martes, 25 de noviembre de 2025

VISITA PINTURA SEVILLANA MAGDALENA Y OTROS PECADORES

 










(VISITA) LA PINTURA SEVILLANA UNA APROXIMACIÓN ICONOGRÁFICA BLOQUE I: TEMÁTICA RELIGIOSA FICHA 6: MARÍA MAGDALENA Y OTROS PECADORES MUSEO DE BB.AA.

FICHA ATRIUM ( NO PUDE ASISTIR)

EL ARREPENTIMIENTO Y LA PENITENCIA EN EL ARTE DE LA CONTRARREFORMA, LA MAGDALENA Entre los siglos XIII y XV se asiste a un gran enriquecimiento del número e iconografía de los santos patronos y protectores, figuras que los cristianos imploran y que desempeñan un notable y activo papel social. Incluso se ha llegado a afirmar que la cristiandad occidental pasó entonces de un régimen icónico restrictivo a una iconicidad sin reservas y expansiva. Entre los tipos de mayor frecuencia se constatan ahora las autoridades intelectuales de la iglesia, profetas, evangelistas y doctores, estos últimos vinculados además a la aparición de las universidades. Los doctores triunfan en los frescos y retablos provocando entre los fieles admiración y deseo de emulación. A los citados sabios se incorporarán otros nuevos perfiles en el siglo XVI para contrarrestar el cisma que supuso la expansión del luteranismo. El concilio de Trento, celebrado en tres convocatorias entre 1545 y 1563 y orquestado principalmente por la orden de la Compañía de Jesús, tuvo como objetivo principal responder a nivel intelectual y práctico a los principios extendidos por la Reforma Protestante. De entre las conclusiones que se publican tras su clausura destaca la defensa del valor de la penitencia y el arrepentimiento de nuestros pecados para obtener la salvación, idea que se contrapone frontalmente al argumento luterano que afirma que con sólo la fe se alcanza de vida eterna. En cuanto a las obras de penitencia, Trento incide en que no sólo se orientan a remediar el daño que introdujo el pecado, sino que también contribuyen a descubrir la gravedad de las faltas, a vivir con mayor vigilancia y a crear buenos hábitos que sustituyan viejos vicios. Para que el sacramento de la penitencia (confesión) sea fructífero debe existir en el creyente una contrición que excluya la voluntad volver a pecar y la esperanza del perdón. En esta línea de pensamiento muchos santos que no incluían en su leyenda la experiencia de la penitencia y el eremitismo se convierten, bajo este espíritu combativo, en paladines del arrepentimiento y en ejemplos de mortificación. Santo Domingo, san Francisco, san Pedro de Alcántara, las numerosas versiones de las lágrimas de san Pedro, santa María Egipcíaca o la Magdalena pasan a ser lección permanente del valor del arrepentimiento y desplazan a los doctores como modelos a imitar. De este modo se articula una gran cantidad de imágenes en las que el mensaje es la reflexión sobre la soledad y el alejamiento de las vanidades mundanas. La fórmula que contó con más éxito fue la del santo haciendo penitencia en medio de un paisaje desértico (en el sentido de deshabitado). La búsqueda del retiro guía a los pintores, que lo imaginan, sobre todo durante el siglo XVI, en medio de una naturaleza amplia y acogedora, un «locus amoenus» que a manera de Arcadia sugiere la idea de paraíso como contrapunto al caos de la vida terrena. El gran protagonista del tema fue san Jerónimo (fig. 1), pues fue quien mejor encarnó la filosofía de la renuncia a las posesiones terrenales. En este contexto María Magdalena se convertiría en el modelo de aquellos pecadores que abrigaban la esperanza de alcanzar la salvación por medio del arrepentimiento (figs. 2 y 3). Su vida disoluta hasta su conversión la convierten en ejemplo ideal para entender que la vida eterna es un premio al que toda persona puede aspirar. Ahondemos un poco en el personaje. La Magdalena aparece brevemente en los cuatro evangelios canónicos. Se la nombra como parte del grupo femenino que seguía y servía a Jesús, presenciando su crucifixión y ayudando en su sepultura. Tiene además un papel protagonista en la Resurrección, ya que descubre el sepulcro vacío. Cumple fielmente las condiciones para haber sido un apóstol, siguiendo al maestro desde el principio y permaneciendo a su lado cuando los hombres se habían retirado, pero no cumple el requisito de género, ya que en aquella cultura la mujer tenía limitadas sus funciones. Estos escasos datos se completarían con el relato que publica en 1260 el dominico Santiago de la Vorágine en su Leyenda Dorada. Este texto la presenta como una joven de buena familia, hermana de Lázaro y Marta, que se entrega a una vida de excesos tras la muerte de sus padres. Abandona esta actitud y se convierte en discípula de Cristo tras ser perdonada por el maestro en casa de Simón el fariseo. Tras la crucifixión marcha a Marsella con sus hermanos, donde durante 30 años se entrega a la vida eremítica y a la predicación. Este perfil se completa con los escritos de Nag Hammadi, traducciones de originales griegos de los siglos II y III, donde aparece como el discípulo elegido, con más comprensión y agudeza que el resto de apóstoles, hasta tal punto que despierta suspicacia entre ellos. En relación con estos apócrifos surgió una nueva caracterización que la supone pareja o esposa de Cristo. Centrándonos ya en su iconografía señalamos que en sus representaciones será habitual incluir el tarro de ungüentos, su atributo por antonomasia. El resto de símbolos variarán según la época, si bien no cambia el hecho de situarla como testigo de la Resurrección, casi siempre vestida de rojo. En el siglo XIII la vemos desnuda revestida por sus largos cabellos, en errónea identificación con santa María Egipciaca. Tras Trento se establecen unas normas que implican eliminar los atuendos suntuosos y suprimir varios pasajes de la Leyenda Dorada, como su predicación o milagros en Marsella, pero se mantiene y potencia la representación como penitente en su retiro. Aparece ahora con una calavera en recuerdo de la fugacidad de la vida y un crucifijo que alude a su redención. Sin embargo esta renovación nos presentará una mujer que con frecuencia aparece desnuda, contraviniendo las instrucciones conciliares que instan a repudiar las formas provocativas. Ya en el barroco será plasmada en éxtasis místico, con los ojos hacia al cielo. OTROS EJEMPLOS DE ARREPENTIDOS El catálogo del museo nos acerca a otros santos que durante los siglos XVI y XVII se utilizan como ejemplo de sacrificio según los preceptos trentinos, las más de las veces tras renunciar a una placentera existencia rodeada de lujo. En esta línea citamos en primer lugar a María Magdalena de Pazzi (fig. 4), florentina de origen aristocrático que vivió entre 1566 y 1607; Francisco de Borja (fig. 5), duque de Gandía, que abandonó la corte en 1546 para ingresar en la Compañía de Jesús, de la cual fue nombrado Padre General en 1565; Pedro Fernández Pecha (fig. 6), tesorero de Alfonso XI y según algunos también de Pedro I, fundador con Fernando Yáñez Figueroa de la Orden de los Jerónimos en 1359; o Luis Beltrán, misionero dominico de ilustre familia valenciana que marcha a América para defender los derechos indígenas, encontrando su redención en el dolor de las muchas enfermedades que contrae durante su periplo.


