lunes, 29 de abril de 2024

CAPILLAS CATEDRAL : CAPILLA DE SAN ANDRÉS Y CAPILLA DE LOS DOLORES

 

Plano Capilla de San Andrés 

Reja contemporánea 

Cristo de la Clemencia (Martínez Montañés) 

Cristo de la Clemencia (Martínez Montañés)  (detalle) 

Sepulcro de los Pérez de Guzmán (Señores de Gibraleón) 

Sepulcro de los Pérez de Guzmán (Señores de Gibraleón) 

Sepulcro de Elvira de Ayala , esposa de Alvar Pérez de Guzmán 


Martirio de san Andrés 


Crucifixión 




Candelabros Vizarrones


Plano Capilla de Los Dolores ( antes de los Casaus) 


Retablo Capilla de los Dolores 

Retablo Capilla de los Dolores  (detalle)

Virgen Dolorosa atribuida a Pedro de Mena 



El entierro de Cristo 


El Ángel de la Guarda 

Negación de San Pedro 

Negación de San Pedro  (detalle) 



Santa Ana , La Virgen y el Niño (Caracciolo) 


Santa Ana , La Virgen y el Niño (Caracciolo) (detalle) 


Jacob bendiciendo a sus hijos 

 

Traslado del arco de la Alianza 

Cantico de la Profetisa María 



Sepulcro Cardenal Spinola 




Martes 30-4-24 (VISITA) CAPILLAS DE LA CATEDRAL CAPILLA DE SAN ANDRÉS Y CAPILLA DE LOS DOLORES / ATRIUM / Guía Emilio Rubio / nos detenemos en la restauración que se está realizando en un fresco del Patio de los Naranjos,  es una recuperación muy interesante en esta parte del patio,  se ha traído el artesonado del siglo XV,  procedente del Colegio de Santo Tomás,  se ha situado por encima del lagarto todas las miradas iban hacia este animal de madera pero no hacia la parte superior del artesonado;  mirando desde la Capilla Real hacia los pies,  la nave de la epístola es la de la izquierda y la nave del Evangelio es la de la derecha,  se mantienen las controversias sobre que parte se inició como Catedral gótica,  hay teorías que en función de la complejidad de la decoración,  era por ese lado y otras que precisamente por lo cual creativo y su iniciativa temprana que era por ese lado;  estamos hablando de cualquier forma de la construcción de la Catedral con el proyecto de Ibraser , Carlín, Juan de Hoces; las paredes de esta capilla son de la sacristía y la sacristía de los cálices,  son ampliaciones renacentistas del primer proyecto gótico,  hoy la CAPILLA DE SAN ANDRÉS la reja y la mesa de altar a propuesta del Cardenal Spínola se pone un retablo dedicado al Sagrado Corazón en 1948,  el patronazgo pasa al Cardenal Segura;  Spinola fue el introductor de la devoción del Sagrado Corazón, la reja es contemporánea,  suele criticarse al arzobispo Segura pero fue a iniciativa del cardenal Spinola;  la capilla es de 1433 en origen era el muro principal de la mezquita,  por aquí pasaba la Quibla y la Macsura , por aquí  estaban los enterramientos más antiguos hasta  1400,  los señores Pérez de Guzmán señores de Gibraleón viene de 1348,  son distintos de los Pérez de Guzmán de la ciudad de Niebla con patronazgo de San Isidoro del Campo , los memoriales que hay en ese monasterio del siglo XV, son fundamentales en la escultura medieval,  SEPULCRO DE ALVAR PEREZ DE GUZMAN en este caso la escultura de la derecha es de Alvar Pérez de Guzmán y de Alfonso Pérez de Guzmán en el otro lado está Elvira de Ayala  hija del cronista de Castilla,  no se conoce al doncel que está junto a ella , podría ser un nieto de don Álvaro y doña Elvira,  ellos sólo tuvieron dos hijas,  Juana e Isabel;  los enterramientos cambiaron de sitio a lo largo de estos años,  Elvira hija de