Plano Capilla de San Andrés
Reja contemporánea
Cristo de la Clemencia (Martínez Montañés)
Cristo de la Clemencia (Martínez Montañés) (detalle)
Sepulcro de los Pérez de Guzmán (Señores de Gibraleón)
Sepulcro de los Pérez de Guzmán (Señores de Gibraleón)
Sepulcro de Elvira de Ayala , esposa de Alvar Pérez de Guzmán
Martes 30-4-24 (VISITA) CAPILLAS DE LA CATEDRAL CAPILLA DE SAN ANDRÉS Y
CAPILLA DE LOS DOLORES / ATRIUM / Guía Emilio Rubio / nos detenemos en
la restauración que se está realizando en un fresco del Patio de los Naranjos, es una recuperación muy interesante en esta
parte del patio, se ha traído el
artesonado del siglo XV, procedente
del Colegio de Santo Tomás, se ha
situado por encima del lagarto todas las miradas iban hacia este animal
de madera pero no hacia la parte superior del artesonado; mirando desde la Capilla Real hacia los pies, la nave de la epístola es la de la
izquierda y la nave del Evangelio es la de la derecha, se mantienen las controversias sobre que parte
se inició como Catedral gótica, hay
teorías que en función de la complejidad de la decoración, era por ese lado y otras que precisamente por
lo cual creativo y su iniciativa temprana que era por ese lado; estamos hablando de cualquier forma de la
construcción de la Catedral con el proyecto de Ibraser , Carlín, Juan de Hoces;
las paredes de esta capilla son de la sacristía y la sacristía de los cálices, son ampliaciones renacentistas del primer
proyecto gótico, hoy la CAPILLA DE SAN ANDRÉS la reja y la mesa de
altar a propuesta del Cardenal Spínola se pone un retablo
dedicado al Sagrado Corazón en 1948, el patronazgo pasa al Cardenal Segura; Spinola fue el introductor de la devoción del
Sagrado Corazón, la reja es contemporánea, suele criticarse al arzobispo Segura
pero fue a iniciativa del cardenal Spinola; la capilla es de 1433 en origen era el muro
principal de la mezquita, por aquí
pasaba la Quibla y la Macsura , por aquí estaban los enterramientos más antiguos hasta 1400, los señores Pérez de Guzmán señores
de Gibraleón viene de 1348, son
distintos de los Pérez de Guzmán de la ciudad de Niebla con patronazgo
de San Isidoro del Campo , los memoriales que hay en ese monasterio del
siglo XV, son fundamentales en la escultura medieval, SEPULCRO DE
ALVAR PEREZ DE GUZMAN en este caso la escultura de la derecha es de Alvar
Pérez de Guzmán y de Alfonso Pérez de Guzmán en el otro lado está Elvira
de Ayala hija del cronista de
Castilla, no se conoce al doncel que
está junto a ella , podría ser un nieto de don Álvaro y doña Elvira, ellos sólo tuvieron dos hijas, Juana e Isabel; los enterramientos cambiaron de sitio a lo
largo de estos años, Elvira hija de Pedro
Pérez de Ayala acompaña a Pedro I en la guerra con su hermano Enrique II, hijo
de Leonor de Guzmán, en 1364 el rey
Pedro abandona Burgos y algunos hombres lo acompañan al sur, Pedro Pérez de Ayala al final se cambia de
bando y combate a su anterior aliado, Elvira esposa de Alvar Pérez de Guzmán, este con
1000 hombres conquista Mértola , Álvar con esta victoria consigue el ser Alguacil,
máximo cargo militar, se enfrenta al arcediano de Écija que instó al
levantamiento contra la Judería, en 1341
lo catapultan y lo hacen Almirante de Castilla, el 6 de junio, el arcediano dijo que iba a
matar a 4000 judíos (realmente fueron solo 40); en 1440 los sepulcros estaban en el centro de
la capilla, en 1700 a los lados y desde el 2000, la posición de los sepulcros, se
les puso a la entrada; el autor fue Ferránd
González ; Elvira, la esposa de
Alvar, consigue las casas de los judíos
y en ese solar se hizo el Corral de Comedias doña Elvira, después fue la plaza de doña Elvira; en estos sepulcros se ven las vestimentas que
muestran la clase social, la capilla
pasa a los condes de Cifuentes , linaje de Silva y después pasa
al Duque de Pastrana , Vázquez de Leca , arcediano de Carmona, encarga