martes, 11 de noviembre de 2025

VISITA TALLER PINTURA SEVILLANA LA POLÉMICA SANJUANISTA

Cristo de los Escobones ( S Juan Evangelista junto al Crucificado) 

San Juan Evangelista en el retablo de Hernando de Esturmio) 

San Juan Bautista  en el retablo de Hernando de Esturmio, con San Sebastián y San Antonio 



Nacimiento de San Juan Bautista y Bautismo de Cristo


La Virgen asiste a Isabel la madre de San Juan Bautista 




San Antonio ( Murillo) 

Bautizo de Cristo ( Murillo) 

Decapitación de San Juan Bautista

Banquete de Herodes 

San Juan Bautista ante el Sanedrin 

Descendimiento de Pedro de Campaña 
San Juan Evangelista aguanta el cuerpo de Jesús 

Resurrección de Jesús 

Crucifixión y San Juan Evangelista  

Ecce Homo de Luis de Morales , a la derecha San Juan Evangelista 

Crucifixión 

La Gloria con San Juan Bautista en el grupo central 








(VISITA) LA PINTURA SEVILLANA UNA APROXIMACIÓN ICONOGRÁFICA BLOQUE I: TEMÁTICA RELIGIOSA FICHA 5: LA POLÉMICA SANJUANISTA CATEDRAL / ATRIUM / Guía Emilio Rubio / LA DISPUTA TEOLÓGICA ENTRE LOS PARTIDARIOS DE SAN JUAN BAUTISTA Y LOS DE SAN JUAN EVANGELISTA Historia del pensamiento cristiano,  San Juan Bautista y San Juan Evangelista;  San Juan Bautista profeta y primero de los profetas, nacimiento, martirio y había otra festividad:  concepción sustituida por la visitación;  juicio final aparece con Jesús y María;  San Juan Bautista profeta muy relevante,  Jesús decía “el mejor de los nacidos de mujer”,  primo de Jesús,  hace el grupo de los apóstoles,  en la parte oriental se mantiene el culto y en el 28 Jesús sigue;  movimientos heréticos por seguir Jesús  a San Juan Bautista,  momentos claves:   monte de los olivos y se lleva la madre de Jesús a Éfeso;  Retablo de 1553 de Hernando de Esturmio, también hace referencia al Evangelista;  arriba a la izquierda,  pero sobre todo destaca al Bautista;  movimiento de los Esenios, San Juan Bautista era seguidor de los Esenios, propensos al monacato de la vida austera SAN JUAN BAUTISTA,  SAN ANTONIO Y SAN SEBASTIÁN , San Juan Bautista con piel de camello,  asceta, evangelios hablan poco del Evangelistas ( algo los evangelios de Mateos y Lucas); todavía menos de San Juan Evangelista,  ni lo nombra,  San Juan Bautista comía langostas en forma de de tortas, en los escritos de los esenios, aparece San Juan Bautista;  San Juan Bautista identifica a Jesús como el cordero de Dios,  en el cuadro del retablo el dedo es muy impresionante, el dedo índice marca el cordero,  el cordero de Dios;  en Occidente hay como reliquias 16 cabezas,  en Oriente otras tantas;  en Occidente hay 62 dedos, de la cabeza se decía que tenía poderes y conseguía salvaciones,  la cabeza como reliquia estaba muy codiciada;  En Jordania ( Macalante) se produjo el martirio de San Juan Bautista,  un emperador mandó quemar los restos de San Juan Bautista, abriendo su sepulcro por tener muchos peregrinos;  el rey San Luis paga por la reliquia de la cabeza de San Juan Bautista, para llevarla a Saint Chapelle ; ALTAR DE LA VISITACIÓN nacimiento de San Juan Bautista,  viene precedido por una Anunciación,  aviso a Zacarías por el Arcángel San Gabriel que su mujer tendría un hijo que sería precursor y Zacarías por las dudas se queda mudo,  en el cuadro señala a la garganta; NACIMIENTO DE SAN JUAN BAUTISTA APARECE VIRGEN MARÍA y san Gabriel le dice a María que no dude, porque su prima Isabel se quedó embarazada,  María asiste a la prima Isabel en el parto de San Juan;  en el arte medieval hay escritos que se le ve acunando a San Juan Bautista en el vientre,  incluso con una discusión teológica;  el cuadro de Villegas y Marmolejo el retablo con pintura de Pedro de Villegas y Marmolejo de estilo rafaelesco,  se ve la vejez de Isabel y la vejez de San José,  velo influencia del islam y la gola incipiente,  estudio de la moda;  Zacarías con letrero en la cabeza y está a punto de escribir el nombre que iba a tener su hijo,  antes había dudado;  pasaje de la concepción de San Juan Bautista y los orientales celebran los 3 hitos JUICIO FINAL CON JERARQUÍA DONDE SAN JUAN BAUTISTA APARECÍA ARRIBA DEL TODO se retiran las aguas del Jordán y surge una luz, BAUTISMO DE CRISTO de Murillo hay quien considera a Jesús como profeta,  San Juan Bautista es está encima,  está por encima,  el judaísmo lo ve así;  Juan Bautista bautizo de Jesús 1668 Murillo trabaja en los capuchinos y en la Caridad,  Murillo viudo se refugia en el trabajo y en la religión;  cuando SAN ANTONIO