Pedro Pérez de Ayala acompaña a Pedro I en la guerra con su hermano Enrique II, hijo de Leonor de Guzmán,  en 1364 el rey Pedro abandona Burgos y algunos hombres lo acompañan al sur,  Pedro Pérez de Ayala al final se cambia de bando y combate a su anterior aliado,  Elvira esposa de Alvar Pérez de Guzmán, este con 1000 hombres conquista Mértola , Álvar con esta victoria consigue el ser Alguacil,  máximo cargo militar,  se enfrenta al arcediano de Écija que instó al levantamiento contra la Judería,  en 1341 lo catapultan y lo hacen Almirante de Castilla,  el 6 de junio, el arcediano dijo que iba a matar a 4000 judíos (realmente fueron solo 40);  en 1440 los sepulcros estaban en el centro de la capilla, en 1700 a los lados y desde el 2000, la posición de los sepulcros, se les puso a la entrada;  el autor fue Ferránd González ; Elvira, la  esposa de Alvar,  consigue las casas de los judíos y en ese solar se hizo el Corral de Comedias doña Elvira,  después fue la plaza de doña Elvira;  en estos sepulcros se ven las vestimentas que muestran la clase social,  la capilla pasa a los condes de Cifuentes , linaje de Silva y después pasa al Duque de Pastrana , Vázquez de Leca , arcediano de Carmona, encarga el Cristo de la Clemencia a Martínez Montañés,  es el sobrino del arzobispo, un niño de papá,  descubre los amoríos de la princesa de Éboli y el secretario de Felipe II, Antonio Pérez,  cuando las casas señoriales portuguesas van integrándose en las casas señoriales españolas, en los linajes españoles;  Gómez de Silva , Duque de Pastrana se le asigna la capilla;  en el periodo 1348 a 1400 pertenece a los Guzmán; en el XVI a los Cifuentes- Silva y a partir del 1720, al  ducado Pastrana hasta el XVIII ,  estas capillas tienen unas puertas ( dan acceso a las sacristías) el contenido artístico a partir de las Reyes Católicos,  el reino se integra en el Mediterráneo, CRUCIFIXIÓN  ( atribuido a Scipione Pulzone) de 1590 , no es el original,  que está en santa María Vallicela de Roma,  Valdivieso en 1984 dijo que el original está en Roma,  de Scipiano Pulzione , se forma al final del Concilio de Trento , Concilio que promulga el barroco, el naturalismo,  la contrarreforma , tiene descubrir a la primera el mensaje, los claro oscuros,  tiene que ser fácil y sentimental,  muy claro cuerpo de Cristo muy simplificado aunque no representa el dolor,  sino como medio de difusión, lo importante es  que la gente sepa, eran doctrinas de Benito Arias Montano;  cuadro MARTIRIO DE SAN ANDRÉS el historiador Cean Bermúdez hizo un catálogo utilizado por los franceses para llevarse el patrimonio,  San Andrés es apropiado por la Iglesia ortodoxa y rusa y San Pedro lo fue de las iglesias occidental, cruz en aspa para diferenciarse de la Cruz latina de Jesús y Pedro;  capilla de San Andrés,  hasta 1900 Cardenal Spinola puso altar retablo y devoción hasta al sagrado Corazón de Jesús , en 1900 el Cardenal Spinola puso impuso devoción del Sagrado Corazón ; CRISTO DE LA CLEMENCIA de Martinez Montañés, 1606, Vázquez de Leca pendenciero tiene una visión de salir con una mujer y al descubrirse ella, era una calavera,  Vázquez de Leca antes de hacerse sacerdote le encarga a Martínez Montañés un Cristo para su oratorio, era un contrato muy preciso,   tiene que estar vivo y sufriendo con los ojos altos,  reaccionando y sufriendo a lo que le diga la persona que está en el reclinatorio,  Cristo