el Cristo de la Clemencia a Martínez Montañés, es el sobrino del arzobispo, un niño de papá, descubre los amoríos de la princesa de Éboli y
el secretario de Felipe II, Antonio Pérez, cuando las casas señoriales portuguesas van
integrándose en las casas señoriales españolas, en los linajes españoles; Gómez de Silva , Duque de Pastrana se
le asigna la capilla; en el periodo 1348
a 1400 pertenece a los Guzmán; en el XVI a los Cifuentes- Silva y a partir del
1720, al ducado Pastrana hasta el XVIII
, estas capillas tienen unas puertas (
dan acceso a las sacristías) el contenido artístico a partir de las
Reyes Católicos, el reino se integra en
el Mediterráneo, CRUCIFIXIÓN ( atribuido a Scipione Pulzone) de 1590
, no es el original, que está en santa
María Vallicela de Roma, Valdivieso en
1984 dijo que el original está en Roma, de Scipiano Pulzione , se forma al
final del Concilio de Trento , Concilio que promulga el barroco, el
naturalismo, la contrarreforma , tiene
descubrir a la primera el mensaje, los claro oscuros, tiene que ser fácil y sentimental, muy claro cuerpo de Cristo muy simplificado
aunque no representa el dolor, sino como
medio de difusión, lo importante es que
la gente sepa, eran doctrinas de Benito Arias Montano; cuadro MARTIRIO
DE SAN ANDRÉS el historiador Cean Bermúdez hizo un catálogo
utilizado por los franceses para llevarse el patrimonio, San Andrés es apropiado por la Iglesia
ortodoxa y rusa y San Pedro lo fue de las iglesias occidental, cruz en aspa
para diferenciarse de la Cruz latina de Jesús y Pedro; capilla de San Andrés, hasta 1900 Cardenal Spinola puso altar retablo
y devoción hasta al sagrado Corazón de Jesús , en 1900 el Cardenal Spinola puso
impuso devoción del Sagrado Corazón ; CRISTO
DE LA CLEMENCIA de Martinez Montañés, 1606, Vázquez de Leca
pendenciero tiene una visión de salir con una mujer y al descubrirse ella, era
una calavera, Vázquez de Leca antes de
hacerse sacerdote le encarga a Martínez Montañés un Cristo para su oratorio,
era un contrato muy preciso, tiene que estar vivo y sufriendo con los ojos
altos, reaccionando y sufriendo a lo que
le diga la persona que está en el reclinatorio, Cristo tiene que percibir su sufrimiento y el
Cristo tenía que sufrir lo que le dijera la persona del reclinatorio, todo ello estaba recogido en el contrato, de forma muy precisa, Cristo con el paño de pureza muy singular, no es el primer Cristo, hay otro en Lima, los cuatro clavos según él tratado de Pacheco (veedor
de la Inquisición, hizo un un estudio de
esta iconografía, eran muy frikis) y los
pies cruzados, muy complejo, naturalismo descarnado, la policromía es de Pedro Pacheco, tenía mucho prestigio por ser de Martínez Montañés
, el artista que policromaba cobraba la mitad, hubo pleitos entre Martínez Montañés y Pedro
Pacheco, entre Martínez Montañés y
pintores de Sanlúcar porque Martínez Montañés prefería dar policromía él mismo,
Martínez Montañés prefería ser el
policromado por el mismo, Martínez Montañés
el “Dios de la madera” le dio categoría a la talla, cómo si fuera piedra, esta imagen del Cristo tuvo mucho trasiego, del oratorio pasó a la Cartuja después al
Alcázar, es el Cristo de la Clemencia
afectado de las desamortizaciones, las
órdenes religiosas y su patrimonio, en
1835 pasa a la Catedral, en 1992 lo
traen a la capilla de San Andrés, en
1920 procesionó por las calles de Sevilla, vemos los CANDELABROS VIZARRONES del arzobispo Vizarrón que fue también
virrey Méjico, muy querido por las
mejoras que realizó en el urbanismo y la reducción de la esclavitud, en 1741 encarga 12 candelabros de plata, de la misma altura que él, para el exorno de las novenas de la Capilla
Real (Carnaval, Semana Santa y otras) , llegan a Sevilla en 1753 por temor a los
corsarios, su diseño es algo
retardatario, son de plata mexicana, de primera calidad, obtenida por amalgama de patio, usando el mercurio, había una flota que lo transportaba el azogue (mercurio)
; TRASLADO DEL ARCA DE LA ALIANZA el autor