el cuadro de San Antonio tiene influencia de Herrera el Mozo,  juntos forman la Academia de Pintura ; la Catedral le encarga un San Antonio  y un bautismo de Jesús, este último  lo encarga el Cabildo,  después se le encargarán el bautismo;  luz que ilumina el Jordán que parecía separarse;  también hubo (un San Juan Bautista ante el sanedrín, con dudas de si fue cierto ); los levitas,   tribunal judío,  levitas se le encomendaba el culto;  Jesús y San Juan Bautista eran de la Galilea,  era distinto de Judea,  la pasión de San Juan Bautista fue en Galilea y la de Jesús en Judea;  San Juan Bautista como levita se siente con la obligación de denunciar el matrimonio de Herodes con su propia cuñada, Herodías había tenido cuatro hijos con su anterior matrimonio , se le encargó a Martínez Montañés en el convento del Socorro,  como pasaban apuros económicos se lo compró la catedral , en esas obras se recogen la pasión de San Juan Bautista,  BANQUETE DE SALOMÉ ANTE HERODES ANTIPAS Herodes compartía el reino con otros 3 hermanos,  Salomé habla con Herodías y esta le dice que le pida a Herodes la cabeza de San Juan Bautista,  recuerda  a Caravaggio,  en el cuadro el verdugo sostiene la cabeza de San Juan Bautista, la sostiene  por los pelos;  Salomé recoge la cabeza en una bandeja,  al ser de los de la tribu de Levi es muy estricto con la ley mosaica y San Juan Bautista fue a denunciar a Herodías,  Herodías después,  en venganza,  le mandó cortar la lengua;  a la cabeza de San Juan Bautista;   cuadros de Frank Hank II BANQUETE DEL AIRE LIBRE moda del siglo XVII , moda turca, oropéndolas y pieles;  banquete de Herodes muy demandado por los artistas;  SAN JUAN BAUTISTA ANTE EL SANEDRÍN de Sebastián Llanos Valdés ,  pero no hay constancia que fuera al sanedrín,  pero Jesús sí se somete a juicio,  aquí la ropa de camello, el dedo señalando y los rollos de pergamino,  pintor muy considerado por sus escritos,  tenía muchos tratados,  el manual de Luis Deán habla de este cuadro insólito, por no ser algo posible,  DESCENDIMIENTO de Pedro de Campaña con Juan el Evangelista a los pies de la Cruz,  pinta a Juan Bautista jugando con Jesús,  dos niños haciendo una cruz pero con el evangelista no se hace ese detalle de facetas de su vida;  24 de junio celebran los 6 meses antes del nacimiento de Jesús,  San Juan Evangelista se le representa joven y posteriormente se le representa de viejo;  San Juan Evangelista en la Isla de Patmos con su monasterio y se conserva la gruta donde escribió el Apocalipsis y después con 90 años escribe el Evangelio,  muy importante en la iglesia oriental por la muerte de viejo;  los apóstoles acuden a estar con la Virgen, San Juan Evangelista en el funeral de la Virgen María,  Salomé sostiene la cabeza de María,  triángulo con Nicomedes y San Juan de Arimatea,  hay dos triángulos hacia arriba y hacia abajo,  esta obra llega por una destrucción de la Iglesia de Santa Cruz,  pertenecía a los Jaén,  familiares de los Salinas;  Pedro de Campaña tendría problemas con los pintores sevillanos porque le ponían muchos inconvenientes,  se va a Bruselas y allí le hacen funeral de Estado;  Murillo quiso ser enterrado debajo del cuadro del Descendimiento de Pedro de Campaña, le preguntaron por qué lo miraba tanto y contestaba:  esperando que terminen de bajar el Cristo; RESURRECCIÓN colocación del sepulcro San Juan Evangelista aparece en el entierro de Cristo CRUCIFIXIÓN 1475 todavía medieval aunque plantea punto de fuga,  paisaje aparece San Juan Evangelista con donante y pasmo de la Virgen,  hermandad del Gran Poder , ahora Virgen del Traspaso a partir del siglo XVI  se impuso que no la pusieran de forma desmayada,  Juan Sánchez de San Román también tiene un Ecce Homo en el Prado,  autor muy precoz, se demostró hace unos años que era obra suya; TRÍPTICO DE JESÚS MARÍA Y SAN JUAN EVANGELISTA de Luis de Morales el divino, por pintar solo temas religiosos,  se centraba en el sentimiento de las figuras, como en el sagrario de Santa María la Blanca,  la puerta si tiene una pintura de Luis de Morales firmada;  CRUCIFICADO en 1561 de Luis de Vargas figuras de espaldas, Luis de Vargas dibujó la  integración del campanario de la Giralda, el Tenebrario, ciertos  matices que recuerdan al Greco,  con su donante y Luis de Vargas ; y figura San Juan Bautista y San Juan Evangelista,  el primero tenía toda la dignidad las monjas se peleaban por sus figuras,  LA GLORIA de Juan de Roelas San Juan Bautista en el grupo central