tiene que percibir su sufrimiento y el Cristo tenía que sufrir lo que le dijera la persona del reclinatorio,  todo ello estaba recogido en el contrato,  de forma muy precisa,  Cristo con el paño de pureza muy singular,  no es el primer Cristo,  hay otro en Lima,  los cuatro clavos según él tratado de Pacheco (veedor de la Inquisición,  hizo un un estudio de esta iconografía,  eran muy frikis) y los pies cruzados,  muy complejo,  naturalismo descarnado,  la policromía es de Pedro Pacheco,  tenía mucho prestigio por ser de Martínez Montañés , el artista que policromaba cobraba la mitad,  hubo pleitos entre Martínez Montañés y Pedro Pacheco,  entre Martínez Montañés y pintores de Sanlúcar porque Martínez Montañés prefería dar policromía él mismo,  Martínez Montañés prefería ser el policromado por el mismo,  Martínez Montañés el “Dios de la madera” le dio categoría a la talla,  cómo si fuera piedra,  esta imagen del Cristo tuvo mucho trasiego,  del oratorio pasó a la Cartuja después al Alcázar,  es el Cristo de la Clemencia afectado de las desamortizaciones,  las órdenes religiosas y su patrimonio,  en 1835 pasa a la Catedral,  en 1992 lo traen a la capilla de San Andrés,  en 1920 procesionó por las calles de Sevilla, vemos los CANDELABROS VIZARRONES del arzobispo Vizarrón que fue también virrey Méjico,  muy querido por las mejoras que realizó en el urbanismo y la reducción de la esclavitud,  en 1741 encarga 12 candelabros de plata,  de la misma altura que él,  para el exorno de las novenas de la Capilla Real (Carnaval,  Semana Santa y otras) ,  llegan a Sevilla en 1753 por temor a los corsarios,  su diseño es algo retardatario,  son de plata mexicana,  de primera calidad,  obtenida por amalgama de patio,  usando el mercurio, había una  flota que lo transportaba el azogue (mercurio) ; TRASLADO DEL ARCA DE LA ALIANZA el autor Francisco Solimena cuadros   de la escuela de Luca Giordano CANTICO DE LAS PROFETISA  MARIA incluye en el paso por el mar rojo; eran cuadros muy caros era por el número de personajes,  generación de planos;  esculturas de los sepulcros de Fernánd González (también hizo las de los padres de Elvira de Ayala , en el monasterio de Quejana)  perro lebrel cabeza vuelta con canillo y el nombre del perro,  interesante él vestuario o atuendo de los personajes con casquete,  loriga,  guanteletes, zapatos  de guerra, aljuba interior, armadura y espada ; del interesante el atuendo de los personajes,  esculturas de finales del XIV, los  entierran aquí todavía siendo mezquita,  Alvar llegan a ser Alguacil Mayor de la ciudad,  lo normal era los Pérez de Guzmán de la casa de Niebla y no como este caso de la casa de Gibraleón, BANQUETAS pertenecientes al conjunto de mobiliario encargado en 1777 para acomodar a los oficiantes durante la solemne novena del Corpus Christi, función que siguen desempeñando en la actualidad. Son piezas de un suntuoso barroquismo, acentuado por la movida línea que remata la parte baja del asiento. Están tapizados de terciopelo rojo, aportando un toque de color el dorado en oro fino al agua de los elementos de madera, que van, asimismo, finamente torneados. La REJA y la MESA DE ALTAR son interesantes obras historicistas de principios del siglo XX, de estética neogótica, que se encargan cuando la capilla cambia su advocación tradicional de san Andrés por la del Sagrado Corazón, bajo el mandato del arzobispo Marcelo Spínola.