Francisco Solimena cuadros de la
escuela de Luca Giordano CANTICO DE LAS
PROFETISA MARIA incluye en el paso por
el mar rojo; eran cuadros muy caros era por el número de personajes, generación de planos; esculturas de los sepulcros de Fernánd
González (también hizo las de los padres de Elvira de Ayala , en el monasterio
de Quejana) perro lebrel cabeza
vuelta con canillo y el nombre del perro, interesante él vestuario o atuendo de
los personajes con casquete, loriga, guanteletes, zapatos de guerra, aljuba interior, armadura y espada
; del interesante el atuendo de los personajes, esculturas de finales del XIV, los entierran aquí todavía siendo mezquita, Alvar llegan a ser Alguacil Mayor de la ciudad,
lo normal era los Pérez de Guzmán de la
casa de Niebla y no como este caso de la casa de Gibraleón, BANQUETAS pertenecientes al conjunto de
mobiliario encargado en 1777 para acomodar a los oficiantes durante la solemne
novena del Corpus Christi, función que siguen desempeñando en la actualidad.
Son piezas de un suntuoso barroquismo, acentuado por la movida línea que remata
la parte baja del asiento. Están tapizados de terciopelo rojo, aportando un
toque de color el dorado en oro fino al agua de los elementos de madera, que
van, asimismo, finamente torneados. La REJA y
la MESA DE ALTAR son interesantes obras
historicistas de principios del siglo XX, de estética neogótica, que se
encargan cuando la capilla cambia su advocación tradicional de san Andrés por
la del Sagrado Corazón, bajo el mandato del arzobispo Marcelo Spínola.
CAPILLA DE
LOS DOLORES (CABALLEROS CASAUS) (1445-1496) caballeros
Casaus de 1384, la capilla empieza en la
mezquita cristianizada, se concede
capilla construida en 1496 aprovechando algunos espacios de la mezquita, linaje de los Carranza después linaje
de los Casaus, aparecen en el
repartimiento de Sevilla; de origen
aragonés catalán, después terminó siendo
el linaje de Los Casas, enterramiento de Tomás de Ybarra y González
político obtiene el patronazgo por financiar la Puerta del Príncipe y
las otras puertas modernas; la capilla es
obra de Alonso Rodríguez la construyó , pero fue despedido por caerse el
cimborrio de la catedral en 1511; Pedro
Millán es la piedra angular de la escultura sevillana; VIRGEN CON EL
NIÑO (Pedro Millán) y vidrieras ; hizo
otras capillas en las Dueñas en Casa Pilatos , capilla en origen de Santo
Tomé después capilla de los Dolores cambia la advocación; colección de PINTURAS
EXTRANJERAS retablo de 1800 (flojito, Emilio dixit) cruz plana , y Crucificado del XVI, de
Juan Bautista Vázquez el Viejo, maestro
de Martínez Montañés, VIRGEN DOLOROSA (Pedro de Mena) cedido
por una marquesa, con una policromía muy
singular, esta imagen estaba concebida para vestirse y Pedro de Mena está muy
cotizado, SEPULCRO
DE DON MARCELO SPÍNOLA aristócrata fundador de asilos y hospitales , la
asistencia social pasaba una mala época, este sepulcro está realizado por Joaquín
Bilbao ; Spínola fue beatificado por el Papa Juan Pablo II, instituye la
visita de los viernes al Gran Poder , fomenta la creación de nuevas órdenes
religiosas y hospitales; PINTURAS DE LOS RETABLOS retablo de Virgen
María , en San José y Cristo Padre redentor ; cuadro de SANTA ANA LA VIRGEN Y EL NIÑO de 1590 del
primer naturalismo de Giovanni Batista Caragiolo , seguidor de
Caravaggio ya incorporado el mensaje y su destino; la NEGACIÓN DE SAN PEDRO (1620) muy es expresivo,
en el cuadro se ve a la sirvienta que le dice que es galileo y cuando lo
nieguen por tercera vez, entonces canta
el gallo, este hecho aparece en los
cuatro evangelios, es una escena de taberna, utiliza las modas, Trento dice que se represente la vida de Jesús
en la época actual, la escuela romana
pero los pintores son franceses, Trento
tiene que ser rompedor para diferenciarse de la doctrina protestante, seguidor de Bartolomé Manfredi, simoné bobet y Bartolomé sí ENTIERRO DE CRISTO (1620) maestro francés, con Academia abierta en Roma , se inspira en Caravaggio;