 

FICHAS ATRIUM

 

LA DISPUTA TEOLÓGICA ENTRE LOS PARTIDARIOS DE SAN JUAN BAUTISTA Y LOS DE SAN JUAN EVANGELISTA Dos santos muy significativos del cristianismo, Juan Evangelista y Juan Bautista, van a provocar auténticas disensiones en el seno de la comunidad religiosa desde el bajo medievo hasta mediados del XVII. El núcleo de la disputa se centra en tres cuestiones, a saber, cuál de los dos fue más santo; cuál de los dos tiene mayor poder de intercesión; y qué rango ocupará cada uno en el reino de los cielos. Esta contienda se manifiesta en una amplia literatura religiosa que se nutre, como casi siempre en estos casos, de un trasfondo teológico. El fundamento de la discusión teológica y los argumentos a favor de uno y otro se encuentran en los evangelios canónicos. Cristo se refirió al Bautista como el mayor entre los nacidos de mujer (Mateo 11 y Lucas 7) mientras que al Evangelista le profesó un amor especial y le encomendó a su madre antes de morir (Juan 19). La compilación hagiográfica elaborada por Jacobo de la Vorágine en el siglo XIII ya se hace eco de las disputas sobre cuál de los santos tendría una mayor preeminencia en el reino de los cielos. Los tratados medievales castellanos, destacando el Flos Sanctorum, también testimonian esta rivalidad, que incluso llega a la propia corte de los Reyes Católicos; Fernando parece que se inclinaba a favor del Bautista, mientras que la reina mostraba su predilección por el Evangelista. Los predicadores de la corte, primero Hernando de Talavera y después Antonio de Montesino, vivieron en su propio quehacer literario las desavenencias que entre sí tenían los monarcas. Talavera, primer arzobispo de Granada, compuso un libro a petición de la Reina donde se glosaban las virtudes del Evangelista. La devoción que Isabel le profesaba le llevó a incorporar el águila monocéfala al escudo de España, a pesar de las reticencias de Fernando. Pero ya es sabido el talante dominador de la reina Isabel. Como ocurre siempre, las disputas de la corte pronto se expandieron por el reino. Con ello se avivó entre los devotos de uno y otro santo, sobre todo en los conventos de monjas, una rivalidad que va a durar casi dos siglos. Con frecuencia los autores espirituales que trazan las sendas de la vida ascética aluden a la actitud generada por esta discusión. Así Francisco de Osuna, hablando de cómo hemos de imitar en todas las singulares virtudes, saca a colación el pique que mantenía divididos a los devotos de los dos santos en estos términos:[...] y éstos no yerran menos que los que disputan de los dos sant Juanes que tuvieran figura destos dos ejercicios[se refiere a la ‘sacra pasión ‘ y al ‘recogimiento’],el menor de los cuales pluguiese a Dios que siguiésemos, sin andar en diferencias muy aborrecibles a Dios. A puñetazos solían zanjar las monjas esta disputa si hemos de creer al cronista Cristóbal de Castillejo. Por su parte Sebastián de Horozco dirigiéndose a una comunidad de monjas las reprende por las parcialidades entre bautistas y evangelistas, contraponiendo las virtudes de los dos santos a los vicios de ellas. Una de las composiciones más críticas sobre las desavenencias que la devoción a los santos generó en los conventos de religiosas se debe a Fray Antonio de Vera. En plena efervescencia de los libros de caballerías, el autor quiso presentar aquella discusión como una contienda a la manera de una justa entre dos caballeros andantes; no hay un triunfador, sino que los dos son presentados en plena concordia. La doctrina y la tendencia pacificadora eran ya muy sólidas; por eso se condenan los excesos que se cometían de una y otra parte. Sin embargo, cuando entra en juego la pasión, las razones no son suficientes, porque cada uno toma lo que le viene mejor para herir a los adversarios y sacar la suya adelante. De hecho las dos facciones