumárraga y Pedro Sánchez Falconete. Durante el siglo XVII las obras de la catedral se centran en la construcción de la parroquia del Sagrario, siendo muy escasas las intervenciones en el resto del recinto. Una de ellas será el trascoro. Comenzado en 1619 con trazas de Zumárraga, fue desmontado en 1631 y nuevamente instalado en 1633, esta vez según plan de Falconete. El motivo que originó estas desavenencias entre los capitulares fue la conveniencia o no de incluir una tribuna para dar acomodo a los reyes. El segundo y definitivo diseño, ya sin tribuna, utiliza la variada colección de jaspes y otros materiales que ya formaron parte del primero, pero con otra distribución. Los bustos en chapa de bronce de las santas Justa y Rufina se abonan en 1633. Para completar la obra el cabildo dispuso la intervención de varios artistas como Francisco Pacheco, Baltasar Quintero, Luis de Figueroa, Juan Machado o Juan Sánchez, dando como resultado un conjunto de notable calidad y riqueza.