ÁNGEL
DE LA GUARDA ( 1660 ) de Mattia
Preti , lo trajo el arzobispo Manuel Arias que coincidió con el autor en Malta, fue
donada en esa época SALOMÓN ORDENANDO LA
CONSTRUCCIÓN DEL TEMPLO de Solimera ; JACOB
BENDICIENDO A SUS 12 HIJOS de (Peter Berlin) de ahí salieron las 12 tribus de Israel
preconiza el futuro de sus hijos y las tribus Jacob,. hace una descripción con
indumento Jacob hace una descripción del primogénito en la primera
erección preconiza la forma el futuro de los hijos y las tribus; ARTES SUNTUARIAS: En la zona más alta del
muro sur se dispone una VIDRIERA realizada
en 1931 que presenta el escudo del cardenal Ilundain. La REJA que cierra la capilla, de sencilla composición, se hizo en
1787 para sustituir a una anterior realizada en madera. Interesante trabajo de
piedras duras es el ejecutado para la MESA DE
ALTAR, suponemos que de la misma fecha que el retablo, hacia el 1800, donde
aparecen en los laterales elementos alusivos a la pasión de Cristo, mientras al
centro preside un corazón de María atravesado por un puñal. En el muro
izquierdo destacamos, por último, un banco de madera de finales del XVIII o
principios del XIX, de elegante diseño, con escudo arzobispal en el respaldo
FICHAS ATRIUM
CAPILLA DE SAN ANDRÉS Cronología:
1445-1496 Autores: Maestro Carlín y Juan de Hoces DATOS HISTÓRICOS. La capilla
nace al amparo de la construcción de la nueva catedral gótica, si bien durante
el periodo de reaprovechamiento de la mezquita almohade ya debió existir en
este mismo lugar una capilla anterior que se concede en patronato al linaje de
los Guzmán desde 1348. Estos guzmanes no son los de la casa de Niebla, que
desde 1301 se entierran en san Isidoro del Campo, sino los de la casa de
Gibraleón, emparentados con aquellos y también notables desde el punto de vista
social y político. La capilla ocupó desde sus orígenes un lugar preeminente,
pues se apoyaba en el muro de la quibla de la antigua mezquita, frente sur de
la sala de oración que acogió los principales enterramientos hasta el siglo XV.
Al construirse la nueva catedral se respeta el antiguo patronato de la capilla,
que pasa ahora a llamarse de san Andrés. Hasta 1900 estuvo presidida por una
copia del Martirio de san Andrés de Roelas, hoy en la parte alta de uno de sus
muros laterales. En esa fecha cambia su advocación por el Sagrado Corazón, si
bien en 1948 se le devuelve su título original de san Andrés. En 1993 pasa a
estar presidida por el Cristo de la Clemencia. PATRONATO. El primer patrón fue
desde 1348 Alvar Pérez de Guzmán, señor de Gibraleón y Olvera. Otro Alvar Pérez
de Guzmán, nieto de aquel, acrecienta la dotación en 1386. Este segundo Alvar,
contando sólo 18 años, lideró 1000 hombres para derrotar a 10000 portugueses,
abasteciendo Mértola y haciendo buen número de prisioneros. Luego fue nombrado
alguacil mayor de Sevilla. En la primavera de 1391 defiende la judería frente
al asalto instigado por Ferrand Martínez, consiguiendo negociar y calmar los
ánimos. Según se cuenta fue apresado por la plebe enardecida y llegó a temer
por su vida, si bien finalmente fue liberado. En ese mismo año asciende a
almirante mayor de Castilla, cargo que desempeña hasta 1393, poco antes de su
muerte. Estuvo casado con doña Elvira de Ayala, también enterrada aquí,
propietaria del solar sobre el que más tarde se asentó el célebre corral de
comedias de Doña Elvira, en el barrio de Santa Cruz, donde tiene dedicada una
plaza abierta a principios del siglo XX. Por distintos avatares el patronato
pasa en el siglo XVI al linaje de los Silva, condes de Cifuentes, y de estos a
los duques de Pastrana, linaje Silva-Haro, que lo mantienen activo hasta el
primer cuarto del siglo XVIII. DOTACIÓN ARTÍSTICA. Arquitectura: La capilla se
encuentra en el muro de la epístola y fue iniciada por el maestro Carlín en
1445 y terminada por Juan de Hoces en 1496, según planos de Isambret. Hoces