de bautistas y evangelistas no desaparecieron y fue aquella una verdadera guerra de las comunidades, sobre todo de monjas. En los cenobios sevillanos resulta explícita esta lucha por el hecho de presentarse siempre a los dos santos enfrentados a ambos lados de la nave de la iglesia, de modo que cuando una benefactora promovía la erección de un retablo dedicado a uno había que completar el encargo con otro presidido por el contrario, como aún podemos ver en los monasterios de Santa Paula o San Leandro. Las fiestas que en estos recintos se dedicaban a los juanes rivalizaron en solemnidad, comportando enormes dispendios censurados por una parte de la iglesia. Algo parecido ocurrió con las hermandades, que solían posicionarse incluyendo a uno u otro entre sus titulares. A pesar de los intentos de conciliación entre los dos bandos la concordia no llegaba a los monasterios. Parecía que tan solo la autoridad eclesiástica podía zanjarlo, pero ya no con consejos y exhortaciones, sino a través de disposiciones disciplinares. En 1583 el entonces arzobispo de Valencia, el sevillano Juan de Ribera, incluye en la instrucción dada a los visitadores de monjas que “Las religiosas celebren todas juntas las festividades de los gloriosos santos, san Juan Bautista y el Evangelista, sin parcialidad ni invenciones. Solo se les permite tapizar la Iglesia. No tengan rencillas ni cuestiones sobre la mayor santidad de estos santos. La que lo contrario hiciere sea castigada con un mes de cárcel”. Por último diremos que el tema alcanza gran proyección en el teatro sacro barroco, sobre todo en el promovido por la orden de los jesuitas. PINTURAS DE LOS SANTOS JUANES EN LA CATEDRAL De entre el catálogo pictórico de la catedral que incluye representaciones de san Juan Bautista reseñamos las siguientes obras: San Antonio, san Juan Bautista y san Sebastián, Hernando de Esturmio, 1553-1555, capilla de los Evangelistas (fig. 1). San Juan Bautista, Zurbarán, h. 1635, museo catedralicio (fig. 2). El banquete de Herodes, taller de Rubens, h. 1640, lateral del lado de la epístola del presbiterio. Degollación del Bautista, Valerio Castello, h. 1650, capilla de san Francisco. Bautismo de Cristo, Murillo, 1668, capilla de san Antonio (fig. 3). San Juan Bautista ante el sanedrín, Llanos Valdés, 1668, tesoro (fig. 4). Con el asunto del Evangelista destacamos estas otras: Calvario con donante, Juan Sánchez de San Román, h. 1475, sacristía de los Cálices (fig. 5). Calvario, anónimo, h. 1525, también llamado Cristo de los escobones, pared exterior de la capilla de la Granada del patio de los Naranjos. Descendimiento, Pedro de Campaña, 1547, sacristía Mayor (fig. 6). Ecce homo con la Virgen y san Juan, Luis de Morales (atrib.), h. 1550, sacristía de los Cálices (fig. 7). Calvario, Luis de Vargas, h. 1562, sacristía de los Cálices.


 

EXPOSICIÓN CASCADA DE ANGELES ( José Porras Sánchez )







Martes 11-11-25 (EXP) [^^] CASCADA DE ÁNGELES / José Porras Sánchez / Casa de las Columnas /  cráneos de madera colgados de unas cadenas, (perfectamente colocadas en uno de los arcos de la Casa de las Columnas) , esos cráneos de maderas proponen creaciones muy diversas , desde la evolución de la Humanidad , destacando la prominencia de la boca, con diferentes ssoluciones de los dientes,  , de colmillos , de salientes, algunos son tornillos, otros como seres antropomórficos, también alguno de los cráneos está tocado con alusión a grupos destructivos, también hay cráneos de animales con sus cuernos, con sus cuencas de los ojos desproporcionadas, es una reflexión muy plástica sobre el ser humano y su diversidad

 




 

martes, 4 de noviembre de 2025

VISITA TALLER PINTURA SEVILLANA PEDRO DE CAMPAÑA EN SANTA ANA

 

Retablo Mayor


Croquis Retablo Mayor 






Retablo mayor ( calles superiores) 

Retablo Mayor ( lateral)  