 CAPILLA DE LOS  DOLORES (CABALLEROS CASAUS) (1445-1496)  caballeros Casaus de 1384,  la capilla empieza en la mezquita cristianizada,  se concede capilla construida en 1496 aprovechando algunos espacios de la mezquita,  linaje de los Carranza después linaje de los Casaus,  aparecen en el repartimiento  de Sevilla; de origen aragonés catalán,  después terminó siendo el linaje de Los Casas, enterramiento de Tomás de Ybarra y González político obtiene el patronazgo por financiar la Puerta del Príncipe y las otras puertas modernas;  la capilla es obra de Alonso Rodríguez la construyó , pero fue despedido por caerse el cimborrio de la catedral en 1511;  Pedro Millán es la piedra angular de la escultura sevillana;  VIRGEN CON EL NIÑO  (Pedro Millán) y vidrieras ; hizo otras capillas en las Dueñas en Casa Pilatos , capilla en origen de Santo Tomé después capilla de los Dolores cambia la advocación;  colección de PINTURAS EXTRANJERAS retablo de 1800 (flojito, Emilio dixit)  cruz plana , y Crucificado del XVI, de Juan Bautista Vázquez el Viejo,  maestro de Martínez Montañés,  VIRGEN DOLOROSA (Pedro de Mena) cedido por una marquesa,  con una policromía muy singular, esta imagen estaba concebida para vestirse y Pedro de Mena está muy cotizado,  SEPULCRO DE DON MARCELO SPÍNOLA aristócrata fundador de asilos y hospitales , la asistencia social pasaba una mala época,  este sepulcro está realizado por Joaquín Bilbao ; Spínola fue beatificado por el Papa Juan Pablo II, instituye la visita de los viernes al Gran Poder , fomenta la creación de nuevas órdenes religiosas y hospitales;  PINTURAS DE LOS RETABLOS retablo de Virgen María , en San José y Cristo Padre redentor ; cuadro de SANTA ANA LA VIRGEN Y EL NIÑO de 1590 del primer naturalismo de Giovanni Batista Caragiolo , seguidor de Caravaggio ya incorporado el mensaje y su destino;   la NEGACIÓN DE SAN PEDRO (1620) muy es expresivo, en el cuadro se ve a la sirvienta que le dice que es galileo y cuando lo nieguen por tercera vez,  entonces canta el gallo,  este hecho aparece en los cuatro evangelios, es una escena de taberna,  utiliza las modas,  Trento dice que se represente la vida de Jesús en la época actual,  la escuela romana pero los pintores son franceses,  Trento tiene que ser rompedor para diferenciarse de la doctrina protestante,  seguidor de Bartolomé Manfredi,  simoné bobet y Bartolomé sí ENTIERRO DE CRISTO (1620) maestro francés,  con Academia abierta en Roma , se inspira en Caravaggio;  ÁNGEL DE LA GUARDA  ( 1660 ) de Mattia Preti , lo trajo el arzobispo Manuel Arias  que coincidió con el autor en Malta, fue donada en esa época SALOMÓN ORDENANDO LA CONSTRUCCIÓN DEL TEMPLO de Solimera ; JACOB BENDICIENDO A SUS 12 HIJOS de (Peter Berlin)  de ahí salieron las 12 tribus de Israel preconiza el futuro de sus hijos y las tribus Jacob,. hace una descripción con indumento Jacob hace una descripción del primogénito en la primera erección preconiza la forma el futuro de los hijos y las tribus; ARTES SUNTUARIAS: En la zona más alta del muro sur se dispone una VIDRIERA realizada en 1931 que presenta el escudo del cardenal Ilundain. La REJA que cierra la capilla, de sencilla composición, se hizo en 1787 para sustituir a una anterior realizada en madera. Interesante trabajo de piedras duras es el ejecutado para la MESA DE ALTAR, suponemos que de la misma fecha que el retablo, hacia el 1800, donde aparecen en los laterales elementos alusivos a la pasión de Cristo, mientras al centro preside un corazón de María atravesado por un puñal. En el muro izquierdo destacamos, por último, un banco de madera de finales del XVIII o principios del XIX, de elegante diseño, con escudo arzobispal en el respaldo