desempeña la maestría mayor desde 1478 hasta 1496, aunque su trabajo en el
templo comienza antes, en 1462, cuando aparece como cantero. En 1467 se le
refiere como aparejador. Durante su maestría se acaba el coro, se colocan las
primeras vidrieras en la zona de los pies y se concluyen las portadas laterales
de este mismo frente. Retablos y esculturas: Los sepulcros que observamos en la
capilla proceden de la mezquita aljama cristianizada. Son los más antiguos de
la catedral y se estiman como obras maestras del arte medieval, si bien sus
múltiples traslados han terminado por desfigurarlos sensiblemente. Por los
restos que cobijan son también relevantes bajo el prisma histórico. Terminado
el templo gótico se recolocaron primero en el centro de la capilla y en 1796 en
el perímetro, donde se dispusieron a cordón, habiendo sido nuevamente
reubicados en fecha reciente junto a la reja, recuperando la disposición
original. Los bultos sepulcrales marmóreos se dividen en dos grupos; el primero
corresponde a don Álvaro Pérez de Guzmán y Ayala, el Viejo, y a don Alfonso
Pérez de Guzmán, padre del anterior; el segundo contiene las figuras de doña
Elvira de Ayala (esposa de don Álvaro) y un doncel que suponemos pueda ser un
hijo de éstos, si bien la documentación sólo habla de dos hijas que murieron
mayores. El primero de los citados está revestido con arreos militares,
casquete, loriga, aljuba, armadura, guanteletes y espada; un lebrel guarda su
sueño eterno echado a los pies, con rico collarino finamente ornamentado. El
otro caballero esta paramentado de forma análoga. El sepulcro de doña Elvira es
de mayor interés artístico; lleva casquete, collar, brial con mangas monacales,
largo manto y libro. A sus pies aparecen mutiladas las figuras de un lebrel y
una mujer leyendo. El doncel tiene descubierta la cabeza, collar con joyel,
brial y espada. El collarino del perro lleva una inscripción gótica difícil de
leer. Las esculturas se atribuyen al taller toledano del escultor Ferrand
González, autor de los sepulcros de los padres de doña Elvira conservados en el
monasterio de Quejana (Álava). Uno de los grafismos de este taller y que
podemos observar en el sepulcro de doña Elvira es el tipo de perro que aparece
a los pies, siempre en la misma actitud y con el característico collar donde
suele figurar el nombre del animal. Preside la capilla el Cristo de la
Clemencia, talla en madera de cedro datada en 1606 y realizada por Juan
Martínez Montañés, que desde su estreno se celebra como obra maestra del arte
occidental, y del que Hernández Díaz afirmó “es pura idea, mensaje salvífico,
presentado en una figura que posee la augusta grandeza y hermosura del Dios
salvador, en cuanto pudo ser representado por un hombre”. La obra fue encargada
por el arcediano de Carmona Mateo Vázquez de Leca para el oratorio privado de
su casa en la collación de san Nicolás. En 1614 lo dona a la Cartuja, donde
hasta 1810 preside la capilla de santa Ana, a los pies del templo, lugar de
enterramiento original del almirante Cristóbal Colón. Con la invasión francesa
pasa al Alcázar y en 1836 se deposita en la catedral, donde pasa a presidir la
sacristía de los cálices. En 1993 se traslada a la capilla de san Andrés, lugar
reservado a la oración donde no se permite, salvo contadas excepciones, el
acceso a las visitas guiadas. Pintura: En la parte alta del muro izquierdo
observamos una Crucifixión realizada hacia 1590 que Valdivieso vincula con el
italiano Scipione Pulzone, cuya producción es expresión artística de la
doctrina de la contrarreforma. Sus obras intentan transmitir emociones
sencillas, al alcance del más simple de los espectadores, con una función
didáctica y, a veces, con un aire casi artesanal, que prima el arte como
vehículo para transmitir una idea, en este caso de tipo religioso, antes que
buscar la belleza, el lucimiento del artista o la asunción de retos artísticos.