Retablo Mayor lateral 


San Miguel 

Ascensión de la Virgen 


Retablo completo 


Natividad de la Virgen


Presentación de la Virgen 

Abrazo ante la puerta dorada 

Anunciación del ángel a San Joaquín 

San Joaquín rechazado en el templo 





Martes 4-11-25 (VISITA) (VISITA) PINTURA SEVILLANA /UNA APROXIMACION ICONOGRAFICA BLOQUE I TEMATICA RELIGIOSA / SANTA ANA SEGÚN PEDRO CAMPAÑA Y LA PARROQUIA DE SANTA ANA / ATRIUM /  Guía Rocío Cia Pedroso / Pedro de Campaña artista del Renacimiento, fue enterrado en la Iglesia de Santa Cruz, tiene un cuadro muy importante en la iglesia de Santa Cruz EL DESCENDIMIENTO , otro en la capilla sacramental de Santa Catalina;  el retablo de la familia Mariscal en la Catedral;  autor del Retablo Mayor de la Iglesia de Santa Ana,  es el canto del cisne en Sevilla;  Santa Ana madre de la Virgen y abuela de Jesús,  en el retablo se muestra la vida de Santa Ana,  TEMPLO DE SANTA ANA templo más antiguo, después de la conquista de la ciudad, se construye fuera de la muralla y está fortificado, el templo tiene morrones (sobresalen de las almenas) se construye en 1266,  es un templo alfonsí,  el arrabal tuvo asentamientos en época almohade,  asentamientos a raíz del Puente de Barcas y el Castillo de San Jorge; San Fernando cede el castillo y el puente de barcas a la orden de San Jorge,  dentro del Castillo se construyó una capilla a San Jorge,  por ser insuficiente le piden al rey que haga un templo y se decide construir al sur,  LEYENDA en 1266 el rey estaba aquejado de dolores del ojo derecho,  el cronista Pedraza decía que se le iba a salir de las cuencas,  el rey estaba rematado de ira,  el rey desesperado reza a la Virgen y reza a Santa Ana, el rey como sanó mandó construir el templo;  la advocación del rey a Santa Ana no parece real,  porque el rey no había estado enfermo, en 1252 Alfonso X, inicia una etapa constructiva;  hace las Reales Atarazanas y el Palacio gótico del Alcázar, luego inicia la construcción de esta Iglesia es de 1272,  llegó a perder un ojo y le salió un tumor maligno facial,  le generó una masa de de carne y su propio hijo le llamaba “el leproso”;  nave del gótico mudéjar cubierta con ladrillo y piedra, no madera y la bóveda está recorrida por una nervadura “de espinazo”, es el mejor retablo de la segunda mitad del XVI, después del retablo de la Catedral;  el autor puede ser Martín Gaínza,  similar estilo a las Capillas Reales y al Ayuntamiento:  columnas retalladas y capiteles complejos,  se olvidan de los pináculos,  rellenando los espacios hábiles;  se inicia en 1542 y se termina en 1562 , Pedro de Campaña nace en Bruselas, su nombre real  Pedro Campener,  familia de importantes artistas,  va a Italia, le encargan un arco del triunfo, se queda prendado de la pintura de Rafael,  le llaman romanista por poner la pintura italiana; utiliza imágenes alargadas para ser observadas desde abajo,  recuerda a las esculturas griegas, en la paleta de color va degradando y contraste de colores,  tomado de Rafael;  llega a Sevilla porque había negocio,  en 1537 ya está en Sevilla,  pinta las puertas del órgano de la Catedral,  durante 10 años estuvo en Córdoba,  regresa a 1547 y hace EL DESCENDIMIENTO de la parroquia de Santa Cruz se lo encarga a Gaspar Jaén;  Murillo decía que se quedaba prendado de esta obra, mirándola decía que quería ser enterrado debajo, por ser muy realista y tenía mucha verdad;  fue enterrado debajo de este cuadro,  después los restos no se encontraron, tras la quema de la Iglesia por los franceses;  unos cuadros de la Familia Mariscal y su familia;  RETABLO de 1585 tiene 16 tablas es Sebastián de Luque,  carpintero de la Catedral,  hizo el camarín para la Virgen y Santa Ana,  antes  había una tabla de la epifanía,  SANTA ANA Y LA  VIRGEN son imágenes alfonsíes,  manos de tenedor, nariz aguileña originalmente era una Santa Ana triplex y en 1659 Ocampo las separa y originalmente eran muy pequeñas de 20 cm y el niño es moderno, se estropeaba por pasearlo de casa en casa,  el francés Lunis ; Santa Ana no aparece en los evangelios canónicos,  ni la nombran , pero sí en los apócrifos de Santiago