 

FICHAS ATRIUM

 

CAPILLA DE SAN ANDRÉS Cronología: 1445-1496 Autores: Maestro Carlín y Juan de Hoces DATOS HISTÓRICOS. La capilla nace al amparo de la construcción de la nueva catedral gótica, si bien durante el periodo de reaprovechamiento de la mezquita almohade ya debió existir en este mismo lugar una capilla anterior que se concede en patronato al linaje de los Guzmán desde 1348. Estos guzmanes no son los de la casa de Niebla, que desde 1301 se entierran en san Isidoro del Campo, sino los de la casa de Gibraleón, emparentados con aquellos y también notables desde el punto de vista social y político. La capilla ocupó desde sus orígenes un lugar preeminente, pues se apoyaba en el muro de la quibla de la antigua mezquita, frente sur de la sala de oración que acogió los principales enterramientos hasta el siglo XV. Al construirse la nueva catedral se respeta el antiguo patronato de la capilla, que pasa ahora a llamarse de san Andrés. Hasta 1900 estuvo presidida por una copia del Martirio de san Andrés de Roelas, hoy en la parte alta de uno de sus muros laterales. En esa fecha cambia su advocación por el Sagrado Corazón, si bien en 1948 se le devuelve su título original de san Andrés. En 1993 pasa a estar presidida por el Cristo de la Clemencia. PATRONATO. El primer patrón fue desde 1348 Alvar Pérez de Guzmán, señor de Gibraleón y Olvera. Otro Alvar Pérez de Guzmán, nieto de aquel, acrecienta la dotación en 1386. Este segundo Alvar, contando sólo 18 años, lideró 1000 hombres para derrotar a 10000 portugueses, abasteciendo Mértola y haciendo buen número de prisioneros. Luego fue nombrado alguacil mayor de Sevilla. En la primavera de 1391 defiende la judería frente al asalto instigado por Ferrand Martínez, consiguiendo negociar y calmar los ánimos. Según se cuenta fue apresado por la plebe enardecida y llegó a temer por su vida, si bien finalmente fue liberado. En ese mismo año asciende a almirante mayor de Castilla, cargo que desempeña hasta 1393, poco antes de su muerte. Estuvo casado con doña Elvira de Ayala, también enterrada aquí, propietaria del solar sobre el que más tarde se asentó el célebre corral de comedias de Doña Elvira, en el barrio de Santa Cruz, donde tiene dedicada una plaza abierta a principios del siglo XX. Por distintos avatares el patronato pasa en el siglo XVI al linaje de los Silva, condes de Cifuentes, y de estos a los duques de Pastrana, linaje Silva-Haro, que lo mantienen activo hasta el primer cuarto del siglo XVIII. DOTACIÓN ARTÍSTICA. Arquitectura: La capilla se encuentra en el muro de la epístola y fue iniciada por el maestro Carlín en 1445 y terminada por Juan de Hoces en 1496, según planos de Isambret. Hoces desempeña la maestría mayor desde 1478 hasta 1496, aunque su trabajo en el templo comienza antes, en 1462, cuando aparece como cantero. En 1467 se le refiere como aparejador. Durante su maestría se acaba el coro, se colocan las primeras vidrieras en la zona de los pies y se concluyen las portadas laterales de este mismo frente. Retablos y esculturas: Los sepulcros que observamos en la capilla proceden de la mezquita aljama cristianizada. Son los más antiguos de la catedral y se estiman como obras maestras del arte medieval, si bien sus múltiples traslados han terminado por desfigurarlos sensiblemente. Por los restos que cobijan son también relevantes bajo el prisma histórico. Terminado el templo gótico se recolocaron primero en el centro de la capilla y en 1796 en el perímetro, donde se dispusieron a cordón, habiendo sido nuevamente reubicados en fecha reciente junto a la reja, recuperando la disposición original. Los bultos sepulcrales marmóreos se dividen en dos grupos; el primero corresponde a don Álvaro Pérez de Guzmán y Ayala, el Viejo, y a don Alfonso Pérez de Guzmán, padre del anterior; el segundo contiene las figuras de doña Elvira de Ayala (esposa de don Álvaro) y un doncel que suponemos pueda ser un hijo de éstos, si bien la documentación sólo habla de dos hijas que murieron mayores. El primero de los citados está revestido con arreos militares, casquete, loriga, aljuba, armadura, guanteletes y espada; un lebrel guarda su sueño eterno echado a los pies, con rico collarino finamente ornamentado. El otro caballero esta paramentado de forma análoga. El sepulcro de doña Elvira es de mayor interés artístico; lleva casquete, collar, brial con mangas monacales, largo manto y libro. A sus pies aparecen mutiladas las figuras de un lebrel y una mujer leyendo. El doncel tiene descubierta la cabeza, collar con joyel, brial y espada. El collarino del perro lleva una inscripción gótica difícil de leer. Las esculturas se atribuyen al taller toledano del escultor Ferrand González, autor de los sepulcros de los padres de doña Elvira conservados en el monasterio de Quejana (Álava). Uno de los grafismos de este taller y que podemos observar en el sepulcro de doña Elvira es el tipo de perro que aparece a los pies, siempre en la misma actitud y con el característico collar donde suele figurar el nombre del animal. Preside la capilla el Cristo de la Clemencia, talla en madera de cedro datada en 1606 y realizada por Juan Martínez Montañés, que desde su estreno se celebra como obra maestra del arte occidental, y del que Hernández Díaz afirmó “es pura idea, mensaje salvífico, presentado en una figura que posee la augusta grandeza y hermosura del Dios salvador, en cuanto pudo ser representado por un hombre”. La obra fue encargada por el arcediano de Carmona Mateo Vázquez de Leca para el oratorio privado de su casa en la collación de san Nicolás. En 1614 lo dona a la Cartuja, donde hasta 1810 preside la capilla de santa Ana, a los pies del templo, lugar de enterramiento original del almirante Cristóbal Colón. Con la invasión francesa pasa al Alcázar y en 1836 se deposita en la catedral, donde pasa a presidir la sacristía de los cálices. En 1993 se traslada a la capilla de san Andrés, lugar reservado a la oración donde no se permite, salvo contadas excepciones, el acceso a las visitas guiadas. Pintura: En la parte alta del muro izquierdo observamos una Crucifixión realizada hacia 1590 que Valdivieso vincula con el italiano Scipione Pulzone, cuya producción es expresión artística de la doctrina de la contrarreforma. Sus obras intentan transmitir emociones sencillas, al alcance del más simple de los espectadores, con una función didáctica y, a veces, con un aire casi artesanal, que prima el arte como vehículo para transmitir una idea, en este caso de tipo religioso, antes que buscar la belleza, el lucimiento del artista o la asunción de retos artísticos. Su gusto por los efectos descriptivos le llevó a estudiar los modelos flamencos (parece que conoció la obra de Antonio Moro) y a desarrollar una rica paleta de colores. Sin embargo, fue en Rafael donde encontró lo que buscaba, contornos definidos y claridad esquemática. Esta obra es copia, atribuida al mismo Pulzone, de su original de la Crucifixión, obra de 1590 conservada en Santa María in Valicella de Roma. En la parte baja del mismo muro izquierdo vemos un lienzo que representa El traslado del Arca de la Alianza, pieza de hacia 1690 adscrita al catálogo del italiano Francesco Solimena, discípulo de Luca Giordano y Mattia Pretti. La obra narra el episodio del segundo libro de Samuel, capítulo 6. La descripción del momento es muy completa, mostrando el tumultuoso cortejo que precede a los portadores del arca ante la cual danza el rey David. Es obra perfectamente resuelta en sus aspectos compositivos, que el artista ensayó en dos bocetos preparatorios conservados en los museos de Viena y Kansas City. Hace pareja con otro lienzo del mismo autor situado en el muro derecho, El Cántico de la profetisa María, hermana de Moisés, cuando acompañada de las mujeres de Israel celebra el feliz paso del mar Rojo, según cuenta el capítulo 15 del libro del Éxodo. Es también esta pintura el resultado de un ambicioso planteamiento compositivo, perfectamente resuelto en la conjunción de los numerosos personajes que integran la escena, cuyas actitudes se centralizan en la expresiva figura de la profetisa que entona solemne su canto. Artes Suntuarias: Se exhiben en esta capilla cuatro de los doce candeleros de plata que conforman el conjunto llamado Los Vizarrones, calificativo que responde al apellido de su donante, el arzobispo de México y virrey de Nueva España Juan Antonio de Vizarrón y Eguiarreta, que las encarga incluyendo una cláusula donde indica que las piezas deben ser “de mi misma altura”. Son obras realizadas en México por el platero Andrés Segura en 1741 y legadas a la catedral junto con otras piezas de platería en 1745, aunque, por la guerra contra los ingleses y la presencia de cosarios en el Caribe, no llegan a Sevilla hasta 1753. Por último destacamos dos banquetas pertenecientes al conjunto de mobiliario encargado en 1777 para acomodar a los oficiantes durante la solemne novena del Corpus Christi, función que siguen desempeñando en la actualidad. Son piezas de un suntuoso barroquismo, acentuado por la movida línea que remata la parte baja del asiento. Están tapizados de terciopelo rojo, aportando un toque de color el dorado en oro fino al agua de los elementos de madera, que van, asimismo, finamente torneados. La reja y la mesa de altar son interesantes obras historicistas de principios del siglo XX, de estética neogótica, que se encargan cuando la capilla cambia su advocación tradicional de san Andrés por la del Sagrado Corazón, bajo el mandato del arzobispo Marcelo Spínola

 

CAPILLA DE LOS DOLORES Cronología: 1445-1496 Autores: Maestro Carlín y Juan de Hoces DATOS HISTÓRICOS. Situada en el sector de la cabecera de la nave de la epístola, la capilla se edifica en la segunda mitad del XV dentro del plan general de la nueva catedral gótica. A partir de 1509 se modifica su muro sur para dar acceso a la sacristía de los Cálices, intervención dirigida por el maestro Alonso Rodríguez, quedando entonces la capilla como zona de tránsito. PATRONATO. Don Guillén de las Casas fue su patrono en 1366, aunque la fundación del patronato por esta familia data de 1328, llamándose entonces capilla de santo Tomé y estando situada en el frente sur de la mezquita cristianizada. La aparición del linaje Casas o Casaus en Sevilla se documenta desde el Repartimiento de 1253, cuando Alfonso X hereda a Guillén Casaus, caballero francés de la casa de los vizcondes de Limoges, y a su hermano Bartolomé, con terrenos en Morón, Cazalla y Osuna. Por otra parte la profesora Teresa Laguna sitúa en esta capilla el enterramiento de Juan Sánchez Carranza en 1398, cambiando la advocación de santo Tomé a san Felipe. Tras la conclusión de la nueva catedral gótica, concretamente en 1533, el espacio fue recuperado para el linaje original por fray Alberto de las Casas y su hermano Guillén. En documentos del siglo XVII se le empieza a denominar capilla de los “caballeros Casaos", por simplificación de “Casaus”. Sabemos que en esta centuria se entierra en el recinto Francisco de Casaus y Menchaca, muerto en 1679. Ya en 1916 se concede el patronato a Tomás de Ybarra y González y sus descendientes, entendemos que como gratificación por las generosas donaciones que este empresario y político realiza para la finalización de la puerta del Príncipe de la catedral. DOTACIÓN ARTÍSTICA: Arquitectura: Juan de Hoces dirige la conclusión de esta hilera de capillas del lado de la epístola, sector de la cabecera del templo, si bien respetando los planes iniciales del maestro Isambret y la obra precedente del maestro Carlín. Conserva los antepechos laterales originales que sirven de basamento a la reja de acceso. Retablos y esculturas: En la parte alta del muro frontero a la entrada se ha colocado recientemente sobre una moderna peana una escultura gótica de la Virgen con el Niño, atribuida a Pedro Millán y fechada en la primera década del siglo XVI. Preside la capilla un retablo barroco anónimo realizado hacia el 1800 que, si bien estructuralmente no presenta mayor interés, contiene importantes imágenes como el Crucificado de la hornacina central, de notable unción sagrada y tamaño natural, que puede fecharse en el tercer cuarto del siglo XVI y vincularse con el taller de Juan Bautista Vázquez el Viejo, o la Dolorosa que preside el banco, de hacia 1680 atribuida a Pedro de Mena que se cree que llega a la catedral mediante donación de la condesa de Valdeinfantes en el siglo XIX. Se trataría, de confirmarse esta autoría, de una obra muy singular dentro de su producción, pues son escasas las imágenes de este artista concebidas para ser vestidas con telas naturales. Pedro de Mena se formó junto a su Padre Alonso de Mena y se especializó en temas pasionistas e imágenes dolorosas de la Virgen, muy demandadas entonces por las órdenes religiosas. Los rostros de sus imágenes presentan un acusado alargamiento y gran patetismo en sus expresiones, que se acentúa más si cabe por el realismo de sus excelentes policromías, que ejecutaba el mismo escultor. A la izquierda del retablo se dispone el sepulcro del cardenal don Marcelo Spínola, obra del escultor Joaquín Bilbao realizada entre 1912 y 1914. Este noble gaditano fue nombrado en 1884 obispo de Coria, en 1886 de Málaga y en 1896 de Sevilla. Fue beatificado por Juan Pablo II en 1987. El prelado aparece revestido con capisayos episcopales, arrodillado ante el reclinatorio, en actitud oracional. Destaca la figura sobre un fondo que remata en arco de medio punto, donde se inscribe en bajo relieve la imagen de la Purísima. Pintura: Una interesante colección de pintura de escuelas extranjeras adorna los muros de esta capilla. De las que se observan en el muro izquierdo destacamos en primer lugar un lienzo con el tema de Santa Ana, la Virgen y el Niño, obra de hacia 1620 del napolitano Giovanni Battista Caracciolo, uno de los más importantes seguidores de Caravaggio. Destacan en su producción los fuertes contrastes lumínicos y los personajes de marcados rasgos populares. La calidad de su pintura, siempre orientada hacia un tenebrismo sin concesiones, hizo de Nápoles el foco caravaggista más importante después de Roma, que era la cuna de este estilo y el lugar donde trabajaban los mejores naturalistas: el propio Caravaggio, los Gentileschi, etc. Al final de su carrera, matizó sus dramáticas composiciones, acentuadas por los contrastes entre luces y sombras, haciendo patente la influencia del Idealismo clasicista de los Carracci. Tuvo Caracciolo varios discípulos de entre los que destaca Mattia Pretti, del que encontramos otra obra en esta misma capilla. Está documentada su amistad con Ribera y con Juan Dose, también conocido como Giovanni Do, del que se conserva un magnífico lienzo en el convento de santa Paula. Esta pintura tiene otra versión similar en el museo de Viena. En el muro frontero vemos un lienzo que representa La negación de San Pedro, obra anónima de escuela italiana de hacia 1620, que por los tipos humanos y detalles de indumentaria pudiera ser de un autor francés formado en Roma, concretamente en la estela de Bartolomeo Manfredi, otro de los discípulos de Caravaggio, maestro a la hora de narrar historias a través de la expresión y el lenguaje corporal, tal y como se aprecia en esta pintura, que se ha vinculado con el círculo de los franceses Valentín de Boulogne y Simón Vouet, activos en Roma por esos años. En este mismo muro y sobre la puerta que da acceso a la sacristía de los Cálices se dispone una pintura de formato apaisado que representa El entierro de Cristo, obra de mediados del XVII que según Valdivieso pudiera pertenecer a la mano de un pintor francés formado en Roma en la estela de Tróphime Bigot El centro de la pintura lo ocupa el cuerpo desnudo de Cristo que, en un plano horizontal, divide el lienzo en dos. José de Arimatea y Nicodemo trasladan al mesías muerto, totalmente humanizado y envuelto en los pliegues flotantes del sudario. El realismo es completo, destacando el verismo de la carne, del brazo inerte caído y de las llagas que ya no sangran. Tras ellos, en recogido silencio, se oye el lamento de María, María Magdalena y María Cleofás. El anónimo artista, siguiendo la representación del mismo  tema que hiciera Caravaggio, coloca el sepulcro en primer lugar y al espectador casi en la fosa abierta, un punto de vista que aumenta la potencia de los escorzos. Volviendo al muro izquierdo comentamos ahora El Ángel de la Guarda, obra del calabrés Mattia Pretti de hacia 1660, que mezcla los influjos caravaggistas con el barroco veneciano y el clasicismo romano-boloñés del Guercino. Entre 1656 y 1660 se encuentra en Nápoles, donde forma a Francesco Solimena, su principal seguidor. De aquí pasará a Malta, donde trabaja durante sus últimos años. La obra que nos ocupa puede ser una de las traídas a Sevilla por el arzobispo Manuel Arias, que coincidió con Pretti en Malta cuando desempeñó el cargo de secretario del Gran Maestre de la orden de san Juan, generándose entre ambos una fecunda amistad, ya que fueron numerosas las obras del pintor trasladadas a Sevilla por dicho prelado. La mayoría permanecieron en el palacio Arzobispal, si bien ésta que comentamos se expuso desde la muerte de Arias en la sacristía de los Cálices, quizás por donación expresa del arzobispo a la catedral, de donde tras la última reordenación pasó a la capilla de los Dolores, donde se exhibe junto a otras creaciones de pintores napolitanos. La pintura Jacob bendiciendo a sus hijos, situada en el muro frontero, fue realizada sobre 1660 por Pieter van Lint. Nacido en Amberes, trabajó en Roma hasta 1643, cuando aparece otra vez en su ciudad natal empleado por el rey Christian IV de Dinamarca. Una parte de su producción se enfocó hacia obras devocionales para los mercados de España y América, como ésta que vemos, donde se representa el episodio del Génesis (49, 2-33) en el que Jacob, antes de morir, se despide de sus doce hijos, profetizando sobre el destino de cada uno de ellos. Referimos por último dos pinturas que se integran en las calles laterales del retablo representando a la Virgen María y San Juan Evangelista, obras de principios del XIX que conforman un Calvario junto a la talle del Crucificado que preside el retablo. Artes suntuarias: En la zona más alta del muro sur se dispone una vidriera realizada en 1931 que presenta el escudo del cardenal Ilundain. La reja que cierra la capilla, de sencilla composición, se hizo en 1787 para sustituir a una anterior realizada en madera. Interesante trabajo de piedras duras es el ejecutado para la mesa de altar, suponemos que de la misma fecha que el retablo, hacia el 1800, donde aparecen en los laterales elementos alusivos a la pasión de Cristo, mientras al centro preside un corazón de María atravesado por un puñal. En el muro izquierdo destacamos, por último, un banco de madera de finales del XVIII o principios del XIX, de elegante diseño, con escudo arzobispal en el respaldo.