Su gusto por los efectos descriptivos le llevó a estudiar los modelos flamencos
(parece que conoció la obra de Antonio Moro) y a desarrollar una rica paleta de
colores. Sin embargo, fue en Rafael donde encontró lo que buscaba, contornos
definidos y claridad esquemática. Esta obra es copia, atribuida al mismo
Pulzone, de su original de la Crucifixión, obra de 1590 conservada en Santa
María in Valicella de Roma. En la parte baja del mismo muro izquierdo vemos un
lienzo que representa El traslado del Arca de la Alianza, pieza de hacia 1690
adscrita al catálogo del italiano Francesco Solimena, discípulo de Luca
Giordano y Mattia Pretti. La obra narra el episodio del segundo libro de
Samuel, capítulo 6. La descripción del momento es muy completa, mostrando el
tumultuoso cortejo que precede a los portadores del arca ante la cual danza el
rey David. Es obra perfectamente resuelta en sus aspectos compositivos, que el
artista ensayó en dos bocetos preparatorios conservados en los museos de Viena
y Kansas City. Hace pareja con otro lienzo del mismo autor situado en el muro
derecho, El Cántico de la profetisa María, hermana de Moisés, cuando acompañada
de las mujeres de Israel celebra el feliz paso del mar Rojo, según cuenta el
capítulo 15 del libro del Éxodo. Es también esta pintura el resultado de un
ambicioso planteamiento compositivo, perfectamente resuelto en la conjunción de
los numerosos personajes que integran la escena, cuyas actitudes se centralizan
en la expresiva figura de la profetisa que entona solemne su canto. Artes
Suntuarias: Se exhiben en esta capilla cuatro de los doce candeleros de plata
que conforman el conjunto llamado Los Vizarrones, calificativo que responde al
apellido de su donante, el arzobispo de México y virrey de Nueva España Juan
Antonio de Vizarrón y Eguiarreta, que las encarga incluyendo una cláusula donde
indica que las piezas deben ser “de mi misma altura”. Son obras realizadas en
México por el platero Andrés Segura en 1741 y legadas a la catedral junto con
otras piezas de platería en 1745, aunque, por la guerra contra los ingleses y
la presencia de cosarios en el Caribe, no llegan a Sevilla hasta 1753. Por
último destacamos dos banquetas pertenecientes al conjunto de mobiliario
encargado en 1777 para acomodar a los oficiantes durante la solemne novena del
Corpus Christi, función que siguen desempeñando en la actualidad. Son piezas de
un suntuoso barroquismo, acentuado por la movida línea que remata la parte baja
del asiento. Están tapizados de terciopelo rojo, aportando un toque de color el
dorado en oro fino al agua de los elementos de madera, que van, asimismo, finamente
torneados. La reja y la mesa de altar son interesantes obras historicistas de
principios del siglo XX, de estética neogótica, que se encargan cuando la
capilla cambia su advocación tradicional de san Andrés por la del Sagrado
Corazón, bajo el mandato del arzobispo Marcelo Spínola
CAPILLA DE LOS DOLORES Cronología:
1445-1496 Autores: Maestro Carlín y Juan de Hoces DATOS HISTÓRICOS. Situada en
el sector de la cabecera de la nave de la epístola, la capilla se edifica en la
segunda mitad del XV dentro del plan general de la nueva catedral gótica. A
partir de 1509 se modifica su muro sur para dar acceso a la sacristía de los
Cálices, intervención dirigida por el maestro Alonso Rodríguez, quedando
entonces la capilla como zona de tránsito. PATRONATO. Don Guillén de las Casas
fue su patrono en 1366, aunque la fundación del patronato por esta familia data
de 1328, llamándose entonces capilla de santo Tomé y estando situada en el
frente sur de la mezquita cristianizada. La aparición del linaje Casas o Casaus
en Sevilla se documenta desde el Repartimiento de 1253, cuando Alfonso X hereda
a Guillén Casaus, caballero francés de la casa de los vizcondes de Limoges, y a
su hermano Bartolomé, con terrenos en Morón, Cazalla y Osuna. Por otra parte la
profesora Teresa Laguna sitúa en esta capilla el enterramiento de Juan Sánchez
Carranza en 1398, cambiando la advocación de santo Tomé a san Felipe. Tras la
conclusión de la nueva catedral gótica, concretamente en 1533, el espacio fue
recuperado para el linaje original por fray Alberto de las Casas y su hermano
Guillén. En documentos del siglo XVII se le empieza a denominar capilla de los
“caballeros Casaos", por simplificación de “Casaus”. Sabemos que en esta
centuria se entierra en el recinto Francisco de Casaus y Menchaca, muerto en
1679. Ya en 1916 se concede el patronato a Tomás de Ybarra y González y sus
descendientes, entendemos que como gratificación por las generosas donaciones
que este empresario y político realiza para la finalización de la puerta del