y Matías si la nombran,  el culto de Santa Ana iniciado en Oriente,  el templo dónde dio a luz la Virgen María y en Occidente entra a partir de las Cruzadas, a través de los relicarios,  primera reliquia el velo de Santa Ana en Apt en Francia,  cerca de Aviñón pero se investigó y era un tejido del siglo XI;  también llegó la reliquia del cráneo,  llega a la Catedral de Chartres, se convirtió en un lugar de mucha peregrinación,  pero hubo un cráneo en otro lugar y huesos y reliquias y dieron mucho dinero,  hay muchos huesos en Génova, hay reliquias repartidas por toda Europa; las órdenes religiosas eran defensoras de la madre de la Virgen,  los hombres se llamaban Ana y las mujeres Mariana,  patrona de los carpinteros y los toneleros, porque su vientre era el tabernáculo que tuvo la Madre de Dios,  las mujeres no fértiles, los partos difíciles,  patrona del gremio de los guanteros; Pedro de Campaña trabajaba con mucha minuciosidad,  tiene muchos arrepentimientos;  Santa Ana se casó en 3 ocasiones,  tuvo 3 hijas,  trípara y trinfa;  Santa Ana se casa con San Joaquín después de tener a María,  la avisa el Ángel que va a tener dos hijas más y se casa con Cleofás y tiene una hija y tercera se llama Salomé;  Santa Ana cuando tiene a María, 20 años de casada se relacionaba con el color verde de la esperanza,  a partir del XVI, se representa con los 3 maridos, las 3 hijas,  los 3 nietos y los carmelitas representan a toda la familia con la hermana Isquinia llegan a ser 25 en la familia;  ELEMENTOS DEL RETABLO DE LA IGLESIA DE SANTA ANA  en la tabla 1 arriba a la izquierda , es el hijo de los hijos de María Cleofás que son apóstoles Santiago,  José Justo,  Simón y Judas Tadeo;  en la tabla 2 que está arriba a la derecha , los hijos de María Salomé , Santiago y San Juan Evangelista;  en la tabla 3 que está abajo a la izquierda,  Santa Ana no engendra y va a dar la ofrenda al sacerdote Rubén, no es bienvenida por no dar un hijo a Israel, San Joaquín tiene un pie fuera;  en la tabla 4 abajo a la derecha,  San Joaquín se va al campo, perspectiva,  incide la luz,  la sirvienta les abandona,  gestualidad se , se va a cuidar los rebaños con el cayado de pastor; en la tabla 5 abajo a la derecha,  Santa Ana hace,  el Ángel le comunica que va a ser madre,  en Oriente si se representa con otro Ángel que le dice a San Joaquín que va a ser padre y que tendrán que llevar a la niña al templo; la tabla 6 abajo a la izquierda, Santo Tomás de Aquino decía que María no debía de tener un origen de pecado;  la tabla 7 abajo a la derecha, el alumbramiento en el renacimientos como si fuera el siglo XVII,  suelo y perspectiva,  cuna en diagonal,  San Joaquín señala a María;  la tabla 8 abajo a la derecha,  llevan a María al templo y se quedan,  solo tenían que subir 15 peldaños,  los 15 salmos graduales,  cantando para ir a Jerusalén,  la niña preparada para vivir en el templo, el Concilio de Trento obligaba a humanizar, antes la niña aparecía de espaldas y con Zacarías;  ahora por humanización la ponen de frente, meten al mendigo mugriento,  en la tabla 9 está abajo a la derecha,  la Virgen puede rezar delante de El arca de la alianza; en la tabla   10 abajo a la izquierda,  Zacarías convoca al esposo, pero San José no quería por ser padre de cuatro hijos y San José tenía 89 años;  en la tabla 11 arriba a la izquierda esposoiíos y San Pedro de Campaña aparece en el cuadro,  influencia de la zona de Perugia donde se conserva el anillo de Santa Ana; en la tabla 12 arriba a la izquierda, la Virgen engendrando a Jesús y no se lo dice a San José,  va a ver a su prima Isabel embarazada de San Juan,  con María Cleofás y María Salomé,  se ven gallinas y polluelos; en la tabla 13 arriba a la derecha,  la Virgen asiste a su prima al parto de San Juan;  celos de San José le reprocha la actitud delante de los cuatro hijos,  San José la reprende y San Gabriel le cuenta la situación ; la tabla 14 arriba a la derecha el niño nacido y pastores y la tabla 15  centro arriba,  Asunción de la Virgen,  la Virgen es ayudada por los ángeles para encontrar su cuerpo y su alma con los apóstoles,  en diagonal

 

FICHAS ATRIUM

 

PEDRO DE CAMPAÑA Y LA PARROQUIA DE SANTA ANA A mediados del XVI Sevilla se convierte en uno de los centros de producción artística más activos de la península. La demanda de imágenes devocionales crece exponencialmente gracias al establecimiento de nuevas órdenes religiosas y a su expansión por los territorios recién descubiertos. Sin embargo en el plano de la evolución plástica los avances aportados por el pintor Alejo Fernández en las primeras décadas de la centuria se asumen con timidez por la escuela local, aferrada todavía a las formas medievales. Este panorama cambiará gracias al afianzamiento de las rutas comerciales con el norte de Europa que trajo la llegada de los Austrias, impulso que es aprovechado por artistas como Pedro de Campaña, oriundo de Bruselas, que en 1547 ya aparece trabajando en Sevilla. En sus obras advertimos una fusión entre la honda expresividad de la escuela nórdica y la idealización mediterránea, fruto de su paso por Italia. En Roma se volverá, como tantos otros, devoto de Rafael, abrazando el estilo romanista. En 1557 concierta la realización de las pinturas del retablo de santa Ana, cuya ejecución estuvo condicionada por las dificultades económicas de la parroquia, solventadas por un préstamo de la colegial del Salvador en julio de 1564. Campaña realizó 16 tablas que narran las vidas de san Joaquín, santa Ana, la Virgen y la genealogía de Jesús, además de incluir un san Jorge como antiguo patrón de la parroquia (fig. 1), emplazada originalmente en el castillo de Triana. En las 15 tablas que conservamos manifiesta Campaña su interés por los efectos de luz y una clara tendencia al naturalismo flamenco. Tras el éxito alcanzado, los disgustos originados por la rivalidad con el resto de pintores sevillanos debieron provocar su regreso a Bruselas en torno a 1570, donde permanecerá hasta su muerte en 1580. LA DEVOCIÓN A SANTA ANA Y SU ICONOGRAFÍA Las referencias a santa Ana como madre de la Virgen y partícipe en la historia de la Encarnación de Cristo se constatan exclusivamente en los apócrifos, donde se narran los episodios relativos al nacimiento e infancia de Jesús y su madre, destacando el Protoevangelio de Santiago, el Evangelio de Pseudo Mateo y el Liber infantia Salvatoris, también llamado Evangelio de la Natividad de María. A estas fuentes habría que añadir algunos hitos de la literatura medieval, especialmente la Leyenda Dorada de Santiago de la Vorágine, publicada a mediados del XIII. No existe mención alguna a santa Ana en los evangelios canónicos. Todos los textos citados coinciden en afirmar que Ana y Joaquín llevaban veinte años casados sin tener descendencia. Eran miembros de la tribu de Judá y de estirpe davídica. Debido a su esterilidad habían hecho voto de entrega a Dios, lo que demostraban a través de su oración, su generosidad con el necesitado y las numerosas ofrendas que hacían a los necesitados. Mediante estas acciones esperaban poder concebir un hijo que, en agradecimiento a Dios, habría de ser entregado al templo de Jerusalén. El relato testifica como la vivencia de la fe de este matrimonio era ejemplo e inspiración para el pueblo judío. El rechazo de la ofrenda que presenta Joaquín a los sacerdotes del templo desencadena los hechos que preceden al nacimiento de la Virgen. El Liber infantia Salvatoris describe el momento en que Joaquín es expulsado del recinto sagrado por el rabino Isachar, pues la infertilidad era entendida como una maldición entre los semitas (fig. 2). En las tres versiones se afirma que a continuación Joaquín abandona la ciudad y se retira al campo en soledad con sus rebaños. Es entonces cuando recibe la visita del arcángel san Gabriel (que seguidamente se aparecerá también a Ana) para decirle que su familia será bendecida con una hija a la que llamarán María (fig. 3). Finalmente ambos cónyuges son citados para su encuentro en la Puerta Dorada de Jerusalén (fig. 4), donde Ana pronuncia las palabras Poco ha era viuda, y ya no lo soy; no hace mucho era estéril, y he aquí que he concebido en mis entrañas. Cumpliendo con su promesa, la niña será entregada al templo para su educación hasta que se despose (fig. 5). En Europa occidental la devoción a santa Ana se introduce en torno a los siglos VII y VIII. En Roma se construye la iglesia de Santa María la Antigua en la que se veneraban las reliquias de la abuela del señor. En las paredes de su interior se hallaba representado un fresco dedicado a la figura de la santa, documentado por Nixon cerca del año 650, además de otro datado en el 760 dedicado a las tres santas madres, Ana, Isabel y la Virgen. Su veneración se extendió entre las mujeres laicas gracias a la compilación y elaboración de narrativas desde los espacios conventuales masculinos y femeninos, que confirieron a la santa un papel protagonista como modelo de maternidad y de sabiduría. En la Edad Media fue considerada patrona del matrimonio, de la fertilidad, del nacimiento y de las madres de familia. Su actuación como intercesora se manifestaba en las oraciones de los devotos para poder tener hijos o facilitar los partos, a la vez que se rogaba por aquellos niños no nacidos. La devoción a la santa en la España medieval sigue la misma trayectoria europea, debiendo vincularse a las festividades dedicadas al nacimiento y concepción de la Virgen, si bien se observa que su manifestación se produce de manera tardía y su fiesta no aparece en los calendarios litúrgicos hasta el siglo X. A partir de este momento los cristianos de al-Ándalus festejaron el 8 de septiembre el día de Nativitas Maria Virginis (fig. 6), mientras que en el resto de la península se constata la fiesta de la Conceptio sancte Maria virginis el 25 de marzo. Los monarcas de las coronas de Aragón y Castilla fueron durante el siglo XIII favorables a defender la Inmaculada Concepción de María apoyando esta devoción a través del mecenazgo de obras literarias y artísticas vinculadas a la figura de santa Ana. En la de Aragón, el monarca Jaime I (1208-1276) muestra su particular devoción mediante la promoción de un convento dedicado a la santa en el año 1239. Por su parte en Castilla Alfonso X el Sabio (1252-1284) manifiesta su querencia mariana al edificar una iglesia en Sevilla en el año 1259 para honrar a la madre de la Virgen. Los Reyes Católicos también expresaron su personal predilección hacia santa Ana. Isabel apoyó de forma decidida la iniciativa del prior del monasterio jerónimo de Guadalupe, fray Fernando Yáñez, para edificar una capilla dedicada a la santa en la cual, a partir del año 1477, se concedieron indulgencias a sus visitantes durante las fiestas de la Concepción y Nacimiento de la Virgen. Ya en el siglo XVI se impulsa notablemente su culto como uno de los argumentos principales del movimiento teológico que persigue la declaración del dogma concepcionista.