Príncipe de la catedral. DOTACIÓN ARTÍSTICA: Arquitectura: Juan de Hoces dirige
la conclusión de esta hilera de capillas del lado de la epístola, sector de la
cabecera del templo, si bien respetando los planes iniciales del maestro
Isambret y la obra precedente del maestro Carlín. Conserva los antepechos
laterales originales que sirven de basamento a la reja de acceso. Retablos y
esculturas: En la parte alta del muro frontero a la entrada se ha colocado
recientemente sobre una moderna peana una escultura gótica de la Virgen con el
Niño, atribuida a Pedro Millán y fechada en la primera década del siglo XVI.
Preside la capilla un retablo barroco anónimo realizado hacia el 1800 que, si
bien estructuralmente no presenta mayor interés, contiene importantes imágenes
como el Crucificado de la hornacina central, de notable unción sagrada y tamaño
natural, que puede fecharse en el tercer cuarto del siglo XVI y vincularse con
el taller de Juan Bautista Vázquez el Viejo, o la Dolorosa que preside el
banco, de hacia 1680 atribuida a Pedro de Mena que se cree que llega a la
catedral mediante donación de la condesa de Valdeinfantes en el siglo XIX. Se
trataría, de confirmarse esta autoría, de una obra muy singular dentro de su
producción, pues son escasas las imágenes de este artista concebidas para ser
vestidas con telas naturales. Pedro de Mena se formó junto a su Padre Alonso de
Mena y se especializó en temas pasionistas e imágenes dolorosas de la Virgen,
muy demandadas entonces por las órdenes religiosas. Los rostros de sus imágenes
presentan un acusado alargamiento y gran patetismo en sus expresiones, que se
acentúa más si cabe por el realismo de sus excelentes policromías, que
ejecutaba el mismo escultor. A la izquierda del retablo se dispone el sepulcro
del cardenal don Marcelo Spínola, obra del escultor Joaquín Bilbao realizada
entre 1912 y 1914. Este noble gaditano fue nombrado en 1884 obispo de Coria, en
1886 de Málaga y en 1896 de Sevilla. Fue beatificado por Juan Pablo II en 1987.
El prelado aparece revestido con capisayos episcopales, arrodillado ante el reclinatorio,
en actitud oracional. Destaca la figura sobre un fondo que remata en arco de
medio punto, donde se inscribe en bajo relieve la imagen de la Purísima.
Pintura: Una interesante colección de pintura de escuelas extranjeras adorna
los muros de esta capilla. De las que se observan en el muro izquierdo
destacamos en primer lugar un lienzo con el tema de Santa Ana, la Virgen y el
Niño, obra de hacia 1620 del napolitano Giovanni Battista Caracciolo, uno de
los más importantes seguidores de Caravaggio. Destacan en su producción los
fuertes contrastes lumínicos y los personajes de marcados rasgos populares. La
calidad de su pintura, siempre orientada hacia un tenebrismo sin concesiones,
hizo de Nápoles el foco caravaggista más importante después de Roma, que era la
cuna de este estilo y el lugar donde trabajaban los mejores naturalistas: el
propio Caravaggio, los Gentileschi, etc. Al final de su carrera, matizó sus
dramáticas composiciones, acentuadas por los contrastes entre luces y sombras,
haciendo patente la influencia del Idealismo clasicista de los Carracci. Tuvo
Caracciolo varios discípulos de entre los que destaca Mattia Pretti, del que
encontramos otra obra en esta misma capilla. Está documentada su amistad con
Ribera y con Juan Dose, también conocido como Giovanni Do, del que se conserva
un magnífico lienzo en el convento de santa Paula. Esta pintura tiene otra
versión similar en el museo de Viena. En el muro frontero vemos un lienzo que
representa La negación de San Pedro, obra anónima de escuela italiana de hacia
1620, que por los tipos humanos y detalles de indumentaria pudiera ser de un
autor francés formado en Roma, concretamente en la estela de Bartolomeo
Manfredi, otro de los discípulos de Caravaggio, maestro a la hora de narrar
historias a través de la expresión y el lenguaje corporal, tal y como se
aprecia en esta pintura, que se ha vinculado con el círculo de los franceses
Valentín de Boulogne y Simón Vouet, activos en Roma por esos años. En este
mismo muro y sobre la puerta que da acceso a la sacristía de los Cálices se
dispone una pintura de formato apaisado que representa El entierro de Cristo,
obra de mediados del XVII que según Valdivieso pudiera pertenecer a la mano de
un pintor francés formado en Roma en la estela de Tróphime Bigot El centro de
la pintura lo ocupa el cuerpo desnudo de Cristo que, en un plano horizontal,
divide el lienzo en dos. José de Arimatea y Nicodemo trasladan al mesías
muerto, totalmente humanizado y envuelto en los pliegues flotantes del sudario.
El realismo es completo, destacando el verismo de la carne, del brazo inerte
caído y de las llagas que ya no sangran. Tras ellos, en recogido silencio, se
oye el lamento de María, María Magdalena y María Cleofás. El anónimo artista,
siguiendo la representación del mismo tema
que hiciera Caravaggio, coloca el sepulcro en primer lugar y al espectador casi
en la fosa abierta, un punto de vista que aumenta la potencia de los escorzos.
Volviendo al muro izquierdo comentamos ahora El Ángel de la Guarda, obra del
calabrés Mattia Pretti de hacia 1660, que mezcla los influjos caravaggistas con
el barroco veneciano y el clasicismo romano-boloñés del Guercino. Entre 1656 y
1660 se encuentra en Nápoles, donde forma a Francesco Solimena, su principal
seguidor. De aquí pasará a Malta, donde trabaja durante sus últimos años. La
obra que nos ocupa puede ser una de las traídas a Sevilla por el arzobispo
Manuel Arias, que coincidió con Pretti en Malta cuando desempeñó el cargo de
secretario del Gran Maestre de la orden de san Juan, generándose entre ambos
una fecunda amistad, ya que fueron numerosas las obras del pintor trasladadas a
Sevilla por dicho prelado. La mayoría permanecieron en el palacio Arzobispal,
si bien ésta que comentamos se expuso desde la muerte de Arias en la sacristía
de los Cálices, quizás por donación expresa del arzobispo a la catedral, de
donde tras la última reordenación pasó a la capilla de los Dolores, donde se
exhibe junto a otras creaciones de pintores napolitanos. La pintura Jacob
bendiciendo a sus hijos, situada en el muro frontero, fue realizada sobre 1660
por Pieter van Lint. Nacido en Amberes, trabajó en Roma hasta 1643, cuando
aparece otra vez en su ciudad natal empleado por el rey Christian IV de
Dinamarca. Una parte de su producción se enfocó hacia obras devocionales para
los mercados de España y América, como ésta que vemos, donde se representa el
episodio del Génesis (49, 2-33) en el que Jacob, antes de morir, se despide de
sus doce hijos, profetizando sobre el destino de cada uno de ellos. Referimos
por último dos pinturas que se integran en las calles laterales del retablo
representando a la Virgen María y San Juan Evangelista, obras de principios del
XIX que conforman un Calvario junto a la talle del Crucificado que preside el
retablo. Artes suntuarias: En la zona más alta del muro sur se dispone una
vidriera realizada en 1931 que presenta el escudo del cardenal Ilundain. La
reja que cierra la capilla, de sencilla composición, se hizo en 1787 para
sustituir a una anterior realizada en madera. Interesante trabajo de piedras
duras es el ejecutado para la mesa de altar, suponemos que de la misma fecha
que el retablo, hacia el 1800, donde aparecen en los laterales elementos
alusivos a la pasión de Cristo, mientras al centro preside un corazón de María
atravesado por un puñal. En el muro izquierdo destacamos, por último, un banco
de madera de finales del XVIII o principios del XIX, de elegante diseño, con
escudo arzobispal en